La lucha por el poder entre los diversos sectores del partido comunista de Polonia no est¨¢ decidida todav¨ªa
Tres semanas despu¨¦s de la declaraci¨®n de estado de guerra en Polonia, el Partido Obrero Unificado Polaco (POUP, comunista) comienza a dar se?ales de vida en los escasos medios de comunicaci¨®n que se publican. De momento un sector centrista, que se sit¨²a en torno al miembro del Bur¨® Pol¨ªtico, Kazimierz Barcikowski y el viceprimer ministro Mieczyslaw Rakowski, parece llevar casi toda la iniciativa pol¨ªtica. Pero "la carrera est¨¢ abierta", coment¨® un miembro del POUP, que no excluye incluso la posible formaci¨®n de un nuevo partido.
Durante varios d¨ªas, en la sede del Comit¨¦ Central del POUP en el centro de Varsovia, tuvo lugar un extra?o juego. Primero desapareci¨® la habitual bandera roja del partido, que fue sustituida por una polaca; despu¨¦s apareci¨® de nuevo la roja por debajo de la polaca, actualmente est¨¢n las dos banderas a id¨¦ntica altura y tan juntas, que es necesario dar la vuelta al edificio para percibir la bandera roja y blanca por un lado, y la roja por el otro.Como si se tratase de un bar¨®metro que indica la marcha de los acontecimientos, los movimientos de banderas tienen su significado. En un primer inomento, despu¨¦s del estado de guerra, el POUP desapareci¨® pr¨¢cticamente de la vida p¨²blica, poco despu¨¦s tomaron la palabra los duros, gentes pr¨®ximas al grupo llarnado cabezas de cemento del POUP y los antijud¨ªos.
Poco a poco la situaci¨®n cambi¨®, debido al convencimiento de la necesidad de llegar a un compromiso imprescindible para conseguir que los obreros en Polonia se pongan a trabajar, para sacar al pa¨ªs de la crisis. Esta convicci¨®n favoreci¨® la posici¨®n del sector antiguamente reformista, pero que en las actuales circunstancias no se puede llamar por ese nombre, porque para las reformas no queda espacio.
Una fuerte lucha
Un militante del POUP, con acceso a los altos cargos de direcci¨®n, explic¨® en Varsovia que la declaraci¨®n de estado de guerra fue un fuerte golpe para el partido. "Ahora la cuesti¨®n es saber hacia d¨®nde marchar¨¢, porque hay una fuerte lucha y no se sabe qui¨¦n se impodr¨¢: los reformistas o el aparato conservador".Sobre la figura del general Wojciech Jaruzelski, el informante dice que act¨²a "como ese personaje de Los ¨¢ngeles de Charlie que da las ¨®rdenes sin aparecer. El cuenta con Barcicowski para los asuntos del partido, con el general Siwicki para el Ej¨¦rcito y con Obudowski para las cuestiones econ¨®micas de Gobierno y Rakowski para las pol¨ªticas".
El interlocutor piensa que Jaruzelski podr¨ªa ref¨®rmar el POUP de arriba abajo y "si tuviese suficiente poder, ir¨ªa hacia la reforma". No se excluye incluso la creaci¨®n de una nueva formaci¨®n pol¨ªtica. "Claro que ser¨ªa marxista-leninista y con un papel de liderazgo en la sociedad, pero no est¨¢ claro qu¨¦ tipo de organizaci¨®n ser¨ªa. Todo esto es muy prematuro, no se puede saber qui¨¦n ganar¨¢, porque hay tareas m¨¢s dirigentes". La inseguridad dentro de las filas del partido es total; "ni un solo hombre en el sistema pol¨ªtico puede sentirse seguro en su puesto: ni concejales, ni directores de f¨¢brica, nadie". Nuestro interlocutor comenta que el l¨ªder del sector conservador del POUP y miembro del Bur¨® Pol¨ªtico, Stefan Olszowski, "podr¨ªa quiz¨¢ recibir un puesto de embajador".
En sectores de la oposici¨®n en Polonia se pone en duda que Jaruzelski pueda realizar esa reforma del POUP. "?Con quien podr¨ªa hacerlo?, el partido ha perdido ya todas las fuerzas reformistas y s¨®lo le queda el aparato, que de ninguna forma est¨¢ dispuesto a llevar a cabo la reforma", comenta un joven profesional del sindicato independiente Solidaridad. El golpe de Jaruzelski ha servido tambi¨¦n para devolver la confianza y seguridad a algunos afiliados al POUP, que hab¨ªan llegado a una completa desmoralizaci¨®n y ahora tienen la sensaci¨®n de "haber recuperado el poder". Un joven profesor universitario se reuni¨® con varios amigos del partido, para pasar a intervenir activamente en la regeneraci¨®n del POUP. El profesor cree que se cumple actualmente el dicho popular de que "el polaco no se da cuenta de las cosas hasta que se han producido los da?os" y cree, de forma optimista, que la gente llegar¨¢ a estar agradecida a Jaruzelski.
Son las ocho de la ma?ana en Varsovia y el joven profesor qued¨® completamente sorprendido de nuestra aparici¨®n en la puerta de su casa. Nos pide que le acompa ?emos a hacer la compra en una tienda pr¨®xima, donde realmente se ven todos los productos de consumo diario, pan, harina, leche y mantequilla. Con gesto orgulloso el militante del POLIP comenta: "Como podeis ver, el abastecimiento est¨¢ mejor que antes del 13 de diciembre. Esto no os lo ten¨ªa preparado".
