Un pueblo salmantino, compra en subasta 800 hect¨¢reas de tierras cultivables propiedad de un patronato ben¨¦fico

Los vecinos de El Cubo de Don Sancho, en Salamanca, han conseguido recientemente algo por lo que ven¨ªan luchando desde hace tiempo: la adquisici¨®n de forma comunitaria de 800 hectareas de tierras cultivables, pertenecientes desde principio de siglo a una instituci¨®n ben¨¦fica. Para ello, tuvieron que ir a una subasta, previa amenaza a otros dos concurrentes privados -que decidieron retirarse- y pedir un cr¨¦dito de sesenta millones, a la Caja Rural.

"Nos han sacado todo lo que han podido, pero esta compra va a devolver la vida al pueblo", manifestaba Vidal Holgado, alcalde de El Cubo de Don Sancho, dos d¨ªas despu¨¦s de la celebraci¨®n de la subasta en la que el Ayuntamiento de esta localidad salmantina adquiri¨® m¨¢s de ochocientas hect¨¢reas por las que ven¨ªan luchando desde a?os atr¨¢s. "El Cubo vive de las fincas del patronato y su explotaci¨®n es lo ¨²nico que puede hacerle sobrevivir". A partir de ahora ' las tierras se trabajar¨¢n de forma comunal y lo vecinos esperan que la Adm¨ªnistraci¨®n les ayude a conseguir los sesenta millones que necesitan.Los terrenos reci¨¦n adquiridos han pertenecido hasta ahora a la Fundaci¨®n Piadosa Vicente Rodr¨ªguez Fabr¨¦s, as¨ª como otras 2.500 hect¨¢reas de las 9.000 que conforman el t¨¦rmino municipal del pueblo. En la subasta p¨²blica celebrada para adjudicar El Trillo y Los Morales, los vecinos amenzaron duramente a otros dos licitadores, en un ¨²ltimo intento de evitar que las tierras pasaran de nuevo a manos privadas. Los licitadores, pese a haber mejorado las ofertas del Ayuntamiento, renunciaron a su derecho en favor del pueblo, tras haber tenido que ser protegidos por la polic¨ªa en un intermedio del acto.

La fundaci¨®n Fabr¨¦s

Vicente Rodr¨ªguez Fabr¨¦s muri¨® en Salamanca en 1904. Sus ¨²ltimos deseos debieron sorprender a sus coet¨¢neos, que vieron c¨®mo su fortuna se destinaba a la creaci¨®n de una fundaci¨®n ben¨¦fica. Ello, al parecer, ven¨ªa a contradecir actitudes anteriores del ahora c¨¦lebre banquero. El patronato de la fundaci¨®n est¨¢ integrado por el obispo de la di¨®ceses, que lo preside, el alcalde de Salamanca, el presidente de la Diputaci¨®n, el fiscal de la Audiencia y el rector de la Universidad.Los vecinos de El Cubo de Don Sancho explotan desde hace 77 a?os una de las fincas, El Conejal, de 700 hect¨¢reas, y los Tres Cuartos, de 1.600, desde hace d¨ªas. Por ellas, este a?o han pagado a la fundaci¨®n m¨¢s de tres millones de pesetas y otro mill¨®n y medio a la Seguridad Social. Pero siempre han aspirado a trabajar tambi¨¦n Rollanejo, porque somos muchos en el pueblo, cerca de trescientas familias, y el secano no es suficiente".

La inexistencia de tierras de las que poder vivir en El Cubo explica las luchas de los vecinos. Del total de la extensi¨®n del municipio, s¨®lo 1.400 hect¨¢reas est¨¢n repartidas entre los vecinos, y las restantes pertenecen a dos grandes latifundistas ganaderos. Hace unos a?os, los habitantes de El Cubo intervinieron para que Rollanejo fuera declarada finca manifiestamente mejorable, pero la fundaci¨®n hizo de ella tres lotes inferiores a 500 hect¨¢reas, seg¨²n explican los vecinos. El patronato necesitaba dinero y decidi¨® subastar el Cuarto hace unos meses, y dej¨® en renta El Trillo y Los Morales.

Los vecinos, que entonces no pudieron acudir a la subasta por carecer de recursos econ¨®micos, confiaron en que tras la promesa realizada por el obispo hace a?os, el resto de las tierras les ser¨ªa arrendado. Por ello, cuando se anunci¨® la subasta de las otras dos fincas, culparon al presidente del patronato de enga?arles. Sin embargo, la asamblea del pueblo decidi¨® quedarse con El Trillo y Los Morales, y encarg¨® a su alcalde la gesti¨®n de su financiaci¨®n, que ser¨¢ pagada por todos los vecinos con dificultades sin duda, pero con la satisfacci¨®n de poseer el terreno deseado.

La base de licitaci¨®n de cada una de las fincas se cifraba en treinta millones y la Caja Rural ofreci¨® al pueblo la cantidad que necesitara, en tanto consiguieran otras ayudas. La subasta se celebr¨® en un clima de gran tensi¨®n y el alcalde present¨® dos ofertas apoyado por la presencia de un centenar de vecinos, que acudieron al acto con una pancarta, en la que se le¨ªa: "El pueblo necesita y quiere las tierras".