Un talento ¨¦strafalario
Luthiers: lauderos, fabricantes de la¨²des y, por extensi¨®n, de instrumentos de cuerda. Les Luthiers -seis argentinos que ya vinieron a Espa?a hace a?os, cuyos discos se venden mucho aqu¨ª- fabrican sus propios instrumentos: informales, dicen ellos. Aunque tengan formas exageradamente visibles: bidones, globos hinchados, grifos, tubos de goma. Este invento es consustancial con ellos. Pero tambi¨¦n son actores, cantantes, mimos; desde luego, buenos m¨²sicos. Y escritores de textos de humor culto.Quiz¨¢ no est¨¦n entre los primeros de cada una de estas especialidades teatrales; pero s¨ª son los primeros en conjuntarlas, multiplicar cada una por el valor de todas las dem¨¢s y ofrecer un resultado sorprendente: el resultado del talento. Le deben mucho a Buenos Aires: la ciudad es lo que los antrop¨®logos llaman un melting pot, una mezcla de culturas antiguas y nuevas.
Les Luthiers son la antipedanter¨ªa. Sus instrumentos son estrafalarios: contrahacen los instrumentos cl¨¢sicos, pero no pierden nunca la musicalidad, la calidad de sonido. De esta clave parte todo su humor: cuando tocan un cuarteto de c¨¢mara el cuarteto est¨¢ ah¨ª, musicalmente construido, pero con las inflexiones humor¨ªsticas, burlonas y estrafalarias. Lo mismo sucede con la m¨²sica popular, con los boleros o las marchas militares, con la zarzuela... En la parodia -al fin y al cabo, todo ello es parodia: pero sin tosquedad, sin exageraci¨®n- de la zarzuela hay una construcci¨®n teatral. La hay en una escena -Kathy, la reina del saloon- en la que, mientras uno de ellos toca al piano un fondo t¨®pico musical de cine mudo, dos le explican con m¨ªmica a un tercero -y a los espectadores- el argumento de la pel¨ªcula, y otros dos intentan desentenderse.
El p¨²blico que acudi¨® a su presentaci¨®n en el Alcal¨¢ Palace fue feliz. Les conoc¨ªan como a viejos amigos: quienes no les hab¨ªan visto en su anterior viaje conoc¨ªan sus discos. Para otros fue una gran sorpresa. Aplausos largos, gritos, silbidos -de los de admiraci¨®n- les escoltaron desde que aparecieron en escena.
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