Maestro de los maestros
Georg Wilhem Hegel era alto, imponente, de mirada fr¨ªa y severa. Una figura impresionante. Tal aparec¨ªa a los estudiantes del Berl¨ªn de 1830, cuando estaba en la c¨²spide de su gloria, pero no atra¨ªa ni fascinaba. Ten¨ªa un rostro prematuramente envejecido, der Alte (el viejo) le llamaban sus condisc¨ªpulos de Tubinga. Sus facciones eran corrientes y vulgares. De su mente sublime, el pensamiento no flu¨ªa ni manaba con facilidad, tropezaba con las palabras, tos¨ªa frecuentemente y se inclinaba sobre el pupitre para aspirar el rap¨¦.El maestro de los maestros, el m¨¢s grande pensador de los tiempos modernos, naci¨® en Stuttgart el 27 de agosto de 1770, y era hijo de un inspector de Hacienda. Terminados sus estudios, en 1788, sale para estudiar Teolog¨ªa en Tubinga. All¨ª traba amistad con H?lderlin y Schelling.
Peter Weiss, en su drama H?lderlin, reconstruy¨® e inmortaliz¨® esta escena memorable. Se diploma en 1793 y, poco despu¨¦s, fue contratado como preceptor de una familia en Berna. All¨ª escribi¨® Vida de Jes¨²s, cr¨ªtica de la idea de una religi¨®n positiva, donde opone la espontaneidad del Amor al legalismo formalista del derecho y del deber (Abraham y Kant), y un poema metaf¨ªsico, Eleusis. Durante su estancia en Francfort (1797-1800) escribi¨® El esp¨ªritu del cristianismo y Fragmento de sis,ema, que m¨¢s tarde denominar¨ªa Herman Nohl Los escritos teol¨®gicos,y juveniles de Hegel. Ya radicado en Iena fund¨®, con Schelling, Diario Cr¨ªtico de la Filosof¨ªa
Una disertaci¨®n sobre De orbitis planetarium le abri¨® las puertas de la ense?anza en Jena. Termina un tratado, Derecho natural, y una L¨®gica. Las tropas napole¨®nicas invaden Alemania y Hegel termina su obra maestra, La fenomenolog¨ªa del esp¨ªritu, el mismo d¨ªa de la batalla de Jena, obra que apareci¨® publicada en 1807. Es la colosal aventura de la conciencia, desde sus ra¨ªces terrestres inmediatas hasta la c¨²pula celestial del esp¨ªritu absoluto. ?Un proceso divino, pero proceso divino de los hombres? (Marx). Hegel ejerce el periodismo en Bamberg, durante un ano, como director de Bamberger-Zeitung. Marcha a N¨¹remberg como profesor del gimnasio Saint-Gilles, donde permanece de 1808 a 1816. Se casa en 1811 con Mar¨ªa von T¨¹cher, veintid¨®s ?os m¨¢s joven que ¨¦l.
Hegel trae al seno de su familia a Ludwig, un hijo natural que hab¨ªa tenido en Jena. Hereda una buena fortuna de su padre, se serena y asienta en su hogar y su trabajo. De 1812 a 1816 escribe La l¨®gica, donde expone las leyes puras del pensamiento, las categor¨ªas de Dios antes de la creaci¨®n de la naturaleza y del esp¨ªritu finito, categor¨ªas que son las estructuras de todo lo viviente.
En 1818 es trasladado como profesor a Berl¨ªn, para suceder en la c¨¢tedra de Filosof¨ªa a Fichte. M¨¢s tarde fue nombrado rector de la Universidad de Berl¨ªn. Su ¨²ltima obra, Principios de la Filosof¨ªa del Derecho, estudia un sector particular del esp¨ªritu, el objetivo, y formula su concepci¨®n del Estado como la realidad de una idea moral que debe imponerse frente al atomismo utilitarista de los individuos desgarrados por competencias rabiosas e ileg¨ªtimas. Llega finalmente a la c¨²spide de su gloria, y de toda Alemania iban a Berl¨ªn para escuchar sus magistrales lecciones de filosof¨ªa. Entre ellos, un joven estudiante de Traveris, quien, despu¨¦s de o¨ªrle, escribe a su padre: ?Escuch¨¦ una lecci¨®n de Hegel, es una groteske felsenmelodie (grotesca melod¨ªa de rocas)?. Era Karl Marx, quien m¨¢s tarde rectificar¨¢ este juicio, afirmando que la grandeza de la fenomenolog¨ªa de Hegel y su resultado final, la dial¨¦ctica de la negatividad, consiste en que los hombres se crean a s¨ª mismos. El rey Federico Guillermo de Prusia le condecora. Interesado por los problemas de la ciencia, fund¨®, Anales de Cr¨ªtica Cient¨ªfica. Muere el 14 de noviembre de 1831, v¨ªctima de una epidemia de c¨®lera.
Babelia
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