Serias divergencias entre Washington y sus aliados sobre una eventual suspensi¨®n de la CSCE

Los pa¨ªses miembros de la Alianza Atl¨¢ntica deber¨¢n decidir ma?ana, viernes, si aceptan o no la propuesta norteamericana de provocar una suspensi¨®n de la Conferencia de Madrid, una vez hayan intervenido los ministros de Asuntos Exteriores desplazados con este motivo a la capital espa?ola. Aunque la decisi¨®n final deber¨¢ ser adoptada en el Consejo Atl¨¢ntico del pr¨®ximo viernes (representantes permanentes), se puede adelantar ya que existen serias divergencias no s¨®lo entre Estados Unidos y sus aliados europeos, sino tambi¨¦n entre estos ¨²ltimos.Las diferencias de opini¨®n respecto al desarrollo de la crisis polaca volvieron a quedar de manifiesto ayer en una nueva reuni¨®n extraordinaria del Consejo, celebrada en Bruselas, en la que los quince no llegaron tampoco a ning¨²n acuerdo sustancial sobre las medidas de retorsi¨®n que deben ser impuestas a la Uni¨®n Sovi¨¦tica.

La Alianza se ha limitado a estimar que "no existe ning¨²n progreso", que han "aumentado las restricciones de los derechos pol¨ªticos en Polonia" y que hay indicios de que las autoridades polacas est¨¢n ahora menos dispuestas que nunca a entablar un di¨¢logo genuino con la Iglesia y los representantes leg¨ªtimos de Solidaridad.

Pero a la hora de las resoluciones concretas los quince siguieron estudiando las medidas que cada pa¨ªs, unilateralmente, quiere aplicar, y que se reducen a las ya' anunciadas en reuniones anteriores. Gran parte de los representantes diplom¨¢ticos europeos estiman que estas sanciones (reducci¨®n de movimiento de diplom¨¢ticos sovi¨¦ticos y polacos, suspensi¨®n de conversaciones sobre transporte, aumento de la tasa de inter¨¦s en cr¨¦ditos a la exportaci¨®n, restricci¨®n en los acuerdos bilaterales, etc¨¦tera) son equivalentes a las adoptadas en su d¨ªa por Washington y en modo alguno m¨¢s suaves, como pretende Estados Unidos.

En relaci¨®n con la Conferencia sobre Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (CSCE), que se reabrir¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 9 en Madrid, las divergencias son a¨²n m¨¢s agudas. Alexander Haig, secretario de Estado norteamericano, estima que los aliados deber¨ªan provocar una suspensi¨®n, y no "mantener m¨¢s la farsa" de un di¨¢logo imposible con Mosc¨² sobre el respeto del Acta de Helsinki. Su opini¨®n es compartida por algunos pa¨ªses europeos, como el Reino Unido; pero otros, encabezados por la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA), estiman que la CSCE debe ser mantenida ya que as¨ª puede ser m¨¢s ¨²til para los polacos.

Seg¨²n el acuerdo a que llegaron los diez pa¨ªses miembros de la Comunidad Econ¨®mica Europea, el mismo d¨ªa de la reapertura de la Conferencia de Madrid deber¨¢ intervenir, en nombre de la CEE, el ministro de Exteriores belga, el democristiano Leo Tindemans. Tindemans afirm¨® en una reciente conferencia de Prensa que la Conferencia deber¨ªa proseguir porque segu¨ªa siendo un cauce v¨¢lido.