Goleada navide?a del Madrid
El Madrid obsequi¨® a sus seguidores con una goleada navide?a. El R¨¢cing, que no ha sido el peor equipo que ha pasado por Chamart¨ªn en lo que va de temporada, intent¨® jugar al f¨²tbol y se vio desbordado por un Madrid catapultado por Stielike, pero que realiz¨® el mejor juego en el segundo per¨ªodo cuando Gallego pas¨® a ser centrocampista. Sobre el d¨²o Stielike-Gallego pivot¨® el Madrid. Sobre esta parej a mont¨® Boskov el partido y le sali¨® bien.Gallego deber¨ªa ser siempre centrocampista, pero el entrenador del Madrid no se decide a ello m¨¢s que en determinadas circunstancias. El domingo, tras un primer tiempo agotador de Stielike, decidi¨® invertir las posiciones. El alem¨¢n se situ¨® atr¨¢s y bord¨® el juego de l¨ªbero. Sereno, bien colocado y sabiendo siempre a quien enviar el bal¨®n e incluso aprovechando la ocasi¨®n para subir al ataque. Gallego mientras fue l¨ªbero se movi¨® bien, pero con el natural complejo de entregarle la pelota siempre a Del Bosque, para que ¨¦ste monte el contragolpe. En el centro del campo, Gallego supo marcar a su par, pero se distingui¨® en dos facetas fundamentales: se situ¨® en solitario en la banda derecha cuantas veces hizo falta para contragolpear y centr¨® con rapidez y peligro.
Gallego es jugador con facultades suficientes para estar en la creaci¨®n y en el remate. Es una pena que tenga que constre?irse a la defensa, en donde no puede lucir en plenitud su espl¨¦ndida gama de cualidades. Con Gallego en la zona ancha jug¨® mucho mejor Garc¨ªa Hern¨¢ndez, que supo colaborar en las jugadas m¨¢s peligrosas del segundo per¨ªodo y estuvo en la pomada de los goles.
El R¨¢cing sali¨® con precauciones y, naturalmente, solamente dej¨® en punta a Ver¨®n y al atl¨¦tico Pedraza, que fue el mayor peligro para la defensa madridista. El Madrid adelant¨® a San Jos¨¦ al centro del campo y fue un atacante afortunado en ocasiones. San Jos¨¦ vigil¨® eficazmente a Bernal, el hombre de mejor disparo desde lejos que tiene el R¨¢cing. La superioriodad madridista en la parcela intermedia dio frutos con celeridad. El juego por las alas produjo una serie de centros sobre el ¨¢rea, cuyo fruto no fue m¨¢s exultante porque Pereira estuvo magistral en un par de remates de cabeza, desde dentro del ¨¢rea chica y porque los rematadores madridistas pusieron su punto de mira en tres ocasiones en la madera.
El encuentro, con un R¨¢cing que, quiso hacer buen f¨²tbol, pudo terminar en una goleada de esc¨¢ndalo. Ocasiones de gol tuvieron los madridistas muchas m¨¢s de las que entran en media docena de partidos. El R¨¢cing tambi¨¦n hizo sus pinitos frente a Miguel Angel, pero lleg¨® siempre en inferioridad de condiciones y no pudo culminar sus sanas intenciones.
El entrenador del R¨¢cing, con el marcador en contra, sustituy¨® a un defensa, Preciados, por un delantero, Alarc¨®n. El intento fue vano, pero el p¨²blico debi¨® agradec¨¦rselo porque con esta decisi¨®n nunca vimos a un equipo limitado a defender su marco.
Los santanderinos hicieron cosas sustanciosas, pese a que no alcanzaran el consuelo de alg¨²n gol. El tanto en contra en el segundo minuto del encuentro no les amilan¨®. En su contra ¨²nicamente puede decirse que sobraron algunas faltas, que fueron menos mal intencionados, en ciertos casos, que lo que los espectadores quisieron adivinar.
El partido result¨® entretenido en la mayor¨ªa de los minutos. Juanito mejor¨® un tanto sus ¨²ltimas actuaciones y el salmantino Ito volvi¨® a deleitar al p¨²blico con esos regates tambaleantes que realiza y que nunca se sabe c¨®mo pueden terminar. Ito baj¨® mucho en el segundo tiempo. Sigue sin aguantar el ritmo de un partido entero.
Boskov, que es como un padre para Isidro, relev¨® al salmantino y parte de los espectadores protestaron el cambio. Ito ya estaba agotado, aunque pod¨ªa haber aguantado los cinco minutos finales. Los cambios de ¨²ltima hora s¨®lo tienen por objeto perder tiempo o regalar la prima. Isidro ¨²nicamente toc¨® el bal¨®n una vez. No tuvo tiempo m¨¢s que para caminar con la cabeza gacha.
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