Mataderos municipales
En el espacio televisivo Mano a mano presentado el pasado d¨ªa 16 de noviembre, un se?or, representante de los consumidores, hizo alusi¨®n al problema de los mataderos, y como las informaciones parciales suelen producir entre los televidentes una confusi¨®n que en nada les beneficia, quisiera presentar algunos datos que pudieran aclarar este asunto.Como el reglamento general de mataderos estaba anticuado, se quiso actualizar parte de su contenido, por lo que en el Bolet¨ªn Oficial del Estado del 4 de febrero de 1977 se public¨® la "Reglamentaci¨®n t¨¦cnico-sanitaria de mataderos, salas de despiece, centro de contrataci¨®n, almacenamiento y distribuci¨®n de carnes y despojos", en el que se dan normas para su funcionamiento, al mismo tiempo que se se?alan las condiciones t¨¦cnicas que deben reunir, as¨ª como el plazo de que dispon¨ªan los ayuntamientos para adaptar sus mataderos.
Ahora bien, como ni en el Real Decreto 3.263/76 ni en posteriores disposiciones se hac¨ªa referencia a subvenciones o cr¨¦ditos para poder llevar a cabo la exigida adaptaci¨®n de los mataderos municipales ya en funcionamiento, y, como por otra parte, las haciendas locales no posibilitaban el desembolso necesario, la inmensa mayor¨ªa de municipios no pudieron cumplimentar el mencionado decreto, lo que propici¨®, ante las peticiones de ayuntamientos, t¨¦cnicos veterinarios, ganaderos y carniceros, la publicaci¨®n del Real Decreto 1.644/8 1, de 3 de agosto, por el que se modifica la reglamentaci¨®n t¨¦cnico-sanitaria decretada el 4 de febrero de 1977, dando un nuevo plazo que terminar¨¢ el d¨ªa 5 de agosto de 1983, transcurrido el cual todos los mataderos que no se hayan actualizado "cesar¨¢n en su actividad".
La Administraci¨®n deber¨ªa ofrecer ayudas econ¨®micas a aquellos municipios que hayan expresado su deseo de adaptar sus mataderos al menos en las mismas condiciones en que, al parecer, fueron facilitadas a los mataderos frigor¨ªficos de propiedad privada.
Si a consecuencia de no haber podido, por falta de medios econ¨®micos u otras causas, realizar las adaptaciones al real decreto ¨²ltimo se cerraran gran n¨²mero de mataderos municipales, los perjuicios que se irrogar¨ªan son incalculables. En efecto, muchos trabajadores del sector quedar¨ªan en paro; el -control de las enfermedades infectocontagiosas del ganado de la comarca ser¨ªa m¨¢s dif¨ªcil; el precio del ganado disminuir¨ªa, al concurrir menos compradores, con el serio peligro de la desaparici¨®n de muchos peque?os y medianos ganaderos, con la subsiguiente baja de la producci¨®n y la l¨®gica subida del precio de la carne; aumento de los gastos de transporte y probable des abastecimiento de los n¨²cleos peque?os de poblaci¨®n apartados de las principales v¨ªas de comunicaci¨®n, lo que inducir¨ªa a realizar matanzas clandestinas; se producir¨ªa un semimonopolio de la carne, con efectos negativos tanto para los productores como para los consumidores y si como consecuencia de la negociaci¨®n del correspondiente convenio colectivo, los trabajadores de los mataderos privados se declarasen en huelga, un gran n¨²mero de espa?oles carecer¨ªan de un alimento de primer¨ªsima calidad como lo es la carne, etc¨¦tera.
Los ayuntamientos que tengan sus mataderos deben defenderlos ,la capa y espada", dot¨¢ndolos de las necesarias condiciones higi¨¦nico-sanitarias, pues con ello protegen a sus conciudadanos, haciendo posible la adquisici¨®n de carne fresca y sana, a un precio justo./
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