Di¨¢logo de sordos entre la direcci¨®n del PCE y los seis miembros del Comit¨¦ Central cuyo cese propone Carrillo
El Comit¨¦ Central del PCE comenz¨® ayer un debate, que terminar¨¢ hoy, sobre la propuesta del ejecutivo de destituir a seis miembros del propio central que apoyan la actitud de Roberto Lertxundi, en el proceso de fusi¨®n con los comunistas vascos y ElA. El debate fue ayer un di¨¢logo de sordos entre la direcci¨®n, que exige una r¨¦ctificaci¨®n, y los encausados, que se niegan a rectificar, sin que una y otra parte encuentren una salida m¨¢s dialogante. Tan s¨®lo es posible una propuesta del vicesecretario, Nicol¨¢s Sartorius, en elsentido de abrir expedientes, sin sancionar de inmediato, lo que dar¨ªa un plazo para negociar.
Los seis renovadores cuya expulsi¨®n del Comit¨¦ Central se propone esperaban con gran inter¨¦s la intervenci¨®n de Sartorius, porque estimaban que podr¨ªa cambiar en alguna medida las posiciones, fuertemente favorables a la postura de Santiago Carrillo de no transigir. Esta relaci¨®n de fuerzas fue reafirmada al comenzar la reuni¨®n, en la ma?ana de ayer, al votarse la expulsi¨®n del grupo de Lertxundi, propuesta que obtuvo una gran mayor¨ªa de votos positivos, incluidos los de muchos de los que no est¨¢n dispuestos a apoyar la destituci¨®n de los renovadores.
Tras esta votaci¨®n, el pleno oy¨® un largo informe de Carrillo en el que, dentro del contexto de una situaci¨®n pol¨ªtica nacional, ?extremadamente delicada?, describ¨ªa la crisis interna como condicionada por el tema de fondo de las tendencias, cuyo reconocimiento rechaz¨® el pasado congreso del partido de forma plenamente democr¨¢tica.
Seg¨²n el resumen verbal de un portavoz autorizado.., Carrillo dijo que la direcci¨®n del PCE ha de cumplir y hacer cumplir lo acordado en ese congreso, y, por tanto, evitar que por la v¨ªa de los hechos se impongan las tendencias. Finalmente, afirm¨® que seis miembros del Comit¨¦ Central apoyaron un acto p¨²blico contrario a la pol¨ªtica del partido -la conferencia en la que Lertxundi y Mario Onaind¨ªa explicaron sus posiciones en Madrid-, por lo que se propone su separaci¨®n del Comit¨¦ Central si no rectifican debidamente.
Al terminar la primera parte de la sesi¨®n con el informe de Carrillo, ¨¦ste dijo a los informadores que no hay otra soluci¨®n que esa rectificaci¨®n, porque ?no puede haber bulas para unos se?ores, mientras a los militantes sencillos se les aplican los estatutos?, descart¨® la posibilidad de hacer una consideraci¨®n flexible de la convocatoria de la conferencia citada, porque se ha violado una decisi¨®n del Comit¨¦ Central, como fue la sanci¨®n al grupo de Lertxundi.
?No tengo nada en contra de que ¨¦ste y Onaind¨ªa se expliquen donde quieran a?adi¨® el secretario general comunista, ?pero lo que no se puede consentir es que lo organicen unos dirigentes del partido?. Carrillo descart¨® tambi¨¦n la posibilidad de un congreso extraordinario, y afirm¨® que la pol¨ªtica del partido seguir¨¢ siendo la misma, ?eurocomunista y renovadora sin comillas?.
No se acepta la rectificaci¨®n
Por su parte, Carlos Alonso Zald¨ªvar, uno de los seis acusados, admiti¨® que la tesis de que con el acto del pasado d¨ªa 5 se han violado los estatutos ?tiene fundamentos?, por lo que estaba dispuesto a discutirla, pero tambi¨¦n el comportamiento de la direcci¨®n en los ¨²ltimos tiempos, ya que es asimismo discutible la disoluci¨®n de comit¨¦s y federaciones.
