Espa?a, un aliado dentro de la familia OTAN
"Con nuestro ingreso en la OTAN desaparecer¨¢n todos los recelos que pudiera tener todav¨ªa Estados Unidos sobre nuestra condici¨®n de aliados", dijo un alto diplom¨¢tico espa?ol, comentando las esperanzas de que el paso dado por Madrid hacia la Alianza Atl¨¢ntica favorezca el entendimiento en las relaciones bilaterales entre, Washington y Madrid. El futuro lo dir¨¢.Entre tanto, en el primer balance de un a?o de presidencia Reagan, la situaci¨®n comenz¨® tensa, por el inoportuno y pol¨¦mico comentario de "asunto interno" del ex general Haig a la hora de opinar, en caliente, sobre el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. Despu¨¦s, con la visita de Haig a Madrid y las m¨²ltiples muestras estadounidenses de apoyo total a la democracia en Espa?a, las aguas volvieron a su cauce.
La relajaci¨®n lleg¨® a su m¨¢ximo cenit con la visita de Estado a Washington de los Reyes de Espa?a, momento en que el presidente Ronald Reagan record¨® de nuevo sus simpat¨ªas y apoyo a la democracia espa?ola.
En este primer a?o de gesti¨®n presidencial con Ronald Reagan, EE UU ha visto tambi¨¦n cumplida una de sus viejas aspiraciones, como supone el refuerzo de la OTAN gracias al ingreso de Espa?a.
Desde la muerte de Franco, la Administraci¨®n norteamericana dej¨® entender en todo momento que "si los espa?oles" decid¨ªan entrar en la OTAN ser¨ªan muy bien recibidos.
A?o de negociaciones
En principio, 1981 deb¨ªa ser tambi¨¦n un a?o de negociaciones entre Washington y Madrid para la renegociaci¨®n del tratado de amistad y cooperaci¨®n. Pero, aunque se dijo que "no ten¨ªa nada que ver con el asunto de la OTAN", el acuerdo qued¨® virtualmente marginado, y se concedi¨® una pr¨®rroga al asunto hasta el 21 de mayo pr¨®ximo.
Inicialmente, Espa?a pidi¨® importantes contrapartidas a Estados Unidos, a cambio de la permanencia de las bases militares.
Pero el entusiasmo de Madrid decreci¨® paulatinamente. Se mezcl¨®, como es l¨®gico, con el ingreso, en la OTAN, y, a cuatro meses del t¨¦rmino de la pr¨®rroga, no s¨¦ sabe muy bien la situaci¨®n actual.
"Hemos seguido negociando a nivel de grupos de trabajo", comentan en la Embajada de Espa?a en Washington.
?Para cu¨¢ndo la pr¨®xima reuni¨®n plenaria? ?Cu¨¢les son los puntos conflictivos? ?Cu¨¢l ser¨¢ el alcance de la esperada cooperaci¨®n industrial? ?Tendr¨¢ en cuenta Washington el creciente deterioro para Espa?a de las relaciones comerciales? ?Cu¨¢les ser¨¢n las contrapartidas por la compra de los aviones de combate F-16 o F-18? Hay que esperar que se vaya deshilando el nuevo ovillo nacido con el ingreso en la OTAN.
Gesto norteamericano
Tambi¨¦n durante el primer a?o de Administraci¨®n Reagan hubo un gesto, con una situaci¨®n al nivel cero, pero no la desaparici¨®n de los derechos compensatorios que gravaban las importaciones espa?olas hacia Estados Unidos.
Sin embargo, quedan para zapatos y aceitunas -dos importantes cap¨ªtulos de las ventas espa?olas hacia el mercado estadounidense-, y amenazan sobre la primera partida (el 25%) del comercio espa?ol hacia Estados Unidos, los productos sider¨²rgicos.
Adem¨¢s de la visita oficial de los Reyes a Washington en otof¨ªo, que qued¨® truncada en su inicial itinerario hacia el Oeste, las zonas de alta concentraci¨®n de poblaci¨®n de origen hispano, tambi¨¦n visit¨® la capital federal norteamericana el ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Pedro P¨¦rez-Llorca, para hablar de la renovaci¨®n del tratado.
El secretario general del Partido Socialista Obrero Espa?ol (PSOE), Felipe Gonz¨¢lez, pas¨® recientemente por Estados Unidos para tratar de la situaci¨®n en Centroam¨¦rica con el secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig.
Se mantiene la esperanza de una pr¨®xima visita oficial del l¨ªder socialista espa?ol para tratar asuntos bilaterales.
De cara al futuro, se especula con la visita del presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, sin que haya un calendario preciso.
No hay que olvidar, sin embargo, que Washington es el depositario del tratado en que se funda la Alianza Atl¨¢ntica delos pa¨ªses que integran la OTAN.
Esta parece ser una buena ocasi¨®n para una visita al m¨¢s alto nivel a Washington del presidente del Gobierno espa?ol y posar junt¨® a la foto de la familia Reagan en el jard¨ªn de las Rosas de la Casa Blanca, que ya habr¨¢n florecido en primavera.
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