Una comedieta de encargo
Amores en Hollywood, de Raoul Walsh, que esta noche emite la segunda cadena, procede de 1933, a?o en que este director, siempre por encargo de los estudios para los que estaba contratado, realiz¨® dos pel¨ªculas m¨¢s, Sailor's luck, no estrenada en Espa?a, y El arrabal, una de sus mejores obras de entonces, con un delicioso duo entre Wallace Beery y Jackie Cooper.Es un filme realizado por Walsh con precisi¨®n, esa exactitud que en ¨¦l serv¨ªa de cobertura a la desgana. Raoul Walsh hizo otras comedias como esta, porque en realidad hizo todo lo que le echaban, pero detr¨¢s de su humildad artesanal era un hombre mucho m¨¢s preparado intelectualmente de lo que aparentaba, por lo que sab¨ªa diferenciar entre lo que le ped¨ªa simple oficio y lo que exig¨ªa de ¨¦l la salida a flor de su muy personal, aparentemente tosca, pero s¨®lida y amarga visi¨®n del mundo.
En Amores en Hollywood, Walsh no tuvo que desenfundar ninguna de sus armas secretas, las que hicieron de sus mejores pel¨ªculas, como Juntos hasta la muerte, Objetivo y tantas otras, obras muy duras y pesimistas, por debajo de las maneras convencionales a que los estudios hollywoodenses le obligaban a plegarse. De ah¨ª que este filme se agote en sus banales apariencias y no alcance ese punto en que este director deja de ser un artesano a sueldo para convertirse en un autor clandestino de los proyectos estereotipados que le encargaban.
La historieta de un cantante de moda, Bing Crosby, que es contratado por Hollywood, y que es perseguido hasta all¨ª por una admiradora suya, Marion Davis, que se cuela en su entorno fingiendo ser una doncella francesa, al curtido Raoul Walsh le tra¨ªa sin cuidado. Pero su indiferencia no se nota en la pantalla, al menos en los aspectos t¨¦cnicos y profesionales. La frescura y el ritmo del filme son impecables, lo que le convirti¨® en una pel¨ªcula de ¨¦xito en su tiempo. Luego, los a?os se la tragaron, y hoy queda de ella un vago recuerdo, a causa fundamentalmente de la presencia del Bing Crosby inicial, antes de que, tras alcanzar un oscar por Siguiendo mi camino, se amanerara en papeles blandos y cortados por el mismo patr¨®n.
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