Italo Calvino estrena en Londres la versi¨®n de una ?pera inacabada de Mozart

Las tres ¨²nicas representaciones de la ¨®pera inacabada de Mozart Zaide han despertado gran inter¨¦s entre el p¨²blico londinense cuando la semana pasada la organizaci¨®n musical M¨²sica nel Chiastro las mont¨® en el teatro (Did Vie, de la capital brit¨¢nica. El marco dram¨¢tico que une las quince piezas musicales de Mozart que deb¨ªan haber formado Zaide es obra del novelista italiano Italo Calvino.

Mozart debi¨® escribir estas quince piezas hacia 1799 para satisfacer su necesidad imperativa de componer ¨®peras, pero pronto abandon¨® el proyecto de Zaide sin completarlo para dedicarse a un nuevo encargo: Idomeneo. Zaide deb¨ªa haber tomado la forma de un singspiel alem¨¢n, es decir, de una obra con tonos c¨®micos y un desenlace feliz y con partes narrativas que no habr¨ªan sido cantadas. Esta parte narrativa, o bien nunca fue escrita, o bien desapareci¨®, perdi¨¦ndose as¨ª el sentido de unidad de las quince piezas que han sobrevivido. Zaide recuerda al posterior Entfuhrung aus dem serail, tratando de la historia de un har¨¦n turco, con los personajes del pach¨¢, una esclava europea favorita y un cristiano que se enamora de ella. Dicho esto resulta dif¨ªcil a?adir algo m¨¢s sobre la trama de la ¨®pera.Italo Calvino ha elegido la figura de un narrador, el visir Allazim, un misterioso cristiano renegado, para construir el marco que estructura las quince piezas.

Italo Calvino, trabajando con las piezas como con un manuscrito incompleto, decide no solucionar la trama, escogiendo, por el contrario, dejarla abierta a varias posibilidades. As¨ª, la obra concluye con Gomatz, el amante cristiano de Zaide, meditabundo sobre que podr¨ªa venir despu¨¦s. "El artefacto calviniano funciona muy bien", coment¨® el novelista y compositor Anthony Burgess, se?alando, sin embargo, que la t¨¦cnica del escritor italiano presupone una inteligencia en la audiencia que no siempre se da.

Un Mozart inseguro de su meta

Calvino, en su papel de mediador entre Mozart y el p¨²blico, distancia a ¨¦ste de la trama, oblig¨¢ndole a que no d¨¦ nada por sentado y reflexione constantemente sobre las diversas alternativas que el escritor italiano propone. La narraci¨®n italiana fue traducida al ingl¨¦s, pero las quince piezas fueron cantadas en alem¨¢n. Los asistentes salieron, sin embargo, algo asombrados de estas representaciones de Zaide, algo despistados sobre su sentido. Las quince piezas de Zaide nos muestran adem¨¢s un Mozart en proceso de creaci¨®n y, por una vez, inseguro de su meta.El montaje de Zaide, estrenado el a?o pasado en el Festival de Bastignano (Italia), es obra de Adam Pollock, el que fund¨® en 1974 Musica nel Chiastro, para organizar ¨®peras en claustros. En estas tres representaciones, la soprano Deborah Ress y los tenores Adrian Thompson y Neil Jenkins se defendieron m¨¢s que sobradamente, si bien, en opini¨®n generalizada de la cr¨ªtica musical brit¨¢nica, el bajo William Mackie, en el papel fundamental del narrador, deja mucho que desear.

"Tenemos que agradecer a Calvino el habernos proporcionado una estructura que da sentido a las quince arias y conjuntos que han sobrevivido", se?al¨® Anthony Burguess. "Zaide viene a a?adirse genuinamente al repertorio, un matrimonio picante de m¨¦todos art¨ªsticos opuestos que ha conse guido una unidad improbable pero exquisita".