Querella de una ni?a inglesa contra los que no impidieron su nacimiento
Un ni?o no tiene derecho a presentar una demanda judicial ante los tribunales por hab¨¦rsele permitido nacer, decret¨® un tribunal ingl¨¦s. Mary McKay, de seis a?os de edad, que naci¨® medio ciega y sorda al haber cogido una infecci¨®n de rubeola durante su proceso de gestaci¨®n en el vientre materno, hab¨ªa llevado ante los tribunales a la autoridad sanitaria de Essex y al doctor Gower Davies, quien no hab¨ªa recomendado a su madre que abortara.El caso de la ni?a, presentado por su t¨ªo Michael William Davies, fue el a?o pasado rechazado por un juzgado de primera instancia, pero posteriormente aceptado por un tribunal superior. Los acusados acudieron al tribunal de apelaciones, que decret¨® el viernes que la acusacion era improcedente.
Este tribunal se?al¨® que el hecho de que un ni?o pudiera querellarse contra un m¨¦dico porque ¨¦ste permitiera que hubiera nacido subnormal, implicar¨ªa que el ni?o "tiene un derecho a nacer ¨ªntegro o a no nacer, a no ser que naciera perfecto o normal, sea lo que sea lo que esto signifique". Los jueces dictaminaron que "la entrada en una vida injusta o inicua" (wrong-ful) no es causa para acci¨®n judicial.
Para su sentencia, los jueces del tribunal de apelaciones se basaron en la ley de deformaciones cong¨¦nitas de 1976, que de hecho impide a los ni?os nacidos despu¨¦s del 22 de julio de 1976 este tipo de acci¨®n judicial. La secci¨®n pertinente de la ley, sin embargo, nunca hab¨ªa sido aplicada, y los jueces se sintieron en la necesidad de explicar su decisi¨®n.
La madre de Mary, Jacinta McKay, sospech¨® en los primeros estadios de su embarazo que se hab¨ªa visto expuesta a una infecci¨®n de rub¨¦ola, y pidi¨® a su m¨¦dico y a las autoridades sanitarias que le hicieran an¨¢lisis de sangre. La madre alega que ¨¦stos fueron incorrectos y que el doctor Davies no le recomend¨® que abortara ante la posibilidad de tener un hijo subnormal, cosa que hubiera hecho de haber sabido la verdad. La acusaci¨®n independiente de la madre contra las autoridades y el m¨¦dico sigue su curso, no afectada por la decisi¨®n sobre la demanda judicial presentada por su hija.
En este caso, "¨²nico en el Reino Unido y en la Commonwealth", coment¨® uno de los jueces, la ni?a alegaba "haber llegado a la vida con lesiones que la han debilitado y da?ado". "Pero estas lesiones", explic¨® el juez, "no hab¨ªan sido causadas por los acusados, sino por la rub¨¦ola, de la cual nadie tiene la culpa".
La ley inglesa reconoce una diferencia entre la vida del feto y la vida de los que han nacido, pero aunque un m¨¦dico puede legalmente hacer a un feto, insisti¨® el juez, lo que no puede legalmente es hacer a una persona que ha nacido, de ello no se desprende que el m¨¦dico tenga una obligaci¨®n legal hacia un feto para acabar con su vida ni que el feto tenga un derecho legal a morir. La conclusi¨®n es que un ni?o no puede presentar querella judicial por haber nacido.
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