En otras calles de Varsovia se advierten las mismas colas de siempre para conseguir productos y la situaci¨®n del abastecimiento puede decirse que es la misma poco m¨¢s o menos.
Largo estado de guerra
Un alto funcionario de la Administraci¨®n p¨²blica se manifiesta optimista respecto al futuro, "aunque todo depende de la postura que tome Reagan. S? contin¨²a en esa posici¨®n de enfrentamiento, las cosas ir¨¢n mal". El convencimiento general es que la situaci¨®n de estado de guerra "va para largo, porque no se toma una determinaci¨®n as¨ª para dar marcha atr¨¢s a los pocos d¨ªas y dejar las cosas como estabaan", dice el profesor miembro del POUP, que cuando habla de Solidaridad lo hace en pasado. "Hablo en pasado, porque para m¨ª ya no existe. Claro que habr¨¢ un sindicato independiente en el futuro, incluso con Walesa, pero ser¨¢ otra cosa, con l¨ªmites claramente fijados. Walesa recibir¨¢ un papel para representar; si lo acepta bien y si no, no pasar¨¢ nada", dice con seguridad el informante, que piensa que se acabaron los tiempos en que Walesa negociaba mano a mano con Jaruzelski.Solidaridad cometi¨® a los ojos del partido el tremendo error de creer que "el, oder estaba en la calle y que s¨®lo bastaba tomarlo. Infravaloraron la fuerza del aparato del Gobierno y del Ej¨¦rcito. No se dieron cuenta de que puede haber un burdel en todas partes, el pa¨ªs puede convertirse en un burdel, pero eso no ocurre en el Ej¨¦rcito, que permanece intacto", formula con aire de prepotencia el joven profesor militante del POUP.
Nuestro interlocutor critica que en Solidaridad paulatinamente los asesores m¨¢s sensatos fueron alejados del poder. "Era un movimiento populista, con un factor de integraci¨®n puramente negativo: anticomunismo, antisovietismo y chovinismo. No fueron capaces de construir nada, ni de ofrecer un programa alternativo".
Otro de los puntos de ataque contra Solidaridad era su dispersi¨®n ideol¨®gica, "que iba desde personajes como Jaruczyk, antisemita de ultraderecha, a Kuron, que era una especie de trotskista". En cuestiones fundamentales no pod¨ªan formular un programa, porque no se puede construir una sociedad a base de emociones". El joven intelectual comunista considera con una mezcla de simpat¨ªa y desprecio la figura de Walesa, "un electricista sin estudios, que de repente le recibe el Papa y el presidente de Francia. Millones de personas en Polonia se sintieron de pronto objetos y no puramente sujetos de la pol¨ªtica. El electricista se convirti¨® en un s¨ªmbolo, en una figura de identificaci¨®n para los ¨²ltimos de la clase y de la sociedad". Nuestro informante critica que Walesa "aunque Dios, si es que existe, le hubiese dado talento, no habr¨ªa sido suficiente. Eran gente joven y sin experiencia, que se mov¨ªan por impresiones subjetivas".
En el sector del POUP encargado del an¨¢lisis social se cree que en Solidaridad los asesores m¨¢s equilibrados perdieron su puesto y en su lugar entraron los luchadores y disidentes, que se equivocaron al enjuiciar la situaci¨®n, "creyeron que el poder era incapaz de hacer nada y no se dieron cuenta de que bast¨® con cortar las comunicaciones y prohibir la venta de gasolina para acabar con el sindicato independiente, que daba unas cifras exageradas de diez millones de afiliados". El inter¨¦s y la preocupaci¨®n primordial del aparato dirigente actualmente en Polonia es conseguir una acepci¨®n aceptable para la jerarqu¨ªa cat¨®lica, porque ellos ven en la Iglesia una fuerza social inevitable en el pa¨ªs.
En esta necesidad de lograr una negociaci¨®n, los muertos de la mina Wujek en Silesia juegan un papel importante a los ojos del joven profesor comunista, "pero realmente los costos de la operaci¨®n han sido bajos. Habr¨¢ un homenaje a los muertos en su d¨ªa, ?pero que significan siete muertos? S¨®lo con la gasolina que no se vendi¨® ya se ahorraron m¨¢s muertos en accidente de tr¨¢fico"...
Protesta brit¨¢nica
Por otra parte, el Gobierno brit¨¢nico protest¨® ayer oficialmente ante el embajador sovi¨¦tico en Londres, V¨ªctor Popov, por las interferencias de la URSS a las emisiones de la BBC en polaco, informa desde Londres Andr¨¦s Ortega.Tales interferencias provienen de emisoras situadas en Smolenko y Kaliningrado. El Foreign Office convoc¨® a Popov para presentarle sus quejas. Aunque el diplom¨¢tico sovi¨¦tico no neg¨® las acusaciones, declar¨® que la URSS "hab¨ªa seguido al pie de la letra todos los acuerdos internacionales en los que hab¨ªa participado".
La BBC aument¨®, hace dos semanas, sus emisiones en polaco de siete a ocho programas diarios. Las interferencias se incrementaron desde el pasado 31 de diciembre.
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