El sorteo del Mundial, limpio, pero dirigido
El Mundial espa?ol corre peligro de rid¨ªculo en el extranjero. La est¨²pida pol¨¦mica sobre el sorteo ha puesto a la organizaci¨®n espa?ola en las copias de ciego de los zocos de todo el mundo. Porta afirma que todo est¨¢ bendecido, y Saporta se empe?a en afirmar que el sorteo ser¨¢ limpio y sin trampa ni cart¨®n. Analizadas ambas posturas resulta que ambos tienen raz¨®n, pero discuten por pura cuesti¨®n de matices. Al margen sus peleas, m¨¢s o menos ¨ªntimas, en lo tocante al Campeonato del Mundo no hay raz¨®n para sacar los pies del tiesto. El sorteo ser¨¢ limpio, pero estar¨¢ dirigido como mandan los c¨¢nones.
La Federaci¨®n Internacional de F¨²tbol est¨¢ preocupada por el mitin que se ha montado en Espa?a, y cuyas repercusiones en el extranjero amenazan con emponzo?ar el Mundial de Espa?a antes de tiempo. Ya hay gatos escaldados que recuerdan los precedentes infaustos, como el triunfo de Italia en su casa, en 1930; como el de Inglaterra en su terreno, en 1966, y como el de Argentina en el Monumental de River, en 1978.El Mundial espa?ol no va a ser diferente, en cuanto al sorteo, a los anteriores campeonatos. El sorteo puro es imposible. De entrada, porque ser¨ªa injusto, ya que podr¨ªa colocar en un mismo grupo a cuatro potencias, de las que dos quedar¨ªan eliminadas en la primera ronda. Un sorteo sin precauciones podr¨ªa llevar a los puestos de privilegio a algunos mediocres.
El sorteo est¨¢ limitado, en primer lugar, por las cabezas de serie. Al margen del pa¨ªs organizador, cortes¨ªa que se otorga siempre, por pura l¨®gica organizativa, en Espa?a ocupar¨¢n los primeros lugares las selecciones que han obtenido t¨ªtulos mundiales. Por sentido com¨²n, el resto de las selecciones no pueden quedar entremezcladas. Hay incompatibilidades claras que deben evitarse. La calidad y las ¨¢reas geogr¨¢ficas deben establecer divisiones. La f¨®rmula de los cuatro bombos, con seis bolas en cada uno, permitir¨¢ equilibrar los seis grupos del inicio. De esta manera ninguna selecci¨®n tendr¨¢ s¨®lo peritas en dulce. Un campeonato debe producir, por medio del juego, las debidas cribas, pero siempre sobre la base de que la fortuna no produzca una clara adulteraci¨®n.
Porta ha explicado esta teor¨ªa y hay que entenderla como razonable. Espa?a, con ser el pa¨ªs organizador y el que m¨¢s interesa a la FIFA, porque sin el anfitri¨®n la fiesta decae, tendr¨¢ que vencer al menos a una selecci¨®n seria y a una folkl¨®rica para obtener su pase a la segunda ronda. Junto a Camer¨²n, Kuwait, Honduras o El Salvador, por citar posibles adversarios, a Espa?a le tocar¨¢n en suerte otras dos selecciones del calibre de Escocia, Checoslovaquia, Polonia, Austria o Per¨².
El sistema de los cuatro bombos no significa que el sorteo est¨¦ ama?ado. Simplemente est¨¢, dirigido. Como lo est¨¢n los torneos ten¨ªsticos internacionales. A nadie se le ocurrir¨ªa pensar que en Wimbledon pudieran enfrentarse en la primera ronda Borg y McEnroe.
Saporta puede presumir de loter¨ªa honesta en el Palacio de Congresos el pr¨®ximo 16 de enero porque cada bombo har¨¢ la distribuci¨®n que desee la fortuna. De momento, que se sepa, no ha lugar a las bolas fr¨ªas y calientes. Todo se har¨¢ como afirma Porta y como corrobora Saporta, aunque aparentemente hayan dicho lo contrario.
Los grandes fraudes de los mundiales no se han hecho en el sorteo. La mano negra tiene m¨¢s influencia en la designaci¨®n de los ¨¢rbitros y en lo que ¨¦stos se dejen querer. El ambiente del campeo nato siempre juega a favor de equipo de casa. Un penalti de lo que se denominan rigurosos s¨ª puede alterar una clasificaci¨®n. Desde que se vari¨® la f¨®rmula de la disputa de la Copa de la FIFA cabe incluso la posibilidad de que el campe¨®n haya sido derrotado una vez en la fase preliminar. Alemania, en 1974, perdi¨® en Hamburgo frente a la otra Alemania Argentina, antes de derrotar a Holanda el d¨ªa de la final, con arbitraje del italiano Gonella, fue batid por Italia. El Mundial-82 no ser muy diferente a los celebrados.
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