El Papa comienza en Nigeria su segundo viaje a Africa

Juan Pablo II lleg¨® ayer tarde a Nigeria, en su segundo viaje a Africa, y bes¨® su tierra en un ambiente que recordaba las fiestas populares. En el aeropuerto fueron in¨²tiles todos los esfuerzos de soldados y polic¨ªas para contener a la gente. Al iniciar su primera gira tras el atentado sufrido en mayo los sonidos de los tantanes se un¨ªan a las salvas de ca?¨®n rituales para un jefe de Estado.

Todo era ca¨®tico y alegre. Aseguraron que ni la reina del Reino Unido despert¨® tanto entusiasmo en esta capital como el papa Wojtyla, el atleta de Dios, que, como dec¨ªa un cartel, ha llegado al "gigante de Africa".El gigante es Nigeria, considerada una de las potencias industriales del continente. Pero es un gigante enfermo. Lagos se cae a pedazos. En su discurso al presidente de la Rep¨²blica, Juan Pablo Il afirm¨® que es necesario que este pa¨ªs, "en la b¨²squeda del progreso, rechace todo lo que es indigno de la libertad y de los derechos humanos de cada uno y del pueblo en su totalidad".

"Hay que expulsar", dijo el Papa, "la corrupci¨®n, la malversaci¨®n, la apropiaci¨®n indebida del dinero p¨²blico, la prevaricaci¨®n de los d¨¦biles, la insensibilidad frente a los pobres". Los elementos capaces de llevar a Nigeria hac¨ªa un progreso verdaderamente humano, a?adi¨® el papa Juan Pablo II, son: "La participaci¨®n en la vida pol¨ªtica del pa¨ªs, la libertad de religi¨®n, de palabra, de asociaci¨®n, la protecci¨®n de un sistema judicial eficaz, el respeto y la promoci¨®n de los valores espirituales y culturales, el amor de la verdad".

En su primer encuentro con la poblaci¨®n, que danzaba sin cansarse por todas partes donde pasaba el Papa, les dijo: "Deseo expresar mi solidaridad fraternal a esta naci¨®n, que, a trav¨¦s de su Constituci¨®n, ha decidido firmemente y seriamente vivir bajo Dios, en unidad y armon¨ªa, y de trabajar por el bien de todos".