La UCD, contra la UCD
All¨¢ por los a?os de la posguerra, de la segunda guerra mundial, entraba en el Gobierno franquista el se?or Mart¨ªn Artajo, como ministro de Asuntos Exteriores, y el sacralizado apoyo a la dictadura por parte del se?or S¨¢nchez Juli¨¢ o, lo que es lo mismo de la Santa Sede, adquir¨ªa caracteres de destacada complicidad.Desde el mismo 18 de julio era ya inocultable la voluntad cat¨®lica, jerarqu¨ªas episcopales propias y for¨¢neas, Sumo Pont¨ªfice y organizaciones clericales de convertirse en pilares del sistema.
La guerra y la dictadura la tra¨ªan a sangre y fuego los falangistas y los tradicionalistas, pero con el r¨¦gimen se quedaban los cat¨®licos de la ACNDP, que para eso ven¨ªan trabajando desde 1931.
S¨®lo un competidor estuvo a punto, por corto espacio de tiempo, de sustituir su poder¨ªo e influencia, el Opus Dei, m¨¢s ciertas aventuras exportadoras con hedor a corrupci¨®n crediticia impidieron su empe?o, del que s¨®lo ha quedado el hist¨®rico rastro de una curiosa amnist¨ªa-indulto y el hist¨¦rico comportamiento de sus infiltrados seudocient¨ªficos, seudouniversitarios y seudofinancieros.
La historia del franquismo con hojarasca falangista y folklore carlista es por encima de todo la historia de los h¨¢biles chicos de la acci¨®n cat¨®lica y sus variadas actividades empresariales, que, seg¨²n ha convenido, han prestado sus mejores hombres a la represi¨®n, al aperturismo universitario, al liberalismo econ¨®mico y hasta la colaboraci¨®n con las plataformas de la oposici¨®n democr¨¢tica, para ir preparando una transici¨®n de la que sigan siendo destacados protagonistas.
Los Fraga, Fern¨¢ndez Miranda, Ib¨¢?ez Mart¨ªn, S¨¢nchez Bella, Robles Piquer, Villar Arregui, Cavero, Cierco, Cortezo, Lavilla, Alvarez de Miranda, Alzaga, Mara?¨®n, Algora, Ruiz Navarro, Nasarre, Ortega D¨ªaz-Ambrona, Oreja, etc¨¦tera, constituyen una legi¨®n de militantes cat¨®licos debidamente situados en la banca, la industria multinacional y la Administraci¨®n, prestos a un reparto de actuaciones debidamente programadas para que, pase lo que pase, nunca se pase de ellos.
Y como, era de esperar, la reforma pol¨ªtica nace de su seno, aunque otros fueron de momento los actores que recitaran el libreto. UCD es creada por uno de sus m¨¢s destacados nombres, Uni¨®n Espa?ola de Explosivos, perd¨®n, Calvo Sotelo, a quien no importa estar entre bastidores o de apuntador, pero a quien no gusta, o mejor dicho, disgusta que se le rebelen sus personajes.
Su¨¢rez, Mart¨ªn Villa, Ros¨®n y algunos otros necesitaban adornarse con las plumas prestadas por alguno de estos destacados nuncios del flirteo con la izquierda.
Los trapecistas sin Su¨¢rez hubieran acabado como sus compa?eros de parroquia, se?ores Ruiz-Gim¨¦nez y Gil-Robles.
Para hacer UCD no importaba, al principio, en el plano te¨®rico, poetizar la Constituci¨®n, pero extremar estas actitudes progresistas hasta llegar a la reforma fiscal y el divorcio era demasiado.
Aquel mismo d¨ªa, dentro de UCD hab¨ªa nacido UDC, o si quieren ustedes, en versi¨®n ib¨¦rica, CDU, sempiterna heredera de la CEDA, que, como es l¨®gico, lo mismo puede ser lideralizada por Calvo Sotelo que por don Manuel Fraga Iribarne, de id¨¦ntica procedencia apost¨®lica.
Esto se va aclarando
La vieja burocracia del franquismo, del movimiento nacional y de los sindicatos de la CNS, no sab¨ªa con qui¨¦n se estaba gastando los cuartos, y volvieron a cometer el mismo error que Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera y los chicos de Fal Conde.
Quien en esta falsa pol¨¦mica Calvo Sotelo-Su¨¢rez crea que hay un problema personal necesita ir al oculista.
Al final ha estallado la contradicci¨®n entre los due?os del cortijo y los administradores y t¨¦cnicos, que cre¨ªan tener vida propia.
Los administradores suelen ser buenos para enga?ar a los braceros, despedirlos o premiarlos, pero no se les puede permitir que configuren ?el modelo de finca?, pues, como suelen carecer de ideario y no se juegan su propiedad, aceptan incluso representar y servir intereses m¨¢s populistas, en otras ocasiones.
Hoy, y aqu¨ª, no se lucha tanto por el poder en UCD, sino por el hacer milenario de la democracia cristiana, que, l¨®gicamente no pod¨ªa estar ausente de nuestra vida pol¨ªtica, y necesitaba un caballo de Troya y, si es preciso, hasta un burro de Pav¨ªa.
Los chicos del franquismo, de dicho franquismo, se quedaron con el rictus, el rito y el gesto, los banqueros y empresarios, due?os del franquismo, conservaron las esencias y ahora quieren, como es l¨®gico, desprenderse de adherencias y protagonizar la transici¨®n. Por ello es muy importante para sus fines la OTAN, la contrarreforma fiscal, la ley de inmovilidad universitaria, el estatuto indecente de centros escolares y el Tribunal Constitucional, en el que tambi¨¦n est¨¢n en mayor¨ªa.
No hay vac¨ªo de poder. Simplemente ha llegado la hora de que desaparezcan los figurones y se asomen a las candilejas los autores de la obra.
Lo malo es que la reforma pol¨ªtica en manos de conservadores no sirve m¨¢s que a ¨¦stos, y l¨®gicamente despierta nostalgias y voluntad de ruptura. Quien m¨¢s debe cuidarse de este cambio de rumbo es la propia Corona, pues, si repasa un poco el comportamiento de esta feligres¨ªa, ver¨¢ claramente que aqu¨ª y fuera de aqu¨ª lo mismo les dio Borb¨®n que Franco o Rep¨²blica italiana que Saboya.
Y la llamada izquierda contempla esta pelea de empresa, sin saber sacar provecho alguno para la democracia, la clase obrera, el progreso y la simple moralizaci¨®n de la vida p¨²blica, inmovilizada por su constante rutina en la espera, el pacto y la falta de convicciones en un proyecto de cambio.
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