Los testigos coinciden sobre la falta de control en la unidad de carga de Enpetrol

La prueba testifical, practicada durante todo el d¨ªa de ayer en el juicio de Los Alfaques, puso de manifiesto graves incumplimientos del reglamento de seguridad de Enpetrol en la unidad de carga del propileno. El jefe de trasiego de la factor¨ªa, Vicente Jim¨¦nez, declar¨® que la planta no pose¨ªa un contador para controlar el suministro de gas a las cisternas. Tres directivos de Enpetrol no comparecieron al juicio, a pecar de haber sido citados por la defensa de los t¨¦cnicos de seguridad de la factor¨ªa. Las partes que hab¨ªan propuesto esta prueba solicitaron la suspensi¨®n del juicio sin que fuera aceptada por el presidente de la sala.

La declaraci¨®n de estos testigos era capital para aclarar si la responsabilidad tiene que recaer sobre el departamento de producci¨®n o sobre el de seguridad. S¨ª declararon 31 testigos que reconocieron que el reglamento de seguridad era infringido de forma continuada: los empleados del cargador ignoraban la capacidad de las cisternas, efectuando las cargas seg¨²n los conductores.Esta normativa, sin embargo, no fue aportada por Enpetrol a las diligencias previas ni al sumario hasta que su autor, el coordinador de seguridad, se apart¨® de la defensa de Enpetrol. El t¨¦cnico adjunt¨® personalmente al procedimiento el reglamento de seguridad.

La escasa atenci¨®n que en la factor¨ªa se prestaba al control de llenado se constat¨® ayer en la declaraci¨®n de Sim¨®n Palacio, conductor de Cisternas Reunidas. Palacio afirm¨® que la operaci¨®n de carga se controlaba de forma conjunta entre el ch¨®fer y el empleado del cargador de Enpetrol. El c¨¢lculo, seg¨²n este testigo, se llevaba a cabo a trav¨¦s de un dispositivo de medici¨®n, denominado galga rotativa, que poseen las cisternas. El conductor se?al¨® que este sistema es an¨®malo, dado que en otras factor¨ªas -en concreto una planta de Marsella, adonde transportan propileno con frecuencia- poseen un sistema autom¨¢tico, dotado de mediciones para impedir el sobrellenado. Palacio, compa?ero del fallecido conductor, denot¨® un desconocimiento importante de las cisternas que transporta, afirmando ignorar en el juicio la existencia de un dispositivo de m¨¢ximo llenado.

Por su parte, los testigos pertenecientes al almac¨¦n de Enpetrol coincidieron en que no ten¨ªan instrucciones para detener a los camiones si la, b¨¢scula registraba exceso de carga en las cisternas. Uno de los testigos de Enpetrol confirm¨® adem¨¢s que los conductores firmaban el albar¨¢n de conformidad en el suministro con anterioridad a que el cami¨®n pasara por la b¨¢scula.

En conjunto, la prueba testifical practicada en el juicio de Los Alfaques constat¨® una falta de prevenci¨®n de car¨¢cter estructural respecto a la carga de las cisternas.

No ha sido aclarada en el juicio la raz¨®n por la que el conductor acept¨® una sobrecarga que le fue advertida verbalmente por uno de los empleados de Enpetrol. S¨®lo la falta de formaci¨®n del conductor respecto al material que transportaba podr¨ªa explicar este hecho. Permanecen tambi¨¦n en la oscuridad las causas de que la direcci¨®n de Enpetrol en Tarragona ordenara poner en funcionamiento el cargador sin contar con los controles de carga previstos en los proyectos de construcci¨®n.

Por otra parte, la viuda del conductor fallecido en el accidente de Los Alfaques, presente en el juicio, manifest¨® ayer no haber sido indemnizada. El representante de Cisternas Reunidas aclar¨® a este respecto que la indemnizaci¨®n de la viuda del Imbern¨®n -tres millones y medio de pesetas- se halla a su disposici¨®n en poder del procurador.