Falso concurso de Unicef
En representaci¨®n de las familias que componen esta asociaci¨®n, y en la nuestra propia, transmitimos a usted nuestro disgusto por los lamentables hechos ocurridos durante el pasado mes de diciembre de 1981, y de los que Unicef-Espa?a ha sido protagonista.Unicef ha patrocinado un concurso de dibujo, que result¨® un ¨¦xito por el gran n¨²mero de participantes: a todos los ni?os se les hab¨ªa seleccionado un dibujo por la mundial y prestigiosa Unicef: todos nos lo cre¨ªmos, ni?os y padres, acudiendo a un hotel para comprobar que, una vez m¨¢s, se hab¨ªa utilizado la ilusi¨®n infantil como zanahoria. En el concurso no hab¨ªa ning¨²n rigor selectivo, pues tan s¨®lo se trataba de ilusionar a los ni?os y hacerles acudir con los padres al bien montado tenderete de libros, en un ambiente de clara, presi¨®n y coacci¨®n mercantil. Los ni?os terminaron desilusionados, y los padres, indignados, aunque el objetivo mercantil se hab¨ªa cumplido, pues no faltaba m¨¢s.
Las familias ya est¨¢bamos acostumbradas a este tipo de actos y cada vez resultaba m¨¢s diif¨ªcil dejarnos embaucar por tan falsos patrocinadores culturales. Pero no pod¨ªamos esperar que Unicef se viera mezclada en esta clase de negocios.
En el hotel de referencia se solicit¨® la presencia de la persona responsable de Unicef para exponerle personalmente nuestra repulsa, y esta persona no apareci¨®: s¨®lo hab¨ªa vendedores de libros.
Los ni?os conocen la imagen de Unicef. El presidente ejecutivo, James P. Grant, se?al¨® a Unicef-Espa?a como modelo mundial de Unicef. Pues bien, la imagen de Unicef-Espa?a se ha deteriorado. Se vendi¨® (no queremos saber por cu¨¢nto) a cambio de la ilusi¨®n de los ni?os espa?oles.
Y si hechos como ¨¦ste descalifican a cualquier organizaci¨®n, ustedes se han descalificado solos./
Presidente de la Asociaci¨®n de Padres de Alumnos del Colegio Nacional Bravo Murillo.
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