El Atl¨¦tico, peor que nunca
El Atl¨¦tico de Madrid, probablemente, jug¨® en Sevilla su peor partido de la temporada. Ante un Betis s¨®lo aceptable, siempre asentado en su cl¨¢sico centro del campo y en la gran calidad de Gordillo, especialmente, y de Diarte, un goleador al que no se pueden dar ventajas, dio una sensaci¨®n de impotencia lamentable. Y lo m¨¢s grave, aparte ya de la falta de ideas en el juego, fue la falta de ilusi¨®n que se not¨® en sus hombres. Los futbolistas, para rendir, no pueden vivir pendientes de si cobran o no -m¨¢s bien ¨¦sto- y del ambiente de esc¨¢ndalo que les rodea. El descanso y la concentraci¨®n psicol¨®gica, en tiempos donde la igualdad f¨ªsica y t¨¦cnica predominan, porque los genios escasean, es fundamental.Pese a jugar inicialmente con un esquema t¨¢ctico m¨¢s ofensivo, un 4-3-3, con Marcos m¨¢s adelantado que otras veces, las fuerzas atacantes rojiblancas se acabaron bien pronto. A los catorce minutos, Hugo S¨¢nchez dio m¨¢s a la hierba que al bal¨®n en un contraataque a pase magnifico de Rubio, y el tiro, flojo, lo par¨® Esnaola. Cuatro despu¨¦s, Julio Alberto cabece¨® demasiado cruzado, aunque demostrando que es de los pocos hombres rojiblancos capaces de hacer algo actualmente, y a partir de ah¨ª el Atl¨¦tico se redujo a buscar la cabeza de Ruiz, todo voluntad y fuerza, en los t¨ªpicos y t¨®picos centros de la impotencia.
El Betis, dentro de un juego general bastante malo, se impuso poco a poco simplemente por su dominio en el centro del campo, donde cont¨® con hombres de sobra para llevar balones controlados adelante, cosa que no supo hacer ninguno atl¨¦tico. Entre la elegancia pr¨¢ctica del novel Romo, con estilo Carde?osa, y M¨ªnguez, que desaprovecha todas sus cualidades empe?ado en hacer cosas que no sabe, ya no hubo color. Quique, que sigue alocado, tampoco sac¨® ventaja de su pareja, Ortega, y de poco sirvieron los intentos de Ruiz y Julio Alberto ante el citado Carde?osa y el siempre bregador L¨®pez. Los verdiblancos, con su 4-4-2 te¨®ricamente prudente, llegaron muchas veces al ¨¢rea rival y, curiosamente, no necesitaron m¨¢s verdugo que Diarte, inspirado ante un Balbino fuera de forma. El Atl¨¦tico marc¨® s¨®lo por un fallo rival, pero pudo encajar media docena. El que Gordillo fuera m¨¢s atacante que Marcos, al que le debi¨® pesar demasiado el nuevo l¨ªo que va a provocar con su fichaje, fue todo un s¨ªntoma. En la segunda parte, la penuria rojiblanca fue a¨²n mayor. Hasta los 33 minutos no lleg¨® a puerta, con otro cabezazo alto de Ruiz. Y s¨®lo hubo dos tiros m¨¢s de Hugo y Rubio, sin peligro. Aguinaga, en cambio, se pudo lucir a tiros tremendos de Romo y Carde?osa, mientras que Gordillo se agigantaba por momentos. S¨®lo Juanjo, marcador ahora de Diarte, le vigilaba mejor. La posible vuelta de Dirceu contra el Barcelona no parece que pueda solucionar gran cosa si ni siquiera hay ilusi¨®n. El panorama atl¨¦tico, entre la liquidaci¨®n que se avecina, sin suplentes de entidad, es alarmante. El cuarto puesto por la cola de la clasificaci¨®n y pendientes las visitas de los grandes al Manzanares, puede presagiar lo peor.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.