Funci¨®n especial de "Evita" y accidentado ep¨ªlogo festivo
En el madrile?o teatro Monumental, en la noche del pasado martes, se desarroll¨® una funci¨®n especial con motivo de celebrarse las quinientas representaciones de Evita, la c¨¦lebre ¨®pera-rock de Time Rice y Andrew Lloyd Webber, adaptada al espa?ol por Ignacio Artime y Jaime Azpilicueta. Este ¨²ltimo, director asimismo del espect¨¢culo, tuvo que ocupar el lugar del locutor-presentador que, a la hora del ep¨ªlogo festivo, y en medio de un nerviosismo general, no dio se?ales de vida.La flor y nata del mundillo del espect¨¢culo nacional ha vuelto a ver Evita para celebrar la proeza de las quinientas representaciones. Pocas horas antes de la funci¨®n especial, Jaime Azpilicueta comentaba: ?Dado el aforo del Monumental, creo que conviene subrayar que esta cantidad de representaciones tendr¨ªa que multiplicarse por cuatro si el mismo p¨²blico hubiera visto la obra en otro teatro. Y si nosotros s¨®lo hici¨¦semos las ocho funciones por semana, como en Londres, ya andar¨ªamos por los tres a?os en cartel?.
El director de Evita en espa?ol no oculta su alegr¨ªa ante este ¨¦xito, reforzado por la opini¨®n de la cr¨ªtica internacional que ha elogiado su montaje como el mejor de todos los existentes en el mundo. Pero tiene el sigiloso temor de que se le perdone mal el triunfo: ?Es una l¨¢stima que, de vez en vez, se intente empa?ar la buena marcha del espect¨¢culo con rumores sobre desavenencias entre los componentes de la compa?¨ªa. Casi todo cuanto sela dicho a ese prop¨®sito es mentira. La verdad es que el p¨²blico nos demuestra cada d¨ªa que todos nuestros esfuerzos han valido la pena. Y pensamos, tal como van las cosas, que Evita permanecer¨¢ en la cartelera madrile?a durante todo el a?o pr¨®ximo?.
Tras la impecable funci¨®n especial, quien no permaneci¨® fiel a lo anunciado fue el locutor-presentador Joaqu¨ªn Prat. No se dio exlicaci¨®n alguna sobre su ausencia, si bien los espectadores entendidos aventuraban que se hallaba siguiendo de cerca los problemas internos de la cadena SER, mientras que otros aseguraban que hab¨ªa preferido quedarse en el Scala. A partir de esa ausencia, todo fue nerviosismo sobre el escenario.
Jaime Azpilicueta confes¨® que durante m¨¢s de veinte a?os de direcci¨®n teatral era la primera vez que se dirig¨ªa al p¨²blico. Tuvo que hacerlo con largueza, agradeci¨¦ndole su tes¨®n a las 106 personas que colaboran en el espect¨¢culo, entrevistando a algunos actores y presentando a diversos oradores.
El empresario del teatro, Arturo Castilla, dio lectura al telegrama de felicitaci¨®n enviado por el director de M¨²sica y Teatro en nombre del Ministerio de Cultura. La actriz Ana Mariscal record¨® a Azpilicueta como alumno suyo en Santander e hizo entrega de una placa de plata a la compa?¨ªa. El maestro Moreno Torroba, presidente de la Sociedad GeneraI de Autores, fue el encargado de ofrecerle a Paloma San Basilio un trofeo otorgado por los productores ingleses de Evita.
Int¨¦rprete del Che, el cantante Patxi Andi¨®n anunci¨® que en enero de 1982 abandonar¨ªa a su personaje barbudo y cr¨ªtico para dedicarse a componer canciones. Su reemplazante, Tony Landa, se manifest¨® dispuesto a recoger la antorcha, al tiempo que opinaba que el personaje que actualmente representa, el de Magaldi, es mucho m¨¢s dif¨ªcil para ¨¦l.
Hubo otras intervenciones. Pero la m¨¢s destacada fue la ¨²ltima, a cargo de Emilio Romero, declarado evit¨®mano, quien hizo una separaci¨®n neta entre lo que era un espect¨¢culo magistral y la realidad, a su juicio, no reflejada en la obra, del matrimonio Per¨®n. Dijo que el presidente argentino fue un hombre excepcional, de gran cultura y de enorme capacidad dial¨¦ctica. Neg¨®, asimismo, que su esposa tuviese ambiciones y una vida tan turbia como dice la leyenda: ?Ninguna reina de Inglaterra ha sido m¨¢s respetable que Eva Per¨®n?. De ah¨ª que acabase confesando que, pese a la legitimidad del papel del Che como elemento teatral, le hubiesen entristecido sus cr¨ªticas al matrimonio presidencial.
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