La URSS en Afganist¨¢n

Soy lector antiguo de su peri¨®dico y nunca hasta hoy hab¨ªa encontrado motivos suficientes para escribirle, protestando por unos conceptos vertidos en un art¨ªculo. Me refiero, en primer lugar, a los comentarios que sobre la invasi¨®n sovi¨¦tica de Afganist¨¢n y sobre su historia, en general, se hacen en su comentario titulado "Una Rep¨²blica apoyada por tanques". Basta como bot¨®n de muestra del nivel alcanzado por el comentario el hecho de que afirma que el golpe del 27 de diciembre de 1979, que acaba con la vida de Hafizullah Amin, es "incruento" y que el nuevo "hombre fuerte", Karmal, solicita la ayuda sovi¨¦tica. No cabe mayor desinformaci¨®n a sus lectores ni mayor tendenciosidad en el tratamiento del tema; parecen ustedes El Alc¨¢zar, s¨®lo que por el otro lado, y estoy seguro que ni siquiera el Mundo Obrero hubiera sido capaz de afirmar tranquilamente eso. Es bien sabido que la masiva intervenci¨®n sovi¨¦tica coincidi¨® con el asalto de un grupo especial al palacio presidencial de Amin y el asesinato de ¨¦ste mientras el t¨ªtere Karmal se instalaba en el poder, c¨®modamente apoyado en 80.000 soldados rusos. Por de pronto, hemos constatado un muerto, pero, ?y la represi¨®n posterior?, ?y la matanza de guerrilleros y opositores al r¨¦gimen?, efectivamente "incruento", casi tanto como el celebrado golpe del general Pinochet en Chile./