La supuesta destrucci¨®n de importantes pruebas documentales dificulta la investigaci¨®n judicial
Pregunta. ?Cu¨¢l es, a su juicio, el valor de las declaraciones que vienen realizando ante eljuez los procesados y detenidos en el sumario del s¨ªndrome t¨®xico?Francisca Sauquillo. La verdad es que estos interrogatorios se producen siete meses despu¨¦s de que hiciera aparici¨®n el s¨ªndrome t¨®xico, por lo que ha dado mucho tiempo a los procesados y detenidos para prepararse sus declaraciones con asistencia jur¨ªdica. Hay que tener en cuenta, adem¨¢s, que, excepto los hermanos Bengoechea, el resto de los detenidos han permanecido juntos en la c¨¢rcel y han hablado entre ellos. De ah¨ª que entre estas declaracionts y las primeras que se hicieron ante la polic¨ªa o ante el juez existen claras contradicciones.
Antonio Garc¨ªa Pablos. De todas formas, estos interrogatorios est¨¢n aclarando algunos datos que estaban sin esclarecer, a la vez que se est¨¢n planteando nuevas inc¨®gnitas. Por ejemplo, habr¨ªa que saber por qu¨¦ en 1973 se sustituye el aceite de ricino por la anilina como desnaturalizante, sobre todo si se sabe que es muy dificil determinar la anilina en los an¨¢lisis. ?Por qu¨¦ hay contradicciones entre el olor, el sabor y, el color en este aceite? ?Qu¨¦ es ACEPROSA, una empresa que aparece por primera vez en el sumario, o SOLPE, que tambi¨¦n aparece como nuevo importador y que adem¨¢s no figura en la lista de importadores del Ministerio de Comercio?
Hay que saber tambi¨¦n si la anilina se puede quitar del aceite de colza, porque en el sumario aparece un procedimiento que se hac¨ªa de 150 a 300 grados en continuo, y convendr¨ªa aclarar c¨®mo se hac¨ªa la limpieza de los bidones y la mezcla de los aceites. Otra cosa que queda por saber es qu¨¦ pas¨® con los 22.000 litros de aceite de colza refinado que se devolvi¨® a Rapsa en el mes de febrero. Sobre todo porque ahora se ha detectado un caso del s¨ªndrome que apareci¨® en el mes de marzo, y ser¨ªa conveniente saber qu¨¦ uso hicieron de este aceite los hermanos Bengoechea.
A trav¨¦s de estas declaraciones hemos conocido el viaje que, en junio de 1980, realizaron los directivos de Rapsa a Madrid para visitar RAELCA, y donde pudieron observar c¨®mo en esta empresa se envasaba en garrafas de uno y cinco litros aceite destinado al consumo humano. Tambi¨¦n que, en mayo de 1981, los Bengoechea llamaron a RAELCA para preguntarles si ten¨ªan problemas con el refino y saber a qu¨¦ p¨²blico estaban vendiendo el aceite, y que en una reuni¨®n que se celebr¨® en el puerto de Barcelona, Jorge Pich se convenci¨®, seg¨²n sus declaraciones, de que en Alcorc¨®n se vend¨ªa aceite de colza para el consumo humano.
De todas estas declaraciones lo que no entendemos es por qu¨¦, si hab¨ªa inquietud, temor o certeza de que se estaba comerciando con este aceite, como lo demuestran las llamadas, no se inform¨® a los medios correspondientes.
Las declaraciones no despejan inc¨®gnita alguna
Jos¨¦ Mar¨ªa Mohedano. Yo creo que habr¨ªa que preguntarse si estas declaraciones responden a dos hechos concretos, que son: si han servido para avanzar en la localizaci¨®n del aceite y si se ha descubierto la naturaleza del t¨®xico que ha producido las muertes.
