El presidente de EE UU propondr¨¢ hoy a la URSS reducir las armas nucleares en Europa
El presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, propondr¨¢ hoy a la Uni¨®n Sovi¨¦tica una reducci¨®n mutua de misiles de medio alcance, que llegue lo m¨¢s cerca posible a lo que los estrategas denominan opci¨®n cero. El discurso del presidente norteamericano tendr¨¢ como marco el National Press Club, de la capital federal estadounidense. Expondr¨¢, por otra parte, las l¨ªneas maestras de la postura de Washington ante las negociaciones de desarme previstas para el 30 de este mes, en Ginebra, entre sovi¨¦ticos y norteamericanos.
Ronald Reagan ultim¨® los preparativos de lo que se considera como su "discurso de pol¨ªtica exterior m¨¢s importante", con una serie de reuniones en el Pent¨¢gono y Un almuerzo con el secretario de Defensa, Caspar Weinberger.Seg¨²n portavoces de la Casa Blanca, Estados Unidos quiere demostrar a los europeos que es "sensible" a los temores de una confrontaci¨®n nuclear en Europa, proponiendo a los sovi¨¦ticos una reducci¨®n casi total de misiles nucleares de alcance medio. Los riesgos que comporta para la estabilidad de varios Gobiernos de Europa Occidental la amplitud y popularidad de los movimientos pacifistas habr¨ªa sido el factor clave para el giro en la pol¨ªtica nuclear estadounidense hacia Europa.
Despejar inc¨®gnitas
El discurso de Reagan intentar¨¢ despejar, al mismo tiempo, las inc¨®gnitas e incoherencias de las ¨²ltimas semanas en relaci¨®n con la estrategia de Estados Unidos hacia Europa en caso de una guerra con los sovi¨¦ticos.
En menos de quince d¨ªas, el presidente habl¨® de la posibilidad de una guerra nuclear limitada entre las dos superpotencias, que tendr¨ªa como escenario el territorio europeo. Alexander Haig, secretario de Estado, a?adi¨® poco despu¨¦s ante la Comisi¨®n de Relaciones del Senado, que EE UU podr¨ªa lanzar una bomba nuclear en Europa, en se?al de "advertencia" a los sovi¨¦ticos. Postura que fue desmentida horas despu¨¦s por el secretario de Defensa, Caspar Weinberger. Finalmente, en conferencia de Prensa hace una semana, el propio presidente contribuy¨® a la confusi¨®n en un asunto tan sensible para los europeos.
La opci¨®n cero, propuesta inicialmente por el canciller de la Rep¨²blica Federal de Alemania, Helmut Schmidt, equivaldr¨ªa a que los sovi¨¦ticos aceptaran desmantelar los doscientos misiles de medio alcance, del modelo SS-20, que equipados cada uno con tres cabezas nucleares cubren un radio de acci¨®n capaz de alcanzar cualquier objetivo en Europa Occidental. Otros setenta misiles SS-20 se encuentran en v¨ªas de instalaci¨®n, seg¨²n fuentes norteamericanas.
Para contrarrestar tal potencial, los pa¨ªses de la Organizaci¨®n del Tratado del Atl¨¢ntico Norte (OTAN) acordaron, en diciembre de 1979, ubicar en cinco pa¨ªses miembros (Reino Unido, Rep¨²blica Federal de Alemania, Italia, B¨¦lgica y Holanda) 572 misiles de la nueva generaci¨®n Pershing II y Cruise, operacionales a partir de enero de 1983.
Tal decisi¨®n, junto con la determinaci¨®n de fabricar la "bomba de neutrones", provoc¨® una r¨¦plica de protesta popular en Europa Occidental, inquietando a los norteamericanos por dos razones: por el peligro de cambios pol¨ªticos que puede tener en las democracias europeas y por el contagio que puede originar en el interior mismo de Estados Unidos, donde se multiplican las tomas de postura pacifistas y antinucleares en movimientos universitarios y religiosos.
Es probable que la nueva iniciativa de Reagan, que s¨®lo puede ser bienvenida en Europa Occidental, tenga la virtud de recordar entre los europeos que la amenaza nuclear sovi¨¦tica ya es operacional desde hace mucho tiempo, con sus SS-20 apuntando sobre Europa Occidental.
Mosc¨² propon¨ªa inicialmente para la sesi¨®n de desarme en Ginebra una moratoria en la carrera nuclear, siempre y cuando los pa¨ªses de la OTAN renuncien a instalar los 572 nuevos misiles.
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