El atentado de AI-Azbakieh
El horrendo atentado cometido en Al-Azbakieh, que demand¨® a nuestro pueblo tantas v¨ªctimas entre muertos y heridos; esta acci¨®n criminal ha dejado en el cuerpo de nuestra orgullosa naci¨®n una profunda herida que no habr¨¢ de cicatrizar, ha planteado y sigue planteando muchos interrogantes sobre la identidad de sus planificadores y autores y sobre la verdad que se esconde tras ella. Todas las evidencias concurren a probar que el archicriminal Rif At El-Assad y sus subordinados de los Escuadrones de Defensa tuvieron buena parte en esta acci¨®n criminal. Nuestro pueblo se pregunta c¨®mo logr¨® la televisi¨®n gubernamental cubrir el espantoso y criminal suceso con tan pasmosa celeridad, cuando todos saben que la televisi¨®n -as¨ª como todos los organismos de propaganda- est¨¢ supeditada directa y totalmente al control gubernamental y no est¨¢ autorizada a difundir ninguna informaci¨®n o a cubrir ning¨²n suceso sin obtener el permiso previo de las autoridades de seguridad y de las autoridades de la censura. Esto no se realiza en pocos minutos, ni siquiera en pocas horas. El interrogante'es c¨®mo pudo el equipo, de filmaci¨®n de la televisi¨®n llegar al lugar del suceso diez minutos despu¨¦s de producirse el atentado sin que los mecanismos de propaganda hayan sido preparados de antemano, aguardando que se produjera un suceso delictivo en el mismo momento en que efectivamente se consum¨®.
Nuestro pueblo pregunta: el ch¨®fer del veh¨ªculo cargado de dinamita result¨® herido despu¨¦s que lo balearan las fuerzas de seguridad. Pr¨¦stese atenci¨®n al heqho de que solamente result¨® herido y que no muri¨® al instante. Es natural que en una situaci¨®n as¨ª las fuerzas de seguridad traten de que sobreviva para detenerle e interrogarle, a fin de obtener del mismo informaci¨®n sobre sus colaboradores y los planificadores de la operaci¨®n. Mas lo que ocurri¨® realmente fue que el ch¨®fer cay¨® herido, acerc¨¢ndosele entonces uno de los oficiales de los Escuadrones de Defensa subordinados a Rif At El-Assad, le dispar¨® con su pistola y le dio muerte. Por qu¨¦ procedi¨® asi el oficial, si no para silenciarlo para siempre e impedir que revele la verdad, una verdad que acuse a los jefes del r¨¦gimen y sus agentes y ponga al descubierto su mente enferma y criminal, individuos que no se arredran ante la matanza de ni?os, mujeres y hombres inocentes e indefensos, para poder seguir reteniendo el poder.
Y, finalmente, la representaci¨®n teatral ofrecida en las pantallas de televisi¨®n, mostrando la imagen de Yasin Saraj como ch¨®fer del veh¨ªculo con la trampa explosiva, pidiendo a los espectadores que lo identifiquen y suministren datos sobre el mismo.
Ustedes, gobernantes desp¨®ticos, saben muy bien que Yasin Saraj, cuya imagen proyectaron alegando que es el culpable, muri¨® en Alepo, en el mes de mayo de 1981, en un choque con las fuerzas de seguridad, siendo sepultado sin informar d e ello a sus familiares. Nosotros, as¨ª como todos, preguntamos si, al proyectar su imagen y acusarlo del atentado, ?no habr¨¢ sido vuestra intenci¨®n encubrir al verdadero criminal y a aqu¨¦llos que se encuentran detr¨¢s suyo? Es decir, encubrir la verdadera identidad del ch¨®fer del veh¨ªculo que fue muerto por el oficial de los Escua drones de Defensa para que se lleve a la tumba su enorme secreto y la identidad de aqu¨¦llos que le encomendaron? la ejecuci¨®n de esta acci¨®n depravada.
Sacaron la fotograf¨ªa de Yasin Saraj de los archivos y la publicaron para completar la m¨¢quinacion y esfumar la identidad de aqu¨¦llos que la planearon ocultamente.
Los hombres libres de nuestro pueblo, que se oponen con toda su alma y todas sus fuerzas al r¨¦gimen corrupto, en las acciones que llevan a cabo no se proponen matar a gente inocente, ¨¦sta misma v¨ªctima del r¨¦gimen, sino que vuelcan sus iras sobre el r¨¦gimen, sobre quienes lo sustentan y los que colaboran con ¨¦l.
Nuestro pueblo sirio, orgulloso e inteligente, posee un nuevo sentido, una amplia conciencia y una sagaz agudeza, y no habr¨¢ de caer en la trampa de esto! m¨¦todos diab¨®licos; sabe que el r¨¦gimen actual no vacila en asesinar a c lentos de ciudadanos inocentes para encontrar un pretexto que justifique la continuaci¨®n de sus acciones diab¨®licas. Los agentes de este r¨¦gimen, y a su frente los dos hermanos Assad, que planearon la masacre de Al-Azbakieh, no eludir¨¢n el doloroso castigo ni se salvar¨¢n de la venganza del pueblo, pues el Es.tado expoliador vive un instante, mas el Estado de justicia vive eternamente y los expoliadores comprobar¨¢n cu¨¢l es el destino que les espera.
Front National de Lib¨¦ration de la Syrie.
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