?Habr¨¢ por fin ley general del Medio Ambiente?

Para los profesionales, asociaciones o simples ciudadanos que desde hace a?os venimos preocup¨¢ndonos por el mundo interdisciplinar del medio ambiente supongo que han sido realmente importantes y enormemente esperanzadoras las declaraciones que hizo el ministro de Obras P¨²blicas y Urbanismo en el acto de clausura del Congreso de Legislaci¨®n Medio Ambiental, que organiz¨® en Madrid la Direcci¨®n General del Medio Ambiente, del MOPU, en colaboraci¨®n con la facultad de Derecho de la Universidad Complutense.El ministro explic¨® tambi¨¦n que pretend¨ªa inmediatamente (quiz¨¢ en el pr¨®ximo Consejo de Ministros) potenciar profundamente la capacidad de acci¨®n de la Comisi¨®n Interministerial del Medio Ambiente (CIMA), d¨¢ndole car¨¢cter vinculante a sus decisiones, lo cual, de conseguirse, ser¨¢ un paso trascendental en el camino para la imprescindible reforma administrativa que d¨¦ al medio ambiente la gesti¨®n ¨²nica, eficaz e integral que est¨¢ necesitando hace a?os.

Desde finales del a?o 1977 hasta ahora se han redactado distintos borradores de posibles textos legales, que siempre en sus negociaciones interministeriales posteriores han tenido graves dificultades por problemas tales como conflictos de competencia interdepartamentales o atribuciones corporativas dentro de la propia Administraci¨®n, junto con el fen¨®meno auton¨®mico, que, como final, es un dato m¨¢s e importante a tener hoy muy en cuenta.

Por fin parece que lo que faltaba para que este proyecto fuera adelante, que no era m¨¢s que la prioridad pol¨ªtica necesaria, se ha producido, y las recientes declaraciones del ministro del MOPU as¨ª lo aseguran.

Al ministro, a los subsecretarios y, sobre todo, a la directora general del Medio Ambiente tenemos que felicitarles por su decisi¨®n, pero aunque no es necesario, ya que, supongo, son conscientes de ello, tenemos que avisarles respecto a las reticencias que tendr¨¢ que vencer para llevar adelante este proyecto en nuestra napole¨®nica estructura administrativa.

La protecci¨®n de la naturaleza la ceder¨¢ con sangre, si la cede, el Ministerio de Agricultura, el control de la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica ser¨¢ casi imposible separarlo del Ministerio de Industria, e incluso en su propio departamento (el MOPU) le dir¨¢n que el agua no tiene nada que ver con el medio ambiente.... y tantas y tantas batallas que tendr¨¢ que resolver ante peque?os y grandes intereses ya, desgraciadamente, hist¨®ricos.

Sin embargo, el objetivo es imprescindible, y el tiempo perdido, irreversible. Deber¨ªa ser un claro ejemplo para nosotros el que se ha producido en la Administraci¨®n francesa en los ¨²ltimos quince a?os, donde dentro de un solo ministerio, y aun siendo, como he dicho, un ejemplo napole¨®nico y corporativista, los franceses han conseguido agrupar en su gesti¨®n, sin embargo, de manera integral aspectos tales como el urbanismo, la vivienda, la lucha contra la contaminaci¨®n, tanto del aire como del agua, o la protecci¨®n de la naturaleza.

Bajo este sentido de la gesti¨®n integral, sobre el que tantas veces ya he hablado o escrito, estaba inspirado el primer borrador de la entonces denominada ley general del Medio Ambiente, y al parecer, e incluso con todas sus dificultades potenciales, este concepto se ha mantenido en los distintos borradores posteriores, en los que, adem¨¢s de preconizarse como prioritaria ?una ¨²nica unidad de gesti¨®n?, se insist¨ªa en la idea del primer borrador, en el que estaba ya el Consejo General del Medio Ambiente, que agrupaba como ¨®rgano de negociaci¨®n, discusi¨®n y lugar de encuentro a los representantes de las administraciones del Estado, tanto central como auton¨®mica y municipal, apoyado con un ampl¨ªsimo esquema de participaci¨®n ciudadana.

En fin, como conclusi¨®n quiero expresar una vez m¨¢s, apoy¨¢ndome en esta ocasi¨®n en las recientes y esperanzadoras declaraciones del ministro de Obras P¨²blicas y Urbanismo, mi deseo de que este complicado, interdisciplinar e interdepartamental campo del medio ambiente llegue cuanto antes a tener ?un marco legal general que sirva de referencia a la actualizaci¨®n de las legislaciones sectoriales; una unidad administrativa de gesti¨®n ¨²nica e integral a nivel del estado; un sistema de coordinaci¨®n, negociaci¨®n, di¨¢logo y cooperaci¨®n entre las distintas unidades administrativas del Estado, de acuerdo con nuestra Constituci¨®n, y un cauce claro, serio, eficaz y lo m¨¢s amplio posible de participaci¨®n ciudadana.

Sin todo lo anterior nos ser¨¢ muy dif¨ªcil de obtener esa calidad de vida que cada d¨ªa insistentemente la sociedad espa?ola est¨¢ demandando.