La Real Academia de Medicina condena el aborto ante una posible legislaci¨®n al respecto
La Real Academia de Medicina celebr¨® el martes pasado una sesi¨®n p¨²blica sobre el aborto, en la que disertaron como conferenciantes los acad¨¦micos doctores Botella, Clavero y Piga. La sesi¨®n termin¨® con la propuesta hecha por el secretario perpetuo, doctor Matilla, de que la Academia eleve a las Cortes un dictamen m¨¦dico de condena al aborto en el momento en que el Parlamento se ocupe de legislar sobre el tema.El primer conferenciante, doctor Botella, que se declar¨® claramente contra el aborto, igual que lo har¨ªan en el momento de sus respectivas disertaciones los otros dos ponentes, comenzo argumentando sobre la uni¨®n entre sexo y reproducci¨®n: ?El sexo no hubiera sido creado si no fuera por la necesidad de garantizar la continuidad de las especies?. Para el doctor Botella, esa uni¨®n ha existido siempre ?hasta la segunda mitad del siglo XX, en que la humanidad parece querer liberarse del yugo y la servidumbre reproductora. El que la tecnolog¨ªa de los anticonceptivos no se haya puesto a punto hasta la d¨¦cada de los sesenta indica que la humanidad ha sentido repentinamente la necesidad de disociar sexo y reproducci¨®n. Vemos crecer la terrible epidemia del aborto como consecuencia de la revoluci¨®n sexual, la cual, a su vez, es consecuencia de la mal comprendida revoluci¨®n cultural?.
El doctor Botella considera que el aborto es condenable desde el punto de vista biol¨®gico, sin necesidad de entrar en discusiones teol¨®gicas sobre cu¨¢ndo adquiere el alma el embri¨®n. ?Desde el momento de la fecundaci¨®n hay una vida nueva?.
El doctor Clavero centr¨® su exposici¨®n en el plano biol¨®gico, con una detallada descripci¨®n del crecimiento del embri¨®n desde las primeras semanas del embarazo. Para ¨¦l, est¨¢ demostrado que el embri¨®n realiza una actividad y una serie de funciones vitales, muy precozment¨¦. As¨ª, puede afirmarse que la actividad cardiaca, que comienza en la tercera semana de forma muy rudimentaria, se consolida ya en la, octava semana, en la que el coraz¨®n ya tiene su forma definitiva y s¨®lo cambiar¨¢ el ritmo cardiaco. Es tambi¨¦n en la octava semana de gestaci¨®n en la que se han detectado los primeros movimientos del feto, as¨ª como los primeros movimientos respiratorios a modo de boqueadas. El doctor Clavero ilustra con un ejemplo la,existencia de esta actividad respiratoria: ?En hospitales de Nueva York, Estado en el que est¨¢ permitido el aborto tard¨ªo, las enfermeras destinadas al departamento de abortos citan como especialmente desagradable la experiencia de tirar fetos boqueantes a los que no ha matado el suero en el ¨²tero?.
El doctor Piga, por su parte, da un repaso hist¨®rico a las legislaciones sobre el aborto en los diferentes pueblos, repaso que demuestra la variedad de criterios en el enjuiciamiento de estas pr¨¢cticas, desde su consideraci¨®n como delito similar al homicidio hasta la permisividad. ?Estamos convencidos de que el llamado aborto criminal no se soluciona con las medidas que el derecho ha adoptado hasta ahora, y que es preciso la adopci¨®n de normas de otra ¨ªndole para poder salir de la situaci¨®n actual?. Las medidas preventivas ser¨ªan, seg¨²n el doctor Piga, m¨¢s eficaces que una legislaci¨®n dura, porque ?es demasiado simple pensar que la mujer que busca la interrupci¨®n del embarazo tiene un alma comparable a la de la homicida, sino que obra por unas fuertes razones de orden moral, social, econ¨®mico o cultural, de las que ella es la primera v¨ªctima?.
La sesi¨®n termin¨® con intervenciones de otros acad¨¦micos, expresando su acuerdo con los confexenciantes y discrepando con el doctor Llorca, el cual plante¨® en su intervenci¨®n la duda de si la interrupci¨®n del embarazo significa la interrupci¨®n de una vida o s¨®lo de una vida potencial.
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