La Federaci¨®n Espa?ola condecor¨® a un furtivo reincidente

Carlos Garc¨ªa de Oteyza y Enrique Belliveau, los dos cazadores furtivos sorprendidos en la reserva nacional de Gredos con cinco machos monteses, eran reincidentes. En 1980 fueron detenidos en El Pardo y el a?o pasado, en el coto nacional de Contadero- Selladores, en Ja¨¦n, con seis ciervas. Pese a estos antecedentes, Carlos Garc¨ªa de Oteyza fue condecorado recientemente por la Federaci¨®n Espa?ola de Caza por sus m¨¦ritos como rehalero.Las faltas cometidos por estos furtivos se consideran delitos de caza, por lo que han pasado al juzgado de Piedrahita. Al margen de la inmediata retirada de las armas, pueden ser castigados con penas de arresto mayor o multa de 5.000 a 50.000 pesetas y la privaci¨®n de la licencia de caza, o de la facultad de obtenerla, por un plazo de dos a cinco a?os. Tambi¨¦n tienen que pagar la caza cobrada, que en el caso de Gredos es de 12.500 pesetas por pieza, m¨¢s el correspondiente trofeo si es homologable. En este caso ser¨ªan 50.000 pesetas por medalla de oro, 22.500 por medalla de plata y 10.000 por medalla de bronce.

En los delitos de caza existen agravantes como el cazar sin permiso de caza, sin licencia, desde un veh¨ªculo, y con mira telesc¨®pica, o ser reincidente. En el caso de Carlos Garc¨ªa y Enrique Belliveau existen todos estos antecedentes. Pese a estas faltas, la Federaci¨®n Espa?ola de Caza condecor¨® en el D¨ªa de la Caza al primero de ellos, cuando ya hab¨ªa sido sorprendido dos veces cazando furtivamente. En esta fiesta social, que el nuevo presidente quiere cambiar, se concedieron 172 premios, muchos de ellos gratuitamente.

Posible existencia de una red organizada

Los alcaldes de los cinco pueblos comprendidos en la reserva de caza de Gredos sospechan de la existencia de una red organizada de cazadores furtivos de capra hisp¨¢nica. Florentino Monforte, alcalde de Candeleda, manifest¨® a C¨¦sar Lumbreras, "que son todos hijos de pap¨¢. Ninguno de los cazadores de aqu¨ª intenta entrar a matar animales dentro de los l¨ªmites de la reserva". Las autoridades de estos pueblos califican de insuficientes las medidas adoptadas por el leona.