La intervenci¨®n del Ejercito en Polonia dificulta m¨¢s las relaciones entre Este y Oeste
De manera premonitoria, en v¨ªsperas del golpe de Varsovia, apareci¨® en las librer¨ªas francesas Un seul lit pour deux reves (Un solo lecho para dos sue?os), del historiador y redactor jefe del diario Le Monde, Andr¨¦ Fontaine. En 538 p¨¢ginas condensa la historia de la detente (distensi¨®n) iniciada en tiempos de Jruschov y Kennedy, y que el autor da por concluida con la invasi¨®n de Afganist¨¢n por los sovi¨¦ticos. Anteriormente hab¨ªa escrito, en dos tomos, la Historia de la guerra fr¨ªa.
Fontaine, para titular este libro, acogido por la Prensa como "un monumento y un instrumento imprescindible para penetrar la historia contempor¨¢nea", recurre a un proverbio chino que repet¨ªa Zhou Enlai, el misterioso dirigente chino: "Las dos grandes potencias duermen en la misma cama, pero no sue?an lo mismo".La intervenci¨®n del Ej¨¦rcito en Polonia con la aprobaci¨®n impl¨ªcita de la URSS, frente al estado de alerta de EE UU, confirma una vez m¨¢s la dif¨ªcil cohabitaci¨®n de los dos sue?os diferentes que dramatizan el destino polaco y el del mundo. Fontaine as¨ª lo manifiesta en unas declaraciones a EL PAIS.
Pregunta. ?C¨®mo ve usted el futuro de las relaciones Este-Oeste, o m¨¢s concretamente entre Washington y Mosc¨², tras el golpe del general Jaruzelski en Polonia?. ?Intervendr¨¢n los sovi¨¦ticos en este pa¨ªs?
Respuesta. El golpe de Jaruzelski estaba destinado, precisamente, a evitarles a los sovi¨¦ticos su intervenci¨®n directa. Mi opini¨®n sobre este punto es la misma hoy que ayer. A los sovi¨¦ticos no les interesa intervenir directamente en Polonia por dos razones: primera, porque interrumpir¨ªan probable mente la ola de pacifismo que se desarrolla en Occidente, y esta ¨²ltima favorece una de las perspectivas m¨¢s interesantes para Mosc¨²: deteriorar las relaciones entre Washington y Bonn. Segunda raz¨®n: la intervenci¨®n sovi¨¦tica desencadenar¨ªa un engranaje muy dif¨ªcil, la posible resistencia armada de los polacos, las represalias americanas en otros puntos neur¨¢lgicos, como Cuba por ejemplo, contra la que EE UU ha lanzado amenazas m¨¢s o menos precisas.
Por lo que se refiere al futuro de las relaciones entre Washington y Mosc¨², tras el golpe en Polonia, pienso que hay que intentar adivinarlas a partir de un hecho: los dos imperios est¨¢n en crisis. Checoslovaquia, Hungr¨ªa, Afganist¨¢n, Polonia, representan otros tantos fracasos para la URSS. La crisis econ¨®mica les afecta a los pa¨ªses del este igualmente. En realidad, lo ¨²nico que funciona bien en la URSS es el ej¨¦rcito, para imponer orden. Lenin hab¨ªa dicho que la URSS es un gigante con pies de arcilla. EEUU no controla su econom¨ªa y en el mundo occidental el pacifismo evidencia una desconfianza general en los sistemas pol¨ªtico-econ¨®micos existentes para responder a los problemas de nuestro tiempo.
P. ?Se va hacia una guerra mundial?
R. Desde que termin¨® la segunda conflagraci¨®n mundial se han producido 127 guerras, que han causado 32 millones de muertos esto quiere decir que ya estamos en guerra en diversos puntos del globo, pero lo cierto es que no se ha consumado una confrontaci¨®n directa entre Washington y Mosc¨². De todas maneras, yo no creo demasiado en esa posibilidad. No hay que olvidar que; en ese caso, la suerte de cada uno de los contendientes est¨¢ en juego. En efecto, hoy, a groso modo, existe un equilibrio estrat¨¦gico, lo que quiere decir que el atacante se ver¨¢ castigado en proporciones tales que no le compensar¨¢n los beneficios. Lo que existe hoy es un elemento nuevo que, en mi opini¨®n, es el que introduce un cierto peligro de guerra. En efecto, al descartar la posibilidad de un ataque directo EE UU-URSS, pierde su credibilidad una intervenci¨®n estrat¨¦gica de los americanos contra los sovi¨¦ticos para defender a sus aliados. Y, por esto, Europa se convierte en un posible campo de batalla. De ah¨ª que Reagan hable de batalla limitada en Europa. De todas maneras, hoy, en el conjunto del mundo capitalista, existe una zona superprotegida en el plano estrat¨¦gico, EE UU, y una menos protegida, Europa. Y la experiencia hist¨®rica dice que el eventual enemigo ataca siempre por el flanco m¨¢s d¨¦bil, antes de afrontar el m¨¢s protegido.
P. ?Va a salir el mundo alguna vez del reparto de Yalta, es decir, la emergencia de nuevos polos es viable?
R. Una advertencia: en Yalta no hubo reparto del mundo. En Yalta se procedi¨® a una cierta ordenaci¨®n. El reparto del mundo lo hicieron las armas nucleares. Es decir, no estamos en el mundo de Yalta, sino en el mundo de las armas at¨®micas. Y este mundo no es multipolar. Mao y De Gaulle pretendieron erigirse en un polo, pero no hubo desaf¨ªo, y a la postre, hoy, Francia y China son aliados de Estados Unidos. El Tercer Mundo est¨¢ dividido, como lo prob¨® la Conferencia de La Habana. Arabia Saud¨ª es un polo regional, pero sin estructuras y resentido de su fragilidad pol¨ªtica y econ¨®mica. Jap¨®n es la tercera potencia industrial mundial, pero, en apariencia al menos, no tiene aspiraciones pol¨ªticas. En suma, los polos son los mismos de hace treinta a?os. Ahora bien, la historia dice que los imperios, a medida que se extienden, se debilitan. Es el caso presente. Hoy fallan las estructuras de esos dos polos, pero no se ve a¨²n c¨®mo se reemplazar¨ªan. Como ya ha pasado en otros casos similares de la historia, habr¨¢ un per¨ªodo de transici¨®n m¨¢s o menos an¨¢rquico, hasta que se establezca otra hegemon¨ªa.
P. ?Europa no ser¨ªa un centro de equilibrio mundial?
R. Esa fue la idea inicial, pero la realidad no lo ha confirmado, aunque de tres a?os a esta parte la CEE empieza a encontrar una cierta convergencia diplom¨¢tica.
P. La eventual desaparici¨®n de Breznev ?en que medida influir¨¢ en la situaci¨®n presente?
R. En la URSS, los per¨ªodos de sucesi¨®n son largos. En esta ocasi¨®n, durante unos tres a?os se desarrollar¨¢ un per¨ªodo de adaptaci¨®n, como otras veces. Y como en Mosc¨² el Ej¨¦rcito y el Partido Comunista forman unaespecie de gerontocracia (como en la Iglesia antes del Vaticano II), si hubiese batalla por el poder, los militares ser¨ªan probablemente los ¨¢rbitros.
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