Zald¨ªvar estim¨® que la rectificaci¨®n que se les pide equivale a la indignidad pol¨ªtica y es una medida de fuerza, y, por tanto, inaceptable. Antes de comenzar la reuni¨®n hab¨ªa manifestado que este debate se produce entre la raz¨®n y la fuerza, y que si la fuerza gana, el PCE no tiene futuro. Enrique Curiel, de su lado, admiti¨® la necesidad de una salida pol¨ªtica, pero, en l¨ªnea con la direcci¨®n, afirm¨® que esa soluci¨®n pasa por la rectificaci¨®n.
La tesis que manejan los partidarios de la actitud de Carrillo es que los renovadores no est¨¢n facilitando nada las cosas, sino que mantienen una actitud de clara provocaci¨®n, y no responden cuando se les pregunta por su proyecto pol¨ªtico concreto. Frente a ello, los encausados dicen que es absurdo hablar de un arreglo mediante una rectificaci¨®n, cuando la direcci¨®n ha emprendido una l¨ªnea fuertemente represiva en el partido, y en el seno de ¨¦ste se -extiende la protesta.
Los renovadores se mostraron muy satisfechos por la intervenci¨®n de Marcelino Camacho, que desarroll¨® sus tesis ya conocidas sobre la necesidad de no hacer una pol¨ªtica de mera disciplina y esperaban con gran inter¨¦s la propuesta de Nicol¨¢s Sartorius, as¨ª como el posible apoyo a la m:ism a por parte de los representantes catalanes, particularmente Jordi Sol¨¦ Tura, que en la pasada reuni¨®n del Ejecutivo tambi¨¦n se opuso a las sanciones.
La posici¨®n de Sartorius, seg¨²n fuentes pr¨®ximas a los encausados, consistir¨ªa en propoiler que en lugar de la destituci¨®n inmediata se abriera un expediente disciplinario, que no ser¨ªa propiamente una sanci¨®n, y que dar¨ªa un margen de quince d¨ªas o un mes para tratar de resolver la situaci¨®n por v¨ªas m¨¢s conciliadoras. En otras fuentes se estimaba que el vicesecretario es partidario de dar a los disidentes un plazo semejante -al citado para rectificar, al t¨¦rmino del cual el secretariado -permanente de la direcci¨®n- podr¨ªa aplicar directamente sanciones si no se hab¨ªa producido la rectificaci¨®n debida. En cualquier caso, ello dar¨ªa lugar a un margen de tiempo para el di¨¢logo.
Sin embargo, la posici¨®n de los representantes catalanes no estaba anoche clara, ya que uno de ellos manifest¨® a EL PAIS que si la direcci¨®n contin¨²a intransigente no habr¨¢ m¨¢s remedio que votar sanciones, porque ?lo que no se puede pedir a un partido es que se trague un acto de apoyo a Lertxundi?.
Las principales intervenciones estaban previstas para la ¨²ltima parte de la reuni¨®n, junto con las de los propios encausados, que hablar¨¢n seguramente hoy. En el debate realizado ayer por la tarde no se hab¨ªan registrado intervenciones de gran importancia, salvo la de Camacho y la de Adolfo Pi?ero, secretario provincial de Madrid, que se pronunci¨® claramente en favor de la actitud dura. Pr¨¢cticamente la mitad de los cien miembros del Comit¨¦ Central hab¨ªan pedido turnos de palabra. En cualquier caso, las perspectivas eran m¨¢s bien negativas para los seis encausados.
Carrillo no tiene intenci¨®n de dimitir
En esta l¨ªnea, Carrillo manifest¨® ayer que no es cierto que haya amenazado con dimitir si no se aprueban las sanciones. ?Lo que haga ya veremos, pero es que, entre otras cosas, creo que va a haber un buen resultado?, afirm¨®. Otras fuentes han matizado que en la ¨²ltima reuni¨®n del Ejecutivo Carrillo no us¨®, efectivamente, la palabra dimisi¨®n, pero s¨ª dijo que no servir¨ªa para secretario general de un partido en el que se rechazan las sanciones propuestas y, por tanto, no se mantiene la disciplina.
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