Muri¨® Leopold Trepper, jefe de la red de espionaje sovi¨¦tica 'Orquesta Roja'
Lejb Domb, mas conocido por Leopold Trepper, su "nombre de batalla", c¨¦lebre esp¨ªa, jefe de la amplia red de espionaje sovi¨¦tica la Orquesta Roja durante la segunda guerra mundial, muri¨® el martes por la noche, a los 77 a?os de edad, en Jerusal¨¦n, y ser¨¢ enterrado hoy en el gran cementerio del monte Herzl. El almirante Canaris, jefe de los servicios secretos militares alemanes, dijo de ¨¦l: "Su actuaci¨®n cost¨® mas de 300.000 muertos a Alemania". "Gan¨® pr¨¢cticamente ¨¦l solo la guerra".
Un hombre mayor y discreto, con el aspecto de un jubilado aburrido y cuyo rostro expresaba una paciencia sin l¨ªmites, haciendo cola en la ventanilla de su banco en la c¨¦ntrica calle de Jaffa, en Jerusal¨¦n, este es el ¨²ltimo recuerdo que conservar¨¢n sus vecinos de uno de los mas famosos agentes secretos de la historia del espionaje.Nacido en 1904 en una familia jud¨ªa de Novy Tard, pueblo de la regi¨®n de Galitzia, antes polaca y ahora mayoritariamente sovi¨¦tica, se adhiri¨®, a¨²n adolescente, al movimiento de las juventudes sionistas Hachomer Hatzair, y con tan s¨®lo veinte a?os emigr¨® a Palestina, entonces bajo el mandato brit¨¢nico, donde contribuy¨® a fundar el grupo comunista Unidad que preconizaba la unidad de, acci¨®n de jud¨ªos y ¨¢rabes "principio b¨¢sico de la paz en Oriente Pr¨®ximo", seg¨²n sus propias palabras.
Expulsado por los brit¨¢nicos de Palestina en 1929, pasa tres a?os en Francia, donde milita en un grupo de comunistas extranjeros, antes de viajar a Mosc¨² bajo el pretexto de estudiar en una universidad especializada, pero, en realidad, para entrevistarse con el jefe de los servicios de informaci¨®n del ej¨¦rcito sovi¨¦tico.
En los a?os que preceden a la segunda mundial, funda en Bruselas la temible Orquesta Roja, cuyos m¨²sicos enviar¨¢n a Mosc¨², a partir de la entrada en guerra de la Uni¨®n Sovi¨¦tica en 1941, m¨¢s de 2.000 despachos de gran importancia redactados por "290 agentes que no eran esp¨ªas profesionales, sino furibundos antinazis de diversas nacionalidades".
Uno de ellos anunciaba a Jos¨¦ Stalin la fecha exacta de la entrada en guerra de Alemania contra la URSS: en la madrugada del domingo 22 de junio. Pero Stalin no lo crey¨®.
De esta ¨¦poca de su vida Trepper escribi¨® en sus memorias El Gran juego, publicadas en 1975, "la tragedia me esperaba en cada esquina, el peligro era mi compa?ero m¨¢s fiel, pero si tuviese que volverlo a hacer, lo har¨ªa con gusto".
En 1945, al final de la segunda guerra mundial, es repatriado, como todos los dem¨¢s esp¨ªas sovi¨¦ticos que trabajaron en Europa occidental, y recibido en Mosc¨² con todos los honores por importantes personalidades que, nada m¨¢s felicitarle, le env¨ªan a la c¨¢rcel de Lubianka y a otros lugares de detenci¨®n, donde permanecer¨¢ diez a?os hasta ser declarado inocente y puesto en libertad.
Trepper volvi¨® entonces a su pa¨ªs de origen, Polonia, en cuya capital residir¨¢ veinte a?os y asumir¨¢ la presidencia de la Asociaci¨®n Cultural Jud¨ªa. Pero en octubre de 1973, cuando las autoridades polacas le retiran su pasaporte, amenaza con suicidarse si no es autorizado a abandonar el pa¨ªs, lo que conseguir¨¢ tres a?os despu¨¦s, en 1976.
Desde entonces viv¨ªa con su esposa y valiente compa?era Liuba, de 74 a?os de edad, en un modesto apartamento de tres habitaciones en las afueras de Jerusal¨¦n, ciudad en la que tambi¨¦n reside uno de sus tres hijos.
Con todos aquellos que le abordaban en la calle, Trepper se cre¨ªa en el deber de hablar de pol¨ªtica para advertirles que "la tercera guerra mundial ha empezado ya". El intr¨¦pido esp¨ªa sovi¨¦tico no opinaba, seg¨²n su viuda, "nada positivo" de la actual pol¨ªtica del Kremlin, y "se hab¨ªa solidarizado con el movimiento progresista en Polonia, por lo que la reciente toma del poder por el Ej¨¦rcito le decepcion¨®".
A Leopold Trepper le hubiese gustado escribir un ¨²ltimo libro, Mi testamento pol¨ªtico, pero la enfermedad que contrajo en las celdas estalinistas le impidi¨® realizar su deseo. Por eso su viuda promete ahora nuevas revelaciones sobre la Orquesta Roja para dentro de un a?o.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.