Medidas en la RDA contra un pastor protestante autor de una iniciativa pacifista
El pastor protestante Reiner Eppelmann, iniciador del manifiesto de Berl¨ªn Construir la paz sin armas, fue puesto en libertad tras 48 horas de detenci¨®n. La polic¨ªa de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana registr¨® el domicilio del promotor de la iniciativa pacifista, que pidi¨® la retirada de todas las armas at¨®micas del suelo alem¨¢n, la firma de un tratado de paz con las dos Alemanias y la sal¨ªda de las fuerzas de ocupaci¨®n de la RDA y de la Rep¨²blica Federal de Alemania.La noticia de la detenci¨®n y puesta en libertad del pastor Eppelmann trascendi¨® a Berl¨ªn Oeste el mismo d¨ªa en que se hicieron p¨²blicas una serie de medidas que pueden permitir la salida del territorio de la RDA "por motivos familiares", sin necesidad de esperar a cumplir la edad de jubilaci¨®n: 65 a?os, los hombres, y sesenta, las mujeres.
En la RDA no es raro que dos j¨®venes de una y otra Alemania se despidan con una frase un poco macabra: "Nos veremos cuando me jubile". La broma tiene su fundamento, porque hasta la edad de jubilaci¨®n no se puede, por lo general, salir del pa¨ªs hacia "el extranjero capitalista", como dice el lenguaje oficial.
La nueva normativa, publicada ayer en Berl¨ªn Este, suaviza un poco las duras disposiciones sobre viajes al Occidente por motivos familiares urgentes. Se pueden perm¨ªtir ahora viajes con ocasi¨®n del 60, 65, 70 y 75 cumplea?os de familiares, la primera comuni¨®n o la confirmaci¨®n.
La norma no es imperativa, sino que se trata s¨®lo de una posibilidad: las autoridades pueden, no tienen que conceder el permiso para viajar a Occidente.
En Bonn, el Gobierno se apresur¨® a declarar que estas nuevas normas son "una consecuencia del encuentro entre el canciller Schmidt y el jefe del Estado, Honecker, en el lago Werbellin, en diciembre", y asegura que se continuar¨¢n los esfuerzos para facilitar los viajes.
La detenci¨®n del pastor que ha promovido el manifiesto pacifista de Berl¨ªn Este pone al descubierto que la iniciativa de la forma expuesta en el escrito Construir la paz sin armas, no goza de las simpat¨ªas del r¨¦gimen de la RDA. El manifiesto, adem¨¢s de las grandes declaraciones pol¨ªticas, conten¨ªa una serie de exigencias internas que despiertan desc¨®nfianza entre las autoridades de la RDA.
Los pacifistas ped¨ªan, entre otras medidas, la supresi¨®n de la clase de formaci¨®n militar en las escuelas y la creaci¨®n de un servicio de paz para los objetores de conciencia. La detenci¨®n del pastor Eppelmann deja al descubierto que el r¨¦gimen de la RDA ve con simpat¨ªa el movimiento pacifista, siempre que se mantenga fuera de sus propias fronteras.
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