La pintura del Siglo de Oro, ausente de Espa?a, se expone en el Museo del Prado

La exposici¨®n de pintura cl¨¢sica espa?ola m¨¢s importante de las celebradas hasta ahora en Espa?a, seg¨²n medios oficiales, fue inaugurada ayer en el Museo Nacional del Prado por el ministro de Cultura, I?igo Cavero. ?Como ministro dimisionario de Cultura?, dijo I?igo Cavero, ?me llena de satisfacci¨®n terminar mi mandato con la presentaci¨®n de un acontecimiento cultural de tan grande significaci¨®n?. Esta muestra, titulada Pintura espa?ola de los siglos XVI al XVIII en colecciones centroeuropeas, que ofrece algunas de las obras menos conocidas de nuestro artistas, permanecer¨¢ abierta durante este mes de diciembre y el pr¨®ximo mes de enero.

La muestra, que consta de 54 obras de artistas espa?oles del Siglo de Oro, ha sido patrocinada por la Direcci¨®n General de Bellas Artes, del Ministerio de Cultura, en el marco de intercambios de obras de arte que completen las colecciones del Museo del Prado. ?Este tipo de exposiciones?, explic¨® Javier Tusell, director general de Bellas Artes, ?tienen como objetivo proporcionar un conocimiento completo de los cuadros y artistas que, a pesar de constituir un orgullo nacional, son insuficientemente conocidos por la dispersi¨®n de nuestras colecciones desde fechas hist¨®ricas?.La exposici¨®n inaugurada ayer supone la culminaci¨®n, seg¨²n fuentes de la Administraci¨®n, de la pol¨ªtica seguida en exposiciones anteriores, como las del El arte europeo en la corte espa?ola del siglo XVIII, o intercambio realizado con el Museo del Ermitage de Leningrado, de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, y la otra muestra de las colecciones espa?olas en los museos provinciales franceses. Estas exposiciones, junto con la otra complementaria de La imagen rom¨¢ntica en Espa?a, tratan de abordar la difusi¨®n m¨¢s all¨¢ de nuestras fronteras de los tesoros del arte espa?ol en los momentos de m¨¢ximo esplendor.

Los mismos cuadros expuestos desde ayer en la primera pinacoteca nacional, que proceden b¨¢sicamente de museos y colecciones particulares de la Rep¨²blica Federal de Alemania, Austria y Hungr¨ªa, ser¨¢n exhibidos posteriormente en Munich y Viena, junto con otras importantes muestras del Museo del Prado. Entre los artistas representados en la muestra de pintura del Siglo de Oro Figuran Jos¨¦ Antol¨ªnez, Alonso Cano, Juan Carre?o de Miranda, Mateo Cerezo, Claudio Coello, Francisco de Goya, el Greco, Herrera El Viejo, Mart¨ªnez del Mazo, Luis Mel¨¦ndez, Luis de Morales, Murillo, Orrente, Palacios, Pantoja de la Cruz, Ribera, S¨¢nchez Coello, Torres, Vald¨¦s Leal, Vel¨¢zquez, Zurbar¨¢n y otros de la escuela espa?ola del primer tercio del siglo XVII.

El p¨²blico espa?ol tendr¨¢ ahora ocasi¨®n de ver directamente obras que le son familiares a trav¨¦s de reproducciones, que fueron creadas en Espa?a y que por diversas razones -donaci¨®n, venta o rapi?a- salieron fuera de este pa¨ªs. Ausentes por entero de las colecciones espa?olas se exhiben ahora, entre otros cuadros, dos Murillos, procedentes de la Pinacoteca Antigua de Munich. En estas muestras, Ni?os jugando a los dados y La peque?a vendedora de fruta, se hace patente la faceta m¨¢s moderna del artista que en Espa?a fue presentado como el ?pintor de v¨ªrgenes?.

Vel¨¢zquez est¨¢ representado en algunos de sus m¨¢s famosos retratos, que se conservan en Viena, entre los que cabe destacar los de las infantas Margarita Teresa y Mar¨ªa Teresa de Austria. De Zurbar¨¢n se expone en ¨²nico retrato seguro que ha salido de su pincel el de don Alonso Verdugo de Albornoz, conservado en Berl¨ªn y la Sagrada Familia, de sus ¨²ltimos a?os, conservado en Budapest.

Adem¨¢s, la muestra ofrece la Inmaculada, de Ribera, procedente de Viena; El pintor pobre, de Antol¨ªnez, pieza singular en la pintura espa?ola de este g¨¦nero; el retrato de Carlos II de Juan Carre?o de Miranda, y una selecci¨®n de obras de Goya, que van desde el retrato de do?a Mar¨ªa Teresa de Vallabriga, de Munich, de sus tiempos relativamente juveniles, hasta el cuadro de La aguadora o El afilador. Junto a estas obras se ofrece tambi¨¦n la posibilidad de contemplar las dos versiones de El expolio, del Greco, que se conservan en Munich y Budapest.