Nuevo enfoque de la medicina laboral
El bienestar laboral es un concepto que se tiene muy poco en cuenta por parte de empresas y organismos oficiales. Una vez abordado y parcialmente resuelto el problema de los accidentes de trabajo, el factor psicosocial del trabajo aparece como un tema m¨ªnimamente estudiado y por ende, muy poco resuelto. Hay una serie de necesidades b¨¢sicas del trabajador que cada d¨ªa est¨¢n menos satisfechas como consecuencia de la despersonalizaci¨®n y tecnificaci¨®n del trabajo.
Aparte de sus propios efectos nocivos, la crisis econ¨®mica que afecta a los pa¨ªses industrializados est¨¢ actuando como encubridora de problemas que se agravan solapadamente sin que se tomen medidas id¨®neas para corregirlos. Entre tales problemas pueden citarse concretamente las condiciones de trabajo en la industria.Las estad¨ªsticas m¨¢s recientes muestran que en los ¨²ltimos a?os desciende en Espa?a el n¨²mero de trabajadores fallecidos o necesitados de asistencia m¨¦dica a causa de accidentes de trabajo. Sin embargo, dado que al propio tiempo se ha registrado un fuerte aumento del paro, en particular en los sectores m¨¢s afectados por los siniestros laborales (industrias transformadoras del metal) es dif¨ªcil afirmar que haya habido una reducci¨®n real de la siniestralidad laboral.
Junto a esa duda se plantea un problema aut¨¦ntico que reviste gran importancia y al que la Oficina Regional para Europa de la OMS, con sede en Copenhague, ha dedicado recientemente un amplio estudio: el bienestar en los lugares de trabajo.
La OMS define el bienestar en los lugares de trabajo como un estado din¨¢mico de esp¨ªritu, caracterizado por una buena armon¨ªa entre las aptitudes, las necesidades y las aspiraciones del trabajador, por una parte, y las limitaciones y posibilidades del medio laboral, por otro lado. El bienestar es un componente de la salud, que no tiene m¨¢s evaluaci¨®n que la subjetiva.
Las condiciones establecidas cada vez con m¨¢s frecuencia en la industria y los servicios obligan a considerar al bienestar como un elemento dotado de entidad propia, en el sentido de que un trabajador puede gozar de buena salud y, sin embargo, sentirse a disgusto en su trabajo.
Influyen en el bienestar del trabajador tres grupos de factores: f¨ªsicos, qu¨ªmicos y biol¨®gicos; y fisiol¨®gicos y psicol¨®gicos. Los factores psicosociales del trabajo pueden definirse como aquellos que influyen en la salud y el bienestar del individuo y el grupo, y que derivan de la psicolog¨ªa de la persona y de la estructura y funci¨®n de la organizaci¨®n del trabajo. En este sentido puede afirmarse que ciertas formas de producci¨®n en masa muy racionalizadas est¨¢n en contradicci¨®n con las necesidades b¨¢sicas del trabajador en lo que respecta a su ocupaci¨®n.
Esas necesidades, cada vez menos satisfechas son las siguientes: ejercer cierto control sobre el trabajo y gozar de cirta latitud en lo que respecta a su ejecuci¨®n; percibir el trabajo como ¨²til y v¨¢lido, y no como un simple medio de ganarse la vida, y sentirse en afinidad con la empresa como sistema social e identificarse con ella a trav¨¦s del trabajo.
Los factores f¨ªsicos, qu¨ªmicos y biol¨®gicos abarcan todas las causas cl¨¢sicas de enfermedades profesionales: los agentes f¨ªsicos (radiaciones ionizantes y no ionizantes, ruido, vibraciones, etc¨¦tera), la gama cada vez mayor de productos qu¨ªmicos utilizados en la industria y la agricultura, y los g¨¦rmenes pat¨®genos a los que est¨¢n expuestos determinados profesionales. Todos esos factores pueden da?ar gravemente el bienestar del trabajador sin llegar a provocar una enfermedad; en este sentido, el ejemplo m¨¢s evidente es el ruido.
Entre los factores fisiol¨®gicos y psicol¨®gicos pueden citarse el alumbrado, el calor, la subocupaci¨®n, que puede llevar al aburrimiento y la monoton¨ªa, y la relaci¨®n entre el hombre y la m¨¢quina.
Deterioro del bienestar
Por su propio interes econ¨®mico y acuciadas por el Estado, las empresas han reducido en general las causas de accidentes de trabajo o de enfermedades profesionales. Por el contrario, el bienestar del trabajador est¨¢. hoy sometido a un franco deterioro; ello explica las elevadas tasas de absentismo registradas en todas partes y la frecuencia creciente de los trastornos psicosom¨¢ticos (hipertensi¨®n, ¨²lcera grastroduodenal y lumbago, por ejemplo).
Al hacer hincapi¨¦ en el aumento de la productividad, en la especializaci¨®n a ultranza y en el predominio de la m¨¢quina 5;obre el hombre, la alienaci¨®n con respecto al trabajo se intensifica y la salud mental se deteriora, lo que se pone de manifiesto en el escaso grado de satisfacci¨®n del trabajador y en la poca estima que tiene de s¨ª mismo. Todo ello se ve agravado por el problema de la estabilidad en el empleo; en un contexto de elevada tasa de paro, el trabajador en activo tiende a soportar en silencio limitaciones que no admitir¨ªa en condiciones m¨¢s favorables, pero lo hace a costa de su bienestar f¨ªsico y mental y, en definitiva, de su salud.
En las circunstancias actuales, s¨®lo el Estado y los sindicatos pueden conseguir que el bienestar del trabajador no sufra nuevos deterioros e incluso mejore. Seg¨²n un grupo de trabajo de la OMS, la legislaci¨®n tradicional no apoya con la necesaria energ¨ªa la promoci¨®n del bienestar del trabajador; como en tantos otros aspectos, dos pa¨ªses escandinavos (Suecia y Noruega) dan ejemplo: la ley sueca sobre el medio laboral de 1978 precisa que las condiciones de trabajo deben adaptarse a la capacidad f¨ªsica y mental del individuo y que las tareas deben concebirse de modo que los propios empleados puedan influir sobre las mismas.
Importa en definitiva subrayar, en cualquier circunstancia, la importancia de la humanizaci¨®n del trabajo, considerando a ¨¦ste como el servidor del hombre y no como su amo.
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