Montserrat Caball¨¦ triunfa en Par¨ªs con la "Sem¨ªramis " de Rossini
Montserrat Caball¨¦ est¨¢ obteniendo un ¨¦xito apote¨®sico, junto a Marilyn Horne, en Par¨ªs. Ambas cantantes interpretan la Sem¨ªramis, de Rossini, bajo la direcci¨®n de Jes¨²s L¨®pez Cobos. P¨²blico y cr¨ªtica han coincidido en considerar sus d¨²os como el trabajo de conjunci¨®n m¨¢s perfecto que se ha o¨ªdo en Par¨ªs desde hace a?os. Individualmente, demuestran ser las primeras en sus cuerdas y las ¨²nicas capaces de resucitar una obra tan larga y dif¨ªcil.En toda la Prensa se comenta el excepcional momento vocal de la soprano espa?ola, que hace unos a?os pas¨® por un bache ocasionado por una importante intervenci¨®n quir¨²rgica que la oblig¨® a reconsiderar todo su planteamiento vocal. Su pr¨®xima aparici¨®n como Ana Bolena en la Scala, con los mismos decorados dise?ados para la Callas y desde entonces no utilizados, es esperada con gran expectaci¨®n.
Tras la c¨¦lebre producci¨®n de Aix-en-Provence en 1980 y otra serie de representaciones en San Francisco, ambas divas la repiten en Par¨ªs. La expectaci¨®n levantada ha sido enorme, no en vano se trata probablemente de las dos primeras cantantes en su cuerda, y a ella se han sumado dificultades de ¨²ltima hora: el manifiesto de la orquesta alegando su ausencia de responsabilidad ante la ac¨²stica de la sala de los Campos El¨ªseos, la amenaza de huelga del coro y la misma enfermedad de la Horne. La huelga pudo posponerse y la c¨¦lebre mezzo reponerse a tiempo para la premier, pero la ac¨²stica, seca y perjudicial para la orquesta y, en cambio, apropiada para las voces, no se pod¨ªa cambiar.
Voces excepcionales
La obra, de por s¨ª larga y quiz¨¢ mon¨®tona, s¨®lo puede sostenerse a base de voces excepcionales, y las dos aqu¨ª reunidas no admiten superaci¨®n. La compenetraci¨®n a la que han llegado se produce muy espor¨¢dicamente, no ya en representaciones en vivo, sino tambi¨¦n en grabaciones discogr¨¢ficas. Se trata de un trabajo fuera de serie, tanto conjunta como individualmente, que p¨²blico y cr¨ªtica no han dudado en calificar como lo m¨¢s perfecto en el g¨¦nero escuchado en Par¨ªs desde hace a?os.Se comenta asimismo el excepcional momento vocal de la soprano espa?ola, que hace pocos meses era capaz de triunfar igualmente en Par¨ªs con el totalmente opuesto papel de Turandot. La Caball¨¦, a fuerza de constancia y estudio, ha logrado superar el bache ocasionado por la seria intervenci¨®n quir¨²rgica de hace unos a?os. Su voz mantiene el bell¨ªsimo centro, los graves se han redondeado y los agudos, quiz¨¢ un punto met¨¢licos, se muestran seguros, mientras contin¨²a asombrando la habilidad para las graduaciones volum¨¦tricas. Y todo ello es m¨¢s sorprendente considerando que en el espacio de cuatro d¨ªas ha interpretado dos Sem¨ªramis en Par¨ªs y un concierto de favor en Niza, sustituyendo a la indispuesta Olivia Stapp. Su pr¨®ximo y esperado paso es el deb¨² como Anna Bolena, cuyas primicias ofrece en Barcelona en enero para luego asumirlo en la Scala dentro de la misma producci¨®n dise?ada para la Callas y desde entonces aguardando otra protagonista.
Marilyn Horne no posee una voz que admire por su potencia, y por ello su repertorio es limitado, pero s¨ª por su extensi¨®n y redondez, as¨ª como capacidad para cualquier coloratura. El resto del reparto no desmerece en nada, sobresaliendo especialmente el bajo Samuel Ramey.
La obra, extensa y dif¨ªcil, reclama una direcci¨®n viva y animada, tal y como L¨®pez Cobos la plantea, siendo de mencionar el vuelo y respiraci¨®n de las melod¨ªas, as¨ª como el permanente apoyo a los int¨¦rpretes. La orquesta, sin embargo, ha descendido en calidad desde que Libermann abandon¨® la direcci¨®n de la Opera de Par¨ªs. La escenografia de Pizzi, muy simple conceptualmente, utiliza exclusivamente el blanco, exceptuando el traje rojo de la Horne y los presagiosamente negros de la soprano y el bajo en el ¨²ltimo acto. La producci¨®n no distrae la atenci¨®n y es f¨¢cilmente trasvasable a cualquier teatro.
Hace unos meses se gestion¨® la presentaci¨®n de la producci¨®n ¨ªntegra en Barcelona, pero otros contratos comprometidos lo impidieron. Quiz¨¢ alguna entidad se anime el a?o pr¨®ximo para ofrecer en Espa?a lo que, hoy por hoy, es la cumbre del bel canto. Montserrat Caball¨¦ representar¨¢ Anna Bolena en el Liceo de Barcelona los pr¨®ximos d¨ªas 2, 5 y 7 del pr¨®ximo mes de enero de 1982, con ella estar¨¢n Alicia Naj¨¦, Cesare Siepi, Luis Lima, Enric Serra y Jane Berbier. Dirigir¨¢ Armando Gatto.
Babelia
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