El Bar?a, sin sus motores, gan¨® en el Manzanares
El Atl¨¦tico jug¨® sin Hugo S¨¢nchez, que ha sido goleador milagroso en varias ocasiones. El Barcelona actu¨® en el Manzanares sin Schuster, Estella y Esteban, que son los motores del conjunto en el contragolpe. El Barcelona, m¨¢s disminuido en sus fuerzas que el Atl¨¦tico, supo luchar como no lo hizo en la pasada eliminatoria de Copa del Rey. El Bar?a, sin necesidad de recurrir al ya famoso, pero desconocido Cleo, logr¨® alzarse con el triunfo. Lattek ha conseguido convencer a sus jugadores de que con suplentes tambi¨¦n se puede ganar.El fallo tradicional del Barcelona ha sido siempre la falta de fe en sus propias fuerzas. Temporada tras temporada, cuando el equipo azulgrana se embala hacia el t¨ªtulo sufre un par¨®n dram¨¢tico y deja escapar el campeonato. Un a?o fue la expulsi¨®n de Cruyff por Melero el pasado no super¨® el secuestro de Quini. En la presente campa?a llevaba camino de no digerir la ausencia de Schuster. El domingo, en el Manzanares, se mostr¨® m¨¢s seguro y firme, y acab¨® adjudic¨¢ndose el triunfo.
El Atl¨¦tico, que decepcion¨® a la parroquia ante el Madrid, tambi¨¦n logr¨® sobreponerse y estuvo m¨¢s entonado que en otras ocasiones. Perdi¨®, pero no anduvo por debajo de sus reales posibilidades. Hizo, pr¨¢cticamente, lo que est¨¢ a su alcance. Al equipo Atl¨¦tico actual no puede ped¨ªrsele m¨¢s. El Atl¨¦tico, tras defenderse de los contraataques azulgranas con discreci¨®n, intent¨® ganar el partido. Le falt¨® suerte en el disparo de Julio Alberto al