12 de octubre: d¨ªa de Espa?a

Seg¨²n el autor, el reciente decreto del Ministerio de Trabajo instituyendo el 12 de octubre como ?fiesta nacional de Espa?a y de la Hispanidad? apunta a un problema importante. En gran parte de los pa¨ªses latinoamericanos, esta fecha es, desde hace m¨¢s de medio siglo, el d¨ªa de homenaje a Espa?a. Y tan justo como este homenaje es -seg¨²n Carlos M. Rama- que los espa?oles conmemoren su empresa hist¨®rica y reivindiquen a la vez la fraternidad con los pueblos hisp¨¢nicos.

El reciente decreto del Ministerio de Trabajo instituyendo para los a?os 1982 y 1983 entre los d¨ªas de fiesta espa?oles nacionales e inmodificables el 12 de octubre como ?fiesta nacional de Espa?a y de la Hispanidad?, a pesar de la aparente frivolidad del tema, apunta a un problema importante.A los cient¨ªfico! sociales extranjeros siempre les ha llama do la atenci¨®n que en un pa¨ªs como Espa?a, donde son tantas las festividades religiosas, locales, provinciales o regionales, sin embargo faltaran fiestas c¨ªvicas nacionales. Nada hay parecido al Catorce de Julio de los Franceses o a las fechas de independencia de los pa¨ªses americanos, como d¨ªas en que toda una sociedad se reencuentra en una celebraci¨®n colectiva que reitera su voluntad de unidad para el presente y el futuro.

En verdad, hasta 1936 Espa?a celebraba con el Dos de Mayo una fecha semejante, porque, no en vano, recordaba con los hechos de 1808 la guerra de la independencia contra los invasores napole¨®nicos.

El franquismo sustituy¨® esa fecha por el Dieciocho de Julio, lo que del punto de vista de la naturaleza de la festividad nacional es literalmente atroz. En vez de buscar una fecha de unidad y cohesi¨®n nacional, consagrar el recuerdo de una fratricida guerra civil es una de las atrocidades que contra Espa?a hizo el funesto r¨¦gimen.

En la esencia de las fiestas nacionales c¨ªvicas est¨¢ el hecho de referirse a una empresa com¨²n y honrosa, a un episodio hist¨®rico en que admite toda la sociedad que participaron sus antepasados, y que por sus caracter¨ªsticas es ejemplar para las nuevas generaciones. En verdad, la empresa, con may¨²scula, de la historia de Espa?a ha sido Am¨¦rica, y el descubrimiento de 1492, como dice el cronista Gomara, ?la cosa m¨¢s grande en la Tierra se hizo desde su creaci¨®n, aparte de la vida y muerte de su creador?.

En un momento desdichado, EL PAIS del d¨ªa 3 de noviembre afirma que el Gobierno actual inventa la fecha (del 12 de octubre). En verdad, hace siglos que Espa?a entera invent¨® a Am¨¦rica, y ese debiera ser motivo de orgullo para todos los espa?oles, m¨¢s all¨¢ de opiniones, aficiones o regionalismos. No es cierto, como se sugiere, que se trata exclusivamente de una fecha castellano-leonesa. Andaluces fueron casi todos los tripulantes del 12 de octubre, y extreme?os los que llegaron a M¨¦xico y Per¨², como vascos los que dieron por vez primera en la historia la vuelta al mundo, y los menestrales navarros, manchegos, aragoneses, valencianos y baleares fundaron ciudades, roturaron campos v¨ªrgenes, abrieron minas, ense?aron la ganader¨ªa, levantaron iglesias y universidades a lo largo de toda Am¨¦rica.

Si Am¨¦rica es una empresa milenaria, en los ¨²ltimos siglos la presencia espa?ola la han asegurado ante todo gallegos, asturianos, catalanes y canarios. Hoy, entre los americanos, viven diez veces m¨¢s gentes con apellidos de esas once provincias que los que est¨¢n afincados en Espa?a.

El primer pa¨ªs donde se decret¨® fiesta nacional el 12 de octubre fue la Rep¨²blica Argentina, por decreto del 4 de octubre de 1917, que firma el presidente don Hip¨®lito Yrigoyen, y en los fundamentos se dice, por ejemplo: ?Siendo eminentemente justo consagrar la festividad de esta fecha en homenaje a Espa?a, progenitora de naciones, a las que ha dado, con la levadura de su sangre y con la armon¨ªa de su lengua, una herencia inmortal que debemos afirmar y mantener con jubiloso reconocimiento?. Esa medida fue imitada en otros pa¨ªses americanos incluso antes que don Antonio Maura, entonces presidente del Consejo de Ministros, presentara a las Cortes Espa?olas, el 8 de mayo de 1918, un proyecto de ley declarando fiesta nacional el 12 de octubre, con la denominaci¨®n de D¨ªa de la Raza, y as¨ª se mantuvo hasta 1958. En esa fecha, siguiendo ideas de Ramiro de Maeztu, se le cambi¨® el nombre de D¨ªa de la Raza por D¨ªa de la Hispanidad. Si lo de D¨ªa de la Raza fue siempre visto con reservas en un continente mestizo como es el americano, lo de hispanidad tiene connotaciones con los t¨®picos fascistas de los a?os treinta.

En definitiva, el Doce de Octubre, como lo vienen sosteniendo los hispanoamericanos, es pura y simplemente el d¨ªa de Espa?a. Como dice el decreto citado de la Rep¨²blica Argentina, si ?el descubrimiento de Am¨¦rica es el acontecimiento de m¨¢s trascendencia que haya realizado la humanidad a trav¨¦s de los tiempos, se debi¨® al genio hisp¨¢nico?, y tan justo como el homenaje que a Espa?a se le hace en el mundo es que los espa?oles evoquen con justificad¨ªsimo orgullo en tal fecha la empresa hist¨®rica que en com¨²n han realizado, y reivindiquen, como su proyecto de futuro, la fraternidad de los pueblos espa?oles con los pueblos americanos.