De las declaraciones no se desprende absolutamente nada que despeje ninguna de estas dos inc¨®gnitas; tan s¨®lo han valido para mostarnos cu¨¢les van a ser las l¨ªneas de la defensa. Hemos podido ver contradicciones y falta de pruebas en los tres bloques del aceite (Bengoechea, RAELCA y circuito catal¨¢n, y compradores del mismo circuito), y, sobre todo, hemos comprobado que los documentos contables han sido destruidos y en otros casos sustituidos.
Seg¨²n las declaraciones de los procesados, todos han mezclado y todos han refinado, pero hay ausencia de pruebas periciales y documentales que nos ser¨ªan ¨²tiles para aclarar la selecci¨®n del tr¨¢fico comercial, por lo que, de momento, contamos con las pruebas testificales.
El problema radica aqu¨ª en que, desde un principio, a estos delincuentes se les ha tratado con deferencia, lleg¨¢ndoseles a permitir incluso comer y dormir en sus domicilios, o pidi¨¦ndoles los documentos en vez de hab¨¦rselos cogido la polic¨ªa despu¨¦s de personarse en sus casas. Por todo ello, la contabilidad de estas empresas no ha estado ni perseguida ni interceptada.
Otro dato, con el que no hemos contado hasta el 25 de septiembre, ha sido el del an¨¢lisis anatomopatol¨®gico de las autopsias, que hasta esta fecha se ha venido haciendo por el tradicional m¨¦todo del serrucho.
Antonio Garc¨ªa Pablos (hijo). Aqu¨ª est¨¢ pasando lo que se estudia en sociolog¨ªa, y es que, seg¨²n el tipo de delitos, de delincuentes y de v¨ªctimas, el celo se relaja.
A. G. P. Sin embargo, contamos con una pruebadocumental que es imposible de destruir, como son los cheques nominales que se han cruzado y que podemos tener a trav¨¦s de los bancos. De todas formas no se comprende c¨®mo la polic¨ªa empez¨® a actuar tan tarde, dando tiempo y levantando la alerta para que los procesados pudieran destruir las pruebas. Como tampoco se comprende la actuaci¨®n del fiscal pidiendo que se archivara la querella que yo hab¨ªa presentado el d¨ªa 12 de junio, por falta de pruebas.
Absoluta pasividad del fiscal
P. ?Cu¨¢l es el papel que el ministerio fiscal, es decir, la acusaci¨®n p¨²blica, est¨¢ jugando en la investigaci¨®n de unos hechos que afectan tan gravemente a los ciudadanos?
F. S. El Gobierno deber¨ªa haber nombrado a una persona que, aparte de las distintas comisiones que se han creado, coordinara el papel de la polic¨ªa y de la parte judicial. En cuanto a la actuaci¨®n del fiscal, lo menos que se puede decir es que su pasividad ha sido absouta, ya que hasta ahora no ha aparecido en ning¨²n momento, ni siquiera cuando comparecieron los funcionarios de Aduanas. Aqu¨ª tendr¨ªa que haber intervenido el Ministerio de Justicia, excitando el celo del fiscal.
Por su parte, el Consejo General del Poder Judicial ha prestado m¨¢quinas de escribir al juzgado instructor y ha designado dos jueces adjuntos, pero esto no es suficiente para tramitar y hacer avanzar un sumario que en estos momentos ya tiene veinte tomos y varias piezas.
A. G. P. El retraso de la puesta en marcha de la investigaci¨®njudicial, como ya he dicho antes, puso sobre aviso a los culpables, a los que, adem¨¢s, no se les ha hecho ning¨²n embargo de bienes, lo que est¨¢ acrecentando de manera prodigiosa las cuentas de las respectivas esposas. Para los procesados, la ¨¦poca del poder matriarcal acaba de empezar. Pero, centr¨¢ndonos en el tema del fiscal, lo m¨¢s importante que yo recalcar¨ªa es que no haya hecho hasta ahora ninguna proposici¨®n de pruebas. Esto, unido a que no aparece en los interrogatorios, hace que el juez est¨¦ tomando su papel, haciendo casi una labor de inquisidor en vez de la de mediador.
Por otro lado, el fiscal se ha negado a que los cient¨ªficos est¨¦n presentes en los interrogatorios, tal y como hab¨ªa autorizado el juez y la Administraci¨®n p¨²blica. Esta presencia ser¨ªa fundamental a la hora de preguntar y de conocer datos sobre los t¨®xicos.
J. M. M. La misi¨®n del fiscal es defender el inter¨¦s de la sociedad, del Estado, adem¨¢s de ser el protector de los intereses de los ciudadanos. Digo esto porque creo que es importante definir, antes que nada, su figura para poder juzgar luego la importancia de su presencia. Si observamos cronol¨®gica mente los hechos, veremos que el d¨ªa 11 de junio se inmovilizaron los dep¨®sitos de aceite; el d¨ªa 13 se produce la denuncia de Garc¨ªa Pablos y el fiscal pide que se archive por falta de pruebas, y el d¨ªa 26 es el mismo fiscal el que presenta la querella en nombre del poder p¨²blico, sin promover diligencia alguna de pruebas.
Posteriormente, no participa en los interrogatorios ni pide nuevos procesamientos, y hasta se podr¨ªa asegurar que no se ha le¨ªdo el sumario. Y digo esto porque hasta el momento no ha promovido ninguna prueba nueva que aporte m¨¢s datos, y si se hubiera le¨ªdo el sumario es seguro qu¨¦ tendr¨ªa que haberlas pedido.
Por tanto, tal y como est¨¢n las cosas, yo ver¨ªa la necesidad de que se nombrara otro fiscal especial, que no sea el de la Audiencia Nacional, en vista del trabajo que ¨¦ste tiene tramitando querellas contra los periodistas y la libertad de expresi¨®n, lo que le impide acudir a los interrogatonios del s¨ªndrome t¨®xico.
F. S. Otro dato significativo es la querella que han presentado varios ciudadanos, acogi¨¦ndose a la accion popular, y a la que el fiscal impuso, en un primer momento, una fianza de cien millones de pesetas. Como se sabe, esta cuant¨ªa fue luego rebajada por el juez a diez millones y, posteriormente, tras el recurso presentado por los querellantes, la fianza ha quedado fijada por la Audiencia Nacional en 100.000 pesetas. El hecho de que el fiscal pidiera esta cantidad significaba la imposibilidad de ejercer la acci¨®n popular por lo excesivo de la cuant¨ªa, impidiendo, de hecho, que se ejercitara un derecho constitucional. Por otro lado, hay que decir que a los abogados acusadores no se nos ha dado en ning¨²n momento traslado de las querellas ni del recurso que luego se interpuso.
P. ?Piensan que esa pasividad del ministerio fiscal impide, o puede dificultar, que la investigaci¨®n judicial se extienda a esferas de la Administraci¨®n del Estado?
J. M. M. La pasividad del fiscal no impide, pero tampoco coadyuva, y lo que est¨¢ claro es que la acusaci¨®n particular no puede ir m¨¢s all¨¢ de lo que est¨¢ haciendo ahora. Ser¨ªa importante que las organizaciones sociales tuvieran en cuenta las necesidades que tenemos todos de que se persone el ministerio fiscal. Por otra parte, el juzgado deber¨ªa trabajar, en un caso tan complejo como este, con medios del siglo XX, ya que ahora mismo no dan a basto.
Nosotros estamos viendo c¨®mo los funcionarios est¨¢n trabajando hasta los domingos por la noche; c¨®mo, a pesar de esta buena voluntad, se pierden y se traspapelan carpetas, y c¨®mo ni siquiera se ha elaborado un ¨ªndice del sumario. El trabajo que tiene el juzgado es tan enorme que el juez, en estos momentos, no puede admitir m¨¢s querellas por falta de carpetas. Yo mismo me he quedado sin poder presentar 2.000 querellas m¨¢s por este motivo.
A. G. P. Ahora mismo, en el juzgado, hay presentadas 8.000 querellas, lo que significa menos de la mitad de los afectados, si nos atenemos al ¨²ltimo informe de la comisi¨®n cl¨ªnica, que fija la cifra de afectados en 17.000. Por otro lado, desde el mes de julio que solicitamos al Ministerio de Sanidad la cifra exacta de los fallecidos, no se nos ha facilitado ni a nosotros ni al juzgado.
Estafa y salud p¨²blica
P. Hay un componente de estafa en el aceite y un delito contra la salud p¨²blica por una adulteraci¨®n alimentar¨ªa. ?Se est¨¢n analizando los dos aspectos por separado?
F. S. En el sumario se han llevado los temas conjuntamente, porque los procesados han intentado mezclarlos. Una de las t¨¢cticas de exculpaci¨®n es la de aludir a la posibilidad de mezclas de semillas y a la falta de reglamentaci¨®n sobre ¨¢cidos grasos, donde la Administraci¨®n puede haber actuado con negligencia. Pero lo que ellos tratan de probar en el proceso es que las mezclas de aceites las hace todo el mundo y aqu¨ª tambi¨¦n entrar¨ªa la permisividad de la Administraci¨®n.
A. G. P. Nuestra acusaci¨®n est¨¢ basada en un delito masa (1) contra la salud p¨²blica. La puesta en marcha de un riesgo ya de por s¨ª es un delito que tiene sus sanciones penales. Yo, como acusador, no tengo por qu¨¦ entrar en la responsabilidad de la colza, de los desnaturalizantes o de los colorantes, y no encuentro dificultad en aplicar la doctrina tradicional, seg¨²n la cual: el que es causa de la causa, es causa del mal causado; y si el aceite es causa de las enfermedades, para m¨ª, el delito contra la salud p¨²blica es clar¨ªsimo.
Adem¨¢s hay una infracci¨®n de disciplina de mercado. Aunque en el Indime (Servicio de Inspecci¨®n de la Disciplina del Mercado) se han cursado muchas denuncias, hasta ahora no ha habido un solo juez en Espa?a que haya abierto un sumario por delito de estafa. Este caso, a mi juicio, es un delito de estafa, porque se vende como aceite de oliva o de semillas algo que no es oliva ni semillas.
Lo grave en este caso es que estamos acostumbrados a convivir con un fraude del aceite de oliva de 80.000 a 100.000 toneladas anuales por la adicci¨®n de semillas, pero que no hab¨ªa sido espectacularmente da?oso para la salud. En este caso se busc¨®, en un principio, el aceite a granel, pero luego hemos visto que tambi¨¦n ha habido botellas con marca y precinto que han causado la enfermedad.
Cuando yo hice la querella tuve mucho cuidado de no hablar de aceite de colza, ni desnaturalizantes, pero espero que los cient¨ªficos lleguen, si pueden, a unas conclusiones definitivas; ahora yo, en el sumario, me encuentro con que el juez ha dictado auto de procesamiento a partir de un documento de Sanidad, en el que se dice que en estos productos hay anilinas y que estas son t¨®xicas, y hay relaci¨®n causal. Quiz¨¢ por esto el juez no ha procesado a Danesa Bau ni a ITH, ni a ninguno de sus qu¨ªmicos, porque la basta con la relaci¨®n causal.
Si esto es por anilinas o por orujo, a mi me da igual. No rechazo ni asumo calificaciones cient¨ªficas. Ahora, si en Bilbao aparece una persona que compr¨® aceite en marzo, esto quiere decir que la primera cisterna devuelta por RAELCA a Rapsa estaba en el mercado. Si aparece una empresa, CEPROSA que refina en Portugalete aceite de colza, o aparece SOLPE como importador ilegal de 40.000 kilos de colza, parece que la teor¨ªa de la colza est¨¢ bastante avalada. En cualquier caso, mi posici¨®n es esperar a que los cient¨ªficos nos expliquen convenientemente todo esto.
Angel Pesta?a. El efecto de esto es que incrimina a un determinado comercio de aceites heterog¨¦neos e incrimina tambi¨¦n al aceite.
Pol¨ªtica de aceites
J. M. M. Del sumario se deduce que una de las responsabilidades es la pol¨ªtica de aceites y grasas del Gobierno, tanto m¨¢s sospechosa cuanto que los intereses econ¨®micos eran muy importantes, y esto llevaba a que esta pol¨ªtica era beneficiosa para los que no actuaban legalmente, y muy desfavorable para los consumidores. En el sumario hemos podido comprobar otros datos importantes, como la inexistencia de una fiscalizaci¨®n por parte de la Administraci¨®n sobre este tipo de consumo, o como el desnaturalizador que se ha usado para invalidar el aceite de colza, a pesar de que el sistema de an¨¢lisis no puede luego precisar si existen anilinas, o, lo que es peor, la compra, en los meses de septiembre y octubre, de aceite de colza con anilina en la residencia Primero de Octubre, precisamente del mismo que se estaba persiguiendo, lo que quiere decir que, aun despu¨¦s de instruirse el sumario, enfermos de la colza estuvieron en peligro de consumir otra vez ese aceite.
Para m¨ª, hay una relaci¨®n de causalidad entre el aceite t¨®xico y las v¨ªctimas, aunque eso no quiere decir que aparezcan nuevos datos y que el sumario, por otro lado, se siga por delito contra la salud p¨²blica, por estafa, por homicidio y por falsedades de documento.
Sin embargo, creo que es dif¨ªcil la investigaci¨®n y determinaci¨®n de la sintomatolog¨ªa de la enfermedad, por dos razones: la tecnocracia en materia de salud que existe en este pa¨ªs, que ha impedido aunar una investigaci¨®n cient¨ªfica multidisciplinar en el ¨¢rea cl¨ªnica, farmacol¨®gica y biom¨¦dica; y, segundo, porque, junto a investigaciones cient¨ªficas realizadas con rigor, hay otras en las que se busca el tremendismo ib¨¦rico, la b¨²squeda de laureles o la desviaci¨®n interesada y premeditada de la opini¨®n p¨²blica, respecto a la causa de la toxicidad, y todo esto se refleja en el sumario.
F. S. Yo creo que es muy grave, por parte de los medios de Prensa y por todos los que hacen declaraciones, el que se diga que puede no ser el aceite la causa de la enfermedad, ya que esto es una irresponsabilidad que da argumentos a la defensa, y est¨¢ claro que ellos son los primeros interesados en que esto ocurra.
A. G. P. En un hecho de esta trascendencia es muy dif¨ªcil que el juez conceda la libertad bajo fianza, pero tambi¨¦n es muy dif¨ªcil que, si prosperan las opiniones cient¨ªficas dubitativas, mantenga la prisi¨®n para algunas personas.
El fen¨®meno que est¨¢ viendo la opini¨®n p¨²blica es muy distinto de lo que vivimos nosotros, ya que una manifestaci¨®n, apoyada period¨ªsticamente, de que no se sabe nada y de que puede ser cualquier cosa, puede producir el que estos se?ores se vayan a la calle, dejando a los familiares; de los fallecidos y enfermos sin ning¨²n tipo de indemnizaci¨®n.
J. M. M. Desde mi punto de vista, la relaci¨®n de causalidad est¨¢ clara, aunque hay dificultades, pero hemos dado un paso adelante que va a hacer muy dif¨ªcil que la defensa intente la relaci¨®n de causalidad. Un dato es el importe del Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa, donde se establece que estos ¨¢cidos grasos del aceite de colza son determinantes del s¨ªndrome t¨®xico. Este es un dato importante que hace imposible que el juez ponga en libertad y deje de procesar, no s¨®lo a los que est¨¢n ya dentro del sumario, sino a otras personas. (1) El t¨¦rmino delito masa se aplica a una acci¨®n delictiva que tiene efectos m¨²ltiples o generalizados.
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