Desalojo de la sala y dos detenidos durante el juicio contra un ganadero en Guadalajara

En un ambiente de tensi¨®n se ha celebrado, en la Audiencia Provincial de Guadalajara, el juicio contra Angel Rojo Cuadrado, que en la noche del d¨ªa 19 de diciembre de 1978 dispar¨® contra varias personas que presuntamente pretend¨ªan robar ganado de su propiedad, causando la muerte de una y heridas graves a otra.

El fiscal pidi¨® para el encausado cinco a?os de prisi¨®n menor, y la acusaci¨®n particular, seis a?os y seis meses. Y en ambos casos, una fuerte indemnizaci¨®n para los herederos del fallecido, solicitando el abogado defensor, por el contrario, la libre absoluci¨®n. Varios centenares de agricultores y ganaderos, principalmente de la zona de Uceda, donde reside Angel Rojo, se dieron cita en la Audiencia Provincial y fueron finalmente desalojados de la sala de vistas. En el exterior hubo intentos de cortar el tr¨¢fico y polic¨ªas nacionales con material antidisturbios tuvieron que contener a los m¨¢s exaltados.

Gritos del p¨²blico

Nada m¨¢s comenzar la vista, y al considerar los asistentes que el fiscal atacaba al procesado, comenzaron los gritos de ?justicia, justicia?, que provocaron el desalojo de la sala. Esto se produjo en medio de una fuerte tensi¨®n, al negarse la mayor¨ªa, y en los forcejeos fueron detenidas dos personas.Reanudada la sesi¨®n, el abogado defensor reconoci¨® en el acusado un delito de homicidio y otro de lesiones, pidiendo su libre absoluci¨®n, al considerar que hab¨ªa actuado en leg¨ªtima defensa al enfrentarse a varias personas que hab¨ªan contestado a su fuego. Para este letrado, la jurisprudencia espa?ola reconoce el derecho de las personas a defenderse cuando no pueden hacerlo las fuerzas de orden p¨²blico.

El fiscal no acept¨® que alguien hubiera contestado a los disparos de Angel Rojo, ya que no apareci¨® ning¨²n cartucho distinto a los que ¨¦l dispar¨®. Reconoci¨®, sin embargo, que fue provocado, sin que ello suponga que nadie pueda tomarse la justicia por su mano. En sus conclusiones definitivas, pidi¨® cinco anos de prisi¨®n menor por homicidio y una indemnizaci¨®n para los herederos de la v¨ªctima de 1.800.000 pesetas. La acusaci¨®n privada le acus¨® de dos delitos de asesinato, uno consumado y otro frustrado, y pidi¨® seis a?os de prisi¨®n menor por el primero y seis meses y, un d¨ªa por el segundo, elevando la indemnizaci¨®n a 2.500.000 pesetas.