La Iglesia polaca

( ... ) La homil¨ªa del cardenal primado de Polonia, que el domingo se ley¨® en las 18.000 iglesias del pa¨ªs -y que antes hab¨ªa sido refrendada por todo el episcopado polaco, para recibir, tambi¨¦n el domingo, el expl¨ªcito apoyo del papa Juan Pablo II-, es, probablemente, un texto que pasar¨¢ a la historia como cima de las intervenciones de una Iglesia en un conflicto pol¨ªtico. Ley¨¦ndola es dif¨ªcil evitar las comparaciones con otros textos, infinitamente m¨¢s suaves, y que en otros pa¨ªses fueron acusados reiterada y hostilmente como intromisiones de la Iglesia. Pero ¨¦sta sabe muy bien que no debe inmiscuirse en problemas pol¨ªticos.... salvo cuando la libertad y los derechos humanos est¨¢n en juego. No teme entonces convertirse en "voz de los que no tienen voz" -como dijera el Concilio-, porque "la Iglesia est¨¢ para expresar los sufrimientos del pueblo", como repitieron el domingo los obispos polacos.Es el que comentamos un documento extraordinarimente en¨¦rgico en sus contenidos, aun siendo mesurado en sus formas. Y parte de una radical defensa de la libertad como constitutivo imprescindible de la paz. Aqu¨ª las afirmaciones de la homil¨ªa no dejan vuelta de hoja: "La paz est¨¢ inseparablemente vinculada con la libertad". "La verdadera paz nace del respeto a la libertad". ( ... )

(...) Y as¨ª es como, frente a las vacilaciones de los Gobiernos europeos y los palos de ciego de Reagan, es la Iglesia polaca la ¨²nica fuerza que da solidez a la resistencia de sus conciudadanos. La historia juzgar¨¢ la utilidad de sus palabras. Nosotros podemos elogiar ya hoy la valent¨ªa y claridad que en ellas se encierran.

, 26 de enero