Dificultades para Miterrand
LA OPOSICION del Consejo Constitucional franc¨¦s a la ley de nacionalizaciones promulgada por la Asamblea, de mayor¨ªa socialista, representa, en alguna medida, una defensa de la gran derecha frente a lo que se podr¨ªan considerar modestas, aunque significativas, pretensiones de Mitterrand de avanzar por el camino del socialismo. El Consejo Constitucional es una creaci¨®n del general De Gaulle en 1958, dentro de la serie de reformas constitucionales del pa¨ªs que ¨¦l deseaba ver con una organizaci¨®n m¨¢s cerrada que la IV Rep¨²blica anterior, a la que atribu¨ªa vicios de desmigajamiento del poder o de mal uso de la democracia. Lo constituyen los presidentes de la Rep¨²blica anteriores -entre ellos, evidentemente, Val¨¦ry Giscard d'Estaing-, y los puestos restantes se dividen en un tercio nombrado por el presidente de la Rep¨²blica, un tercio por el presidente del Senado, y un tercio por el de la Asamblea; el presidente de la Rep¨²blica elige al presidente del Consejo Constitucional. La armaz¨®n de este Consejo estaba inventada para una eternidad golista; choca con la nueva situaci¨®n de la izquierda francesa -que jam¨¢s ha podido nutrir este Consejo con sus designados, puesto que la renovaci¨®n s¨®lo puede hacerse cada tres a?os y no ha correspondido turnos todav¨ªa- y, por tanto, con un concepto nuevo de la gobernaci¨®n y la administraci¨®n del pa¨ªs.La teor¨ªa es que el Consejo Constitucional est¨¢ forma do por encima de los valores pol¨ªticos, y atendiendo s¨®lo a la realidad del Estado de derecho y de la Constituci¨®n; pero ni ¨¦se ni ning¨²n organismo puede interpretar los textos legales sin estar incurriendo, necesariamente, en una interpretaci¨®n personal. Esta no corresponde, en el caso del actual Consejo, al esp¨ªritu franc¨¦s que eligi¨® a Mitterrand y a la mayor¨ªa socialista de la Asamblea. Ateni¨¦ndose al derecho tal como estaba reflejado en las legislaciones anteriores, y haciendo uso de textos m¨¢s lejanos para asentarse sobre una tradici¨®n republicana, los miembros del Consejo Constitucional han dictaminado que seis art¨ªculos violan la ley fundamental en cuando a la cantidad que ha de ser reembolsada a los accionistas de las empresas nacionalizadas y en la evaluaci¨®n de los bienes de las empresas afectadas, as¨ª como por no tomar en cuenta los beneficios de 1981.
El efecto de esta declaraci¨®n no es el de bloquear la ley ni discutir su principio; es una objeci¨®n t¨¦cnica que la va a retrasar -seg¨²n c¨¢lculos gubernamentales- en un mes. El Gobierno est¨¢ procediendo -desde una reuni¨®n urgente de M¨ªtterrand con los ministros econ¨®micos, el mismo domingo, y unas consultas que todav¨ªa prosiguen- a una nueva redacci¨®n de los seis art¨ªculos afectados para que pasen por la criba del Consejo Constitucional. El Consejo no se p?ronuncia sobre el fondo de las nacionalizaciones: la doctrina general de la ley ha quedado admitida.
El efecto m¨¢s inmediato es el de su utilizaci¨®n como arma de propaganda contra el "Gobierno marxista" o "socialcomunista", hecha por los medios de la derecha, y las acusaciones de intentar conculcar el viejo derecho republicano para introducir un socialismo que ir¨ªa m¨¢s all¨¢ de lo que el pueblo ha votado o de lo que las declaraciones y programas gubernamentales, antes y despu¨¦s de la elecci¨®n, han propuesto al pa¨ªs. Sobre esta cr¨ªtica tiene un efecto multiplicador el resultado de las cuatro elecciones parciales celebradas el domingo pasado, ganadas las cuatro por representantes de la antigua mayor¨ªa (derecha): cuatro esca?os de diputado que hab¨ªan quedado pendientes de las elecciones generales porque hab¨ªan sido atendidas reclamaciones de irregularidad. Estos cuatro esca?os para la derecha no modifican en nada el predominio num¨¦rico de los socialistas, aun sin contar con los comunistas y otros partidos d¨¦ izquierda; pero representan una posible reacci¨®n popular de descontento por estos,meses de gobernaci¨®n de la izquierda. Hay quien atribuye esta retracci¨®n a la situaci¨®n de Polonia o, concretamente, a la niala posici¨®n del partido comunista, que ha asumido las tesis sovi¨¦ticas y del general Jaruzelski; quien considera que es un efecto del "desgaste del poder", y quien alude a un desencanto por la falta de eficacia del Gobierno y de la presidencia socialista. Las encuestas de opini¨®n p¨²blica no coinciden con esa teor¨ªa, aunque indican un principio de descenso de popularidad, sobre todo de algunos ministros, y especialmente de los comunistas; es decir, que, de todas maneras, si hoy se repitiesen las elecciones generales -seg¨²n ese tipo de encuestas-, la mayor¨ªa de la Asambleay la Presidencia de la Rep¨²blica no cambiar¨ªan con respecto a su configuraci¨®n actual.
Pero todo ello es un s¨ªntoma. Mitterrand tendr¨¢ que asegurar m¨¢s y m¨¢s r¨¢pidamente su acci¨®n, pero sin olv¨ªdar que una considerable parte de la maquinaria del Estado, a partir del propio Consejo Constitucional, pero continuando por,un entramado de cargos y de empleos de los funcionarios acumul¨¢dos por la situaci¨®n anterior, y unos poderes econ¨®micos extraparlamentarios, no va a cesar en su combate. La aparici¨®n s¨²bita de un tipo de terrorismo y los ecos que llegan del pa¨ªs vecino pueden hacer suponer que tampoco Francia va a verse libre de tensiones y agresiones involucionistas en los pr¨®ximos meses.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.