El Atl¨¦tico, fuerte, se arriesg¨® y le sonri¨® la fortuna
El Atl¨¦tico de Madrid, sin jugar un gran partido, logr¨® un triunfo merecido en Alicante, ante un H¨¦rcules que le dio bastantes m¨¢s facilidades que sus ¨²ltimos rivales. Aunque el equipo de Koldo Aguirre tambi¨¦n pudo ganar, si se recuerda el gol anulado injustamente en la primera parte, y la gran parada de Aguinaga, tras un cabezazo a bocajarro de Segundo en la continuaci¨®n, el esfuerzo rojiblanco de la segunda parte result¨® compensado justamente. Hugo S¨¢nchez, sin hacer maravillas, se movi¨® con mucho m¨¢s acierto que sus predecesores en pasados partidos, Rub¨¦n Cano o Cabrera y, adem¨¢s, acert¨® en el gol. El mexicano brill¨® junto a Quique y Ruiz, que fueron los motores principales de un Atl¨¦tico arriesgado y que encontr¨®, al fin, la suerte buscada.Aburrido espect¨¢culo
El partido, que se anim¨® algo tras el descanso, volvi¨® a ser un buen ejemplo del lamentable espect¨¢culo ofrecido domingo tras domingo por el f¨²tbol espa?ol. Nuevo empacho de centrocampismo, esta vez hasta con cinco hombres por cada equipo evolucionando en una franja de s¨®lo veinte metros de ancho, y marcajes destructivos siempre superiores a las limitadas capacidades de los "constructores". Alg¨²n dia habr¨¢ que medir habitualmente la cantidad de veces que el bal¨®n sale fuera del campo, por fallos en las entregas o por patadones defensivos sin ton ni son, y tambi¨¦n las decenas de pases errados para poder contemplar uno bueno. Los tiros a puerta vale m¨¢s olvidarlos casi definitivamente.
El H¨¦rcules, con la inercia de ser el equipo de casa, domin¨® m¨¢s en la primera parte, pero ya el Atl¨¦tico jug¨® c¨®modamente, sin ser nunca agobiado. Incluso el gol anulado a Segundo fue fruto de un bal¨®n largo aislado y nueve minutos antes Quique hab¨ªa obligado a Sala a efectuar la primera de sus buenas intervenciones, al desviar con el pu?o a c¨®rner un magn¨ªfico tiro alto. A los 36, tambi¨¦n salv¨® junto al poste izquierdo otro disparo raso de Hugo S¨¢nchez, que bot¨® peligrosamente antes de llegar a sus dominios y a los 39, cerca del derecho, un cabezazo de Ruiz a centro espl¨¦ndido del mexicano. El Atl¨¦tico, pues, salvo el gol anulado que le favoreci¨®, ya dio muestras de su ambici¨®n en la primera parte, siempre dentro del aburrimiento y la discreci¨®n general en el juego.
Los comienzos de la segunda no fueron precisamente ejemplares para el cambio. Los errores en los pases, en cuanto el partido gan¨® en velocidad, fueron continuos por ambas partes. Pero la diferencia fue que el Atl¨¦tico empuj¨® cada vez m¨¢s. A los once minutos Serrat cedi¨® mal hacia atr¨¢s a Sala, acosado por Marcos -que no brill¨®, pero dej¨® sueltos a otros compa?eros- y el guardameta alicant¨ªno rechaz¨® con los pies el tiro de Hugo, S¨¢nchez.
Asentado en defensa; dominados Segundo por Julio Alberto, y Abad por Balbino; teniendo ocupado a Vidal con Dirceu, anul¨¢ndose ambos, y compensada de sobra la l¨®gica falta de partidos de Leal, con la fuerza y entrega de Quique y Ruiz, ante Aracil y Santi, el cuadro de Garc¨ªa Traid no se conform¨® con el empate y sigui¨® aspirando a la victoria.
Triunfo sin Cabeza
De todas fo.rmas, a los 23 minutos, una gran jugada de Santi, que dio desde la misma l¨ªnea de gol un aut¨¦ntico "pase de la muerte", tras regatear a tres rivales, lo cabece¨® en el ¨¢rea peque?a Segundo. Aguinaga meti¨® el pu?o y evit¨® quiz¨¢ otro desastre como en San Sebasti¨¢n y Valladolid. Hubiera sido injusto. Antes del gol a Hugo S¨¢nchez tambi¨¦n se le anul¨® otro por fuera de juego (m. 37) y Sala volvi¨® a hacer dos paradones a tiros de Dirceu, en saque de falta (m. 34) y de Marian (36), tras una jugada magn¨ªfica. En el ¨²ltimo minuto, otra vez el portero herculano, suplente del enfermo Tornaszewski, sali¨® a los pies de Quique. El Atl¨¦tico marc¨® en el momento oportuno y dej¨® a¨²n m¨¢s sin reacci¨®n al H¨¦rcules.
No fue Alfonso Cabeza y gan¨® el equipo. Estaba en Barajas al regreso de le expedici¨®n repartiendo abrazos. As¨ª es el f¨²tbol y el naufragio evidente de un club que se alegra de una victoria, pero que incluso hubiera preferido no conseguirla para no tener que pagar las 95.000 pesetas de prima a cada jugador, y el doble al entrenador, porque no las tiene.
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