Ha muerto Jos¨¦ Mar¨ªa Bulart, capell¨¢n de Francisco Franco

Jos¨¦ Mar¨ªa Bulart Ferr¨¢ndiz, capell¨¢n del anterior Jefe de Estado, Francisco Franco, muri¨® anteayer, a los 81 a?os, a consecuencia ?de la edad y de dificultades en el riego cerebral?, seg¨²n declar¨® su secretario particular.Hab¨ªa sido capell¨¢n de Franco desde el 4 de octubre de 1936, cuando el general se encontraba en Salamanca y hab¨ªa recibido del obispo de la di¨®cesis, Pla y Deniel, el palacio arzobispal para convertirlo en cuartel general. Franco hab¨ªa pedido a su amigo Pla y Deniel un capell¨¢n, y ¨¦ste le propuso a Jos¨¦ Mar¨ªa Bulart, un joven sacerdote catal¨¢n licenciado en Sagradas Escrituras.

En opini¨®n de su secretario, era ?un hombre activo, organizador, con car¨¢cter, pero que nunca quiso meterse en pol¨ªtica. Por eso el Caudillo le mantuvo tantos a?os a su lado?. Conoc¨ªa bien a la familia, ?aunque no creo que nadie lo conociera como para decir: yo conoc¨ª a Franco. Su discreci¨®n p¨²blica no imped¨ªa que muchos espa?oles recurrieran a sus buenos servicios, en casos de apuro?.

Fue parco en entrevistas o declaraciones pol¨ªticas. Gironella pens¨® tambi¨¦n en ¨¦l para su libro Cien espa?oles y Dios, pero Jos¨¦ Mar¨ªa Bulart le devolvi¨® el cuestionarlo. Fue amigo de muchos pol¨ªticos, sobre todo de los hombres de la santa casa, los propagandistas cat¨®licos, como Silva Mu?oz y Mart¨ªn Artajo, a quien hab¨ªa conocido en su trabajo de la Acci¨®n Cat¨®lica. El cardenal Taranc¨®n tambi¨¦n encontr¨® en ¨¦l un buen aliado para ?los asuntos de la Iglesia?, aclara su secretario, pero que en aquellos a?os eran tambi¨¦n espinosos asuntos pol¨ªticos.

El capell¨¢n de El Pardo, que tambi¨¦n era rector de la iglesia del Buen Suceso, formaba parte del paisaje familiar de El Pardo y, seg¨²n sus propias declaraciones, acompa?aba a Franco ante el televisor, sobre todo cuando se emit¨ªan partidos de f¨²tbol: ?Antes del furor de la televisi¨®n habl¨¢bamos mucho, pero en cuanto apareci¨® ¨¦sta se quedaba embebido en el aparato y claro, ya no pod¨ªamos hablar tanto?. Tambi¨¦n le compraba libros ?que me encargaba, especialmente de pintura?.

La muerte de Franco le afect¨® como a toda su familia Jos¨¦ Mar¨ªa Bulart se recluy¨® en sus tareas del Buen Suceso, sin dejar de visitar a la viuda del general fallecido. A pesar de se un privilegiado conocedor del anterior r¨¦gimen, no ha dejado papeles ni memorias, rechazando repetidas veces propuestas editoriales para publicar sus recuerdos.