Luis de Pablo hace del sonido de la guerra m¨²sica para la paz
La ¨²ltima obra de Luis de Pablo, Sonido de /a guerra, estrenada el pasado jueves en el teatro Real, obtuvo un ¨¦xito rotundo. El p¨²blico, que casi llenaba el local, aplaudi¨® al compositor y a sus int¨¦rpretes durante largo rato y les hizo salir a escena muchas veces.Sonido de la guerra constitu¨ªa el punto culminante del concierto M¨²sica para la paz, organizado por la Cruz Roja Espa?ola dentro de su campa?a de promoci¨®n de los derechos humanos. Antes, el conjunto vocal e Instrumental Koan, bajo la direcci¨®n de Jos¨¦ Ram¨®n Encinar, dio una versi¨®n rigurosa y austera de los Cantos de cautividad, de Luigi Dallap¨ªccola, estrenada en Madrid, en presencia del compositor, en 1953, por Od¨®n Alonso, y dirigida a?os despu¨¦s, tambi¨¦n para Radio Nacional, por Igor Markevitch. Es p¨¢gina cl¨¢sica del m¨²sico italiano, tanto desde el punto de vista est¨¦tico como del ideol¨®gico: un profundo humanismo puesto siempre al servicio de la libertad. En los Canti empieza a definirse, con trazo seguro, la posibilidad de un serialismo latino.
Teatro Real
Concierto extraordinario ?M¨²sica para la paz ?. Grupo Koan (coral e instrumental). Solistas: A. Higueras, M. Cid, P. Coroslola, E Valladares. Obras de Dallap¨ªccola, Bach y L. de Pablo. 17 de diciembre.
Pedro Corostola, nuestro oran violonchelista, toc¨® excelentemente la tercera suite de Bach, a trav¨¦s de la cual fue evocada la figura representativa de Pablo Casals, de quien, por otra parte, fue disc¨ªpulo Corostola.
En fin, la soprano Ana Higueras, el tenor Manuel Cid, Pedro Corostola, el recitador Francisco Valladares y las voces e instrumentalistas del Koan, dieron una espl¨¦ndida primera audici¨®n de Sonido de la guerra, una suerte de cantata sobre el poema del mismo t¨ªtulo de Vicente Aleixandre, escrita por encargo de la Cruz Roja.
La palabra del Nobel
Sigue Luis de Pablo, con minucioso preciosismo, la palabra po¨¦tica del premio Nobel, en su letra y en su esp¨ªritu, de modo que el resultado es una serie de estrofas mel¨®dicas montadas sobre la estructura de la desolaci¨®n, consecuencia de toda guerra.
El recitado alterna con el canto, prolongado en su belleza por el juego, muy individualizado, del parco grupo instrumental: violonchelo, con car¨¢cter solista, flauta baja, celesta, arpa y percusiones (determinadas e indeterminadas), que s¨®lo en el n¨²mero final se conjuntan en tutti con las voces. La m¨²sica de De Pablo tiene tanto de extensi¨®n de la poes¨ªa como de introspecci¨®n en su contenido, sin que por un momento caiga ni roce la alusi¨®n descriptiva. Pentagramas serenos y de hondo lirismo ¨¦stos de Luis de Pablo, que toman punto de partida en los escritos como ilustraci¨®n esc¨¦nica para La velada en Benicarl¨®, pero que, como sucede otras veces en el compositor, se convierten en algo diferente y aut¨®nomo.
Despu¨¦s del largo recorrido est¨¦tico de Luis de Pablo, Sonido de la guerra viene a decirnos la l¨®gica coherencia creadora del m¨²sico vasco, pues, si su ¨²ltima obra puede conectarse con otras inmediatamente anteriores, tambi¨¦n parece evocar ciertas actitudes iniciales del De Pablo juvenil, como sus casi balbuceantes canciones sobre Machado o sus Villancicos sobre Alberti.
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