Don Juan Carlos reitera su voluntad de defender las libertades y los intereses nacionales

?Defiendo las libertades, que son vuestras libertades; las aspiraciones que os mueven como gentes trabajadoras y pac¨ªficas?, dijo ayer el rey Juan Carlos en Huesca, capital donde se inici¨® la ¨²ltima jornada de la visita oficial que durante tres d¨ªas han realizado los Reyes a Arag¨®n, y que incluy¨® las localidades de Barbastro y Monz¨®n. Don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa regresaron ayer por la tarde a Madrid. El rey puntualiz¨®, en su breve discurso, que su poder ?es un poder al servicio del pueblo, de los intereses nacionales?, y mencion¨® la cuesti¨®n de las autonom¨ªas, en el sentido de que debe ser un hecho fecundo para las comunidades y para la naci¨®n.

El alcalde de Huesca, Jos¨¦ Antonio Llanos, de UCD, dio la bienvenida a los Reyes, junto con las autoridades provinciales, y pronunci¨® un discurso muy medido, en el que resalt¨®: ?Si existe Arag¨®n, se debe a la Monarqu¨ªa?, al tiempo que mencionaba los problemas. de identidad nacional que tienen planteados algunas zonas del alto Arag¨®n. Refiri¨¦ndose a otra clase de problemas, el alcalde puntualiz¨® que no era el Rey la persona ante la que dichas cuestiones deb¨ªan plantearse, asuntos que, dijo, ?hace siglos y siglos que venimos resolviendo por nosotros mismos?.El capit¨¢n general de la V Regi¨®n Militar, teniente general Luis Caruana, acompa?aba ayer tambi¨¦n al Rey junto con el director general de la Guardia Civil, teniente general Aramburu Topete en un discreto segundo plano, dado el car¨¢cter estrictamente civil de esta visita de los Reyes, que ayer se detuvieron tambi¨¦n en Barbastro y Monz¨®n, dos de los cuatrocientos n¨²cleos de poblaci¨®n m¨¢s importantes del alto Arag¨®n. En Barbastro, ciudad que seg¨²n expres¨® don Juan Carlos I debe convertirse en la ?cabeza pirenaica de Espa?a?, el Rey hizo una menci¨®n a la presencia de numerosas guarniciones, al se?alar: ?Me afecta singularmente esa adhesi¨®n a las Fuerzas Armadas que ha sido constante en esta ciudad. Como jefe supremo de las mismas, me emociona recibirla?.

La acogida reservada a los Reyes de Espa?a en Monz¨®n era una de las esperadas con m¨¢s curiosidad, dado que esta ciudad obrera, donde la industria atraviesa una grave crisis en estos momentos, cuenta con una mayor¨ªa de izquierdas en el Ayuntamiento y un alcalde comunista, Joaqu¨ªn Saludas.

Menci¨®n a los sucesos del 23 de febrero

En su discurso de bienvenida, el alcalde hizo una menci¨®n concreta a los sucesos del 23 de febrero: ?Quiero dedicaros un homenaje?, dijo a los Reyes, ?por vuestra firme, patri¨®tica e hist¨®rica actitud en momentos dif¨ªciles de la naci¨®n?. Asimismo, el alcalde de Monz¨®n, antiguo militante del PCE represaliado, a quien acompa?aba su esposa, con la que acaba de contraer matrimonio recientemente, manifest¨® la necesidad de que se identifique ?la unidad entre pueblo y Ej¨¦rcito como base para afianzar la democracia?. En Monz¨®n se registr¨® tambi¨¦n tal vez el ¨²nico incidente de militantes de la extrema derecha, que intentaron interrumpir el discurso del Rey, gritando Viva Franco. Se trataba de un grupo de cinco o seis personas que fueron inmediatamente retiradas por las fuerzas de seguridad que acordonaban la plaza.

Entre los medios de comunicaci¨®n aragoneses han destacado como un verdadero triunfo la gran acogida popular que ha merecido esta visita de los Reyes a una regi¨®n que es considerada como fr¨ªa en su respuesta a este tipo de actos. A esta cierta frialdad del car¨¢cter aragon¨¦s cabr¨ªa a?adir en este caso un cierto cansancio de la poblaci¨®n por la continua postergaci¨®n que se ha hecho de las resoluciones de los m¨¢s graves problemas que tiene planteados esta zona de Espa?a. Como ejemplo basta recordar que buena parte de la zona que recorri¨® ayer el Rey en su helic¨®ptero, los Monegros, de Huesca, tiene a¨²n sin concluir las instalaciones de regad¨ªo que se comenzaron en 1915.