Las negociaciones entre Madrid y Vitoria para el control p¨²blico de Lem¨®niz se reanudar¨¢n en fecha pr¨®xima
Las negociaciones entre el Gobierno central y el vasco para la puesta en marcha de la central nuclear de Lem¨®niz, interrumpidas hace m¨¢s de un mes con motivo del debate del Parlamento vasco de mediados de diciembre, se reanudar¨¢n en fecha inmediata, posiblemente esta semana. En fuentes relacionadas con el tema se ha puesto de manifiesto que la cuesti¨®n central de las conversaciones ser¨¢ la instrumentaci¨®n del control p¨²blico vasco de la central, bajo el cual la pol¨¦mica instalaci¨®n puede entrar en funcionamiento y suministrar energ¨ªa el¨¦ctrica al Pa¨ªs Vasco en un plazo de tiempo relativamente corto.
El Gobierno central, tras la decisi¨®n del Consejo de Ministros del pasado viernes, ha remitido al lendakari Garaicoetxea, una comunicaci¨®n escrita de su presidente, Leopoldo Calvo Sotelo, en la que le participa de la improcedencia de la consulta y en la que se argumenta, desde el punto de vista jur¨ªdico, la postura gubernamental.En la respuesta se hace menci¨®n, aparte del texto constitucional, a las leyes org¨¢nicas del 18 de enero de 1980, relativas a la regulaci¨®n de las distintas modalidades de refer¨¦ndum, y a la del 22 de abril de 1980, sobre creaci¨®n del Consejo de Seguridad Nuclear.
Aparte de las razones pol¨ªticas del Estado, que justifican la negativa a la convocatoria de un refer¨¦ndum desde el punto de vista del Gobierno central, la comunicaci¨®n insiste en la responsabilidad legal del Consejo de Seguridad Nuclear en materia de centrales nucleares; a la pol¨ªtica energ¨¦tica contemplada en el Plan Energ¨¦tico Nacional, que considera insustituible la energ¨ªa el¨¦ctrica que producir¨¢ Lem¨®niz, y a los fallos favorables a la instalaci¨®n nuclear del Organismo Internacional de Energ¨ªa At¨®mica (OIEA) de Viena y la de Comisi¨®n de Encuesta del Parlamento vasco.
Tras el env¨ªo de esta comunicaci¨®n, el inicio de conversaciones entre Madrid y Vitoria sobre el control p¨²blico de la central ha sido acordado informalmente y tan s¨®lo se esta pendiente de una comunicaci¨®n oficial, a nivel gubernamental, entre las dos Administraciones.
Esta comunicaci¨®n podr¨ªa muy bien producirse ma?ana, lunes, extremo que demostrar¨ªa el convencimiento de ambas partes en la urgencia del problema.
El nuevo punto de partida de estas negociaciones no ser¨ªa otro que el control p¨²blico por parte del Gobierno vasco de la pol¨¦mica central.
La instrumentaci¨®n legal de la transferencia del control de la gesti¨®n de Lem¨®niz estaba ya muy avanzada en el momento en que fueron aparcadas las conversaciones, el pasado mes de diciembre.
Pero una vez quemada la etapa m¨¢s pol¨ªtica de la pol¨¦mica -es decir, la solicitud de una consulta popular por parte del Gobierno y Parlamento vascos-, tan s¨®lo quedar¨ªa ahora por dilucidar la instrumentaci¨®n del control, la auditor¨ªa pendiente sobre la central y la creaci¨®n de un programa de emergencia para la regi¨®n que disminuya los riesgos de un hipot¨¦tico incidente en la central. Reticencias de Iberduero
Respecto al control p¨²blico, el Gobierno vasco desea crear una llamada Entidad P¨²blica Vasca de Energ¨ªa (EPVE), que tendr¨ªa funciones de gesti¨®n no s¨®lo sobre Lem¨®niz, sino sobre la distribuci¨®n del gas natural de la zona auton¨®mica, las energ¨ªas renovables y, eventualmente, el programa de emergencia nuclear.
Fuera, y como competencia exclusiva del Estado, quedar¨ªan otras responsabilidades energ¨¦ticas que por le, no pueden transferirse.
En este sentido, para la llegada a un acuerdo definitivo tan s¨®lo quedar¨ªa pendiente por dilucidar, las reservas presentadas por la empresa Iberduero, cuyos dirigentes estar¨ªan muy desilusionados ante la cadena de obst¨¢culos que se tienen que obviar para poner en marcha la central.
En estos momentos, y seg¨²n el Gobierno, tan s¨®lo el retraso en la puesta en marcha estar¨ªa produciendo p¨¦rdidas de hasta cien millones de pesetas diarios, s¨®lo en lo que cuesta sustituir la energ¨ªa el¨¦ctrica no producida.
Otra cuesti¨®n sujeta a negociaci¨®n es la f¨®rmula que tomar¨ªa la gesti¨®n por parte de la entidad vasca mencionada. En este sentido, parece ser que se trabaja sobre la f¨®rmula de una "gesti¨®n contratada", contemplada ya en la ley de Energ¨ªa Nuclear de 1964.
Pero aqu¨ª han aparecido ciertos obst¨¢culos legales, ya que, seg¨²n la ley org¨¢nica de creaci¨®n del Consejo de Seguridad Nuclear, las responsabilidades en el terreno nuclear caen con exclusividad, para todo el territorio del Estado, dentro del ¨¢rea del Consejo. Por esta raz¨®n, el Consejo podr¨ªa delegar en el organismo vasco la gesti¨®n de la central, pero nunca las responsabilidades inherentes de la finalizaci¨®n de obras, pruebas y puesta en marcha de la central.
Este es, en cierto sentido, uno de los problemas que todav¨ªa pueden alargar las negociaciones, aunque los directivos del Consejo tan s¨®lo exigen, a este respecto, que los t¨¦cnicos encargados de la gesti¨®n, sean vascos o no, sean profesionales homologados.
Por otro lado, el problema de Lem¨®niz ha sido una de las cuestiones cuya negociaci¨®n entre Madrid y Vitoria no se entiende sin englobar el asunto dentro de la din¨¢mica auton¨®mica del Estado. Para poner en marcha la central se ha tenido que asumir el coste pol¨ªtico por parte del Gobierno central con la Administraci¨®n aut¨®noma, a mitad entre los atentados de ETA y la obtenci¨®n de contrapartidas, exigiendo concesiones concretas.
Una de ¨¦stas, por no mencionar las iniciales, relativas al patrimonio de Iberduero o a la distribuci¨®n de beneficios exclusivamente para la gesti¨®n, almacenadas ahora en el armario de los recuerdos, ha podido ser la distribuci¨®n del gas natural que, algo m¨¢s que en teor¨ªa, puede existir en el mar Cant¨¢brico.
En este asunto parece que puede existir un camino intermedio entre la exploraci¨®n y distribuci¨®n, y en este sentido se ha recogido en la revisi¨®n del Plan Energ¨¦tico Nacional, que se enviar¨¢ pr¨®ximamente al Parlamento.
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