ETA Militar reivindica el secuestro del industrial Jos¨¦ Lipperheide
Por medio de una llamada telef¨®nica a diversos medios informativos vascos, ETA Militar reivindic¨® ayer el secuestro del industrial y financiero Jos¨¦ Lipperheide, perpetrado en la ma?ana del martes en su domicilio de Guecho (Vizcaya). El an¨®nimo comunicante no explic¨® las razones del secuestro ni mencion¨® condici¨®n alguna para su liberaci¨®n. ?Asumimos?, dijo ¨²nicamente, ?el arresto del destacado miembro de la oligarqu¨ªa vasca Jos¨¦ Lipperheide?.La sucinta reivindicaci¨®n se produc¨ªa poco antes de las 19.15 horas y pon¨ªa fin a las dudas que desde el primer momento se ten¨ªan sobre la autor¨ªa del secuestro, no as¨ª de los m¨®viles. No ha anunciado ETAm, como en otras ocasiones, un nuevo comunicado explicando las razones de la acci¨®n. Aunque ello no implica que no lo vaya a hacer en los pr¨®ximos d¨ªas, tambi¨¦n podr¨ªa interpretarse como el deseo de ETA de que sea ahora la familia del secuestrado la que, a trav¨¦s de alg¨²n cauce, se ponga en contacto con la organizaci¨®n para conocer las condiciones de la liberaci¨®n, si es que aqu¨¦lla no se las ha hecho llegar. Dichas condiciones se supone que son econ¨®micas, y de ser as¨ª se traducir¨ªan presumiblemente en un fuerte rescate.
Sin embargo, en el domicilio de Jos¨¦ Lipperheide se aseguraba ayer por la noche que en el mismo no se hab¨ªa recibido ninguna comunicaci¨®n de los secuestradores sobre el estado en que se encuentra aqu¨¦l ni las condiciones de un posible rescate. ?Las ¨²nicas noticias que tenemos son las de la reivindicaci¨®n, y nos las han dado ustedes, los periodistas?, afirmaba un portavoz de la familia. ?Nos preocupa que no nos digan c¨®mo est¨¢ nuestro padre ni qu¨¦ quieren?.
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La familia del industrial vasco no ha recibido comunicaci¨®n directa de ETA MilitarViene de la primera p¨¢gina
La familia del secuestrado manifest¨® en la tarde de ayer que en su domicilio no se hab¨ªan recibido comunicaciones de los secuestradores sobre el estado de aqu¨¦l ni las condiciones de su posible rescate, aunque todo parece indicar que la organizaci¨®n terrorista exija una fuerte suma de dinero para recoger fondos, ya que sus finanzas est¨¢n ahora debilitadas ante la negativa de los empresarios a pagar el denominado impuesto revolucionario.Cuando en las horas siguientes al secuestro se especulaba sobre la autor¨ªa del mismo, al valorar las razones que tendr¨ªa ETA para llevar a cabo esta acci¨®n, se coincid¨ªa en la eventual necesidad de la organizaci¨®n de reforzar sus finanzas, que se habr¨ªan visto mermadas por la creciente negativa de empresarios y particulares a satisfacer el denominado impuesto revolucionario que se les exig¨ªa. Se consider¨®, pues, desde el primer momento que el secuestro servir¨ªa al mismo tiempo para amedrentar a aqu¨¦llos y contrarrestar as¨ª las campa?as que al respecto han realizado en los ¨²ltimos tiempos tanto el PNV como el Gobierno vasco.
En este sentido, un portavoz del Ejecutivo vasco manifestaba ayer a EL PAIS su temor ?de que el miedo vuelva a los receptores de la carta exigiendo el impuesto revolucionario y vuelvan a repetirse otra vez los viajes continuos a Hendaya?.
Con respecto a este tema, el industrial Luis Olarra hizo ayer unas duras declaraciones, en las que, entre otras cosas, dec¨ªa: ?Hemos llegado a lo m¨¢s inhumano y degradante para una sociedad civilizada como es el chantaje. La mayor barbaridad que ahora puede hacerse y espero que nadie lo haga, es aceptar la extorsi¨®n en masa, que con este secuestro se pretende, a trav¨¦s del llamado impuesto revolucionario, que muchos hab¨ªan dejado de pagar. Pero quienes les han aconsejado que as¨ª lo hicieran se hacen ahora los sordos, porque son incapaces de afrontar nada en serio. S¨®lo apelando al sentido de la responsabilidad de todos y cada uno, neg¨¢ndose a los intentos de romper la sociedad, pueden pervivir los pueblo. Los empresarios?, a?ad¨ªa Olarra, ?aceptan el grado de responsabilidad que les corresponde en el solidario quehacer constructivo, y esperan ser correspondidos por quienes deben dar ejemplo en los momentos dif¨ªciles?.
No hay desbandada de financieros
Sin embargo, el industrial vizca¨ªno consideraba ?un exceso? una informaci¨®n de una agencia estatal, que afirmaba ayer que a ra¨ªz del secuestro de Jos¨¦ Lipperheide se habr¨ªa producido una desbandada de familias residentes en el barrio de Neguri para autoprotegerse en relaci¨®n con nuevas acciones de ETAm y para impedir ser extorsionadas por medio del denominado impuesto revolucionario.
?No me consta?, declar¨® Olarra a EL PAIS, ?tal desbandada ni yo he tenido ninguna noticia sobre nada anormal en este sentido, y yo vivo en Neguri. Lo que s¨ª puede existir es una cierta alarma tras el secuestro de Lipperheide, tras un per¨ªodo en el que la gente del empresariado pensaba, confiada, que el tema del impuesto revolucionario estaba controlado, ya que cada vez se pagaba menos. Se hab¨ªa creado un cierto clima de tranquilidad que ahora se ha roto?.
El propio gobernador civil de Vizcaya consideraba como excesivamente alarmante y, exagerada la mencionada informaci¨®n e indicaba que ?no nos consta que tal desbandada de empresarios se haya producido?. Manifest¨® tambi¨¦n a EL PAIS que, tras el secuestro de Lipperheide no se han producido por parte de familias de Neguri ni de empresarios peticiones especiales de protecci¨®n. Por su parte, un portavoz del Gobierno vasco calificaba dicha informaci¨®n como ?alarmista? y un ejemplo de ?terrorismo informativo?.
El recuerdo de Javier Ibarra
En c¨ªrculos pol¨ªticos y empresariales vascos el secuestro de Jos¨¦ Lipperheide trae a la memoria, por sus muchas coincidencias, el que sufriera Javier Ibarra. En estos c¨ªrculos se considera que, como en aquella ocasi¨®n, el secuestro, m¨¢s que dirigido contra el propio Jos¨¦ Lipperheide, tiene como objetivo la familia Lipperheide, dado que en la misma hay miembros influyentes, como su hermano Federico, que participa tambi¨¦n en los negocios familiares, y el hijo de este ¨²ltimo, que es vicepresidente del Banco de Vizcaya. En este sentido, se recuerda que cuando un comando ?berezi? de ETA-pm -que luego se integr¨® en ETAm- secuestr¨® a Javier Ibarra, la impresi¨®n que se tuvo desde el primer momento era de que el rescate por su liberaci¨®n se ped¨ªa m¨¢s a las diversas ramas de la familia Ibarra que a sus propios hijos.
Sin embargo, distintas fuentes financieras y empresariales consultadas por EL PAIS han indicado que la mayor parte de los negocios que controlan o en los que participan los distintos miembros de la familia Lipperheide -la mayor parte peque?as y medianas empresas- no pasan precisamente en la actualidad por su mejor momento, e incluso algunos de ellos conocen serias dificultades econ¨®micas.
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