El presidente de Venezuela, Luis Herrera Campins, hablar¨¢ con Ronald Reagan sobre Nicaragua, El Salvador y Cuba
La visita que ayer inici¨® a Washington el presidente de Venezuela, Luis Herrera Campins, permite a la Administraci¨®n del presidente Ronald Reagan continuar la serie de entrevistas al m¨¢s alto nivel con dirigentes latinoamericanos, en un momento de creciente tensi¨®n de EE UU con El Salvador, Nicaragua y Cuba, tema que dominar¨¢ las conversaciones.
Herrera Campins viene a Washington tras las entrevistas de Reagan con el presidente mexicano, Jose L¨®pez Portillo; el jamaicano, Edward Seaga, y el argentino, Roberto Viola.Venezuela y Estados Unidos mantienen excelentes relaciones, que ser¨¢n culminadas con la venta de veinticuatro aviones de caza F-16, comprador por Caracas a los norteamericanos. En un gesto de apoyo presidencial a la adquisici¨®n venezolana, la Casa Blanca transmiti¨® al Congreso para su ratificaci¨®n, el plan de suministro del sofisticado material militar estadounidense a Venezuela.
"No entramos en ninguna carrera de venta de armas a Latinoam¨¦rica", coment¨® un alto oficial de la Administraci¨®n Reagan. Pero a?adi¨®: la venta de los F-16 a Venezuela, que ser¨¢ efectiva dentro de cuatro a?os, se justifica por el peligroso rearme de otros pa¨ªses de la zona, como Nicaragua, seg¨²n fuentes norteamericanas.
Venezuela, junto con M¨¦xico y Canad¨¢, es tambi¨¦n un pa¨ªs clave para la estrategia norteamericana en la zona del Caribe. El denominado plan Marshall para el Caribe, que la Administraci¨®n Reagan intenta orquestar, debe contar con el apoyo de los grandes pa¨ªses de la zona, como Venezuela y M¨¦xico, para que pueda llevar sus frutos. Aunque la tesis principal del presidente Reagan en materia de desarrollo -Incluido su programa caribe?o- pasa ante todo por la inversi¨®n de la empresa privada, por delante de la ayuda p¨²blica.
Centroam¨¦rica
Los tres d¨ªas de estancia de Herrera Campins en Washington servir¨¢n para discutir con Reagan sobre la situaci¨®n de Centroam¨¦rica. Las informaciones de la situaci¨®n en El Salvador alarman a la Administraci¨®n Reagan, cuyo general-comandante en jefe para el ¨¢rea de Latinoam¨¦rica, Wallance Nutting, la calific¨® de "situaci¨®n muy fr¨¢gil". Son excluir que, en caso de crisis extrema, Estados Unidos pueda intervenir, incluso militarmente.Tambi¨¦n el secretario de Estado, Alexander Haig, en el curso de una alocuci¨®n el pasado fin de semana en Palm Beach (Florida) insisti¨® en la necesidad de un apoyo total al Gobierno salvadore?o de Napole¨®n Duarte. Al tiempo que repiti¨® las amenazas de Estados Unidos contra Nicaragua y Cuba, considerados como inspiradores e incitadores de la guerrilla en Centroam¨¦rica. Record¨® Haig que la Administraci¨®n examina, entre otras alternativas, las modalidades de bloqueos navales contra Nicaragua y Cuba, en cuyas zonas cercanas la flota norteamericana realiza actualmente maniobras navales.
Dimite el embajador nicarag¨¹ense
Por otra parte, la dimisi¨®n del embajador de Nicaragua en Estado Unidos, Arturo Cruz, considerado como un moderador por las autoridades estadounidenses, radicaliza a¨²n m¨¢s las relaciones entre Washington y Managua, que se encuentran ya al nivel m¨¢s bajo de su historia.Cruz, de 58 a?os de edad y miembro del Partido Democr¨¢tico Conservador, vivi¨® exiliado en Washington durante la dictadura de Anastasio Somoza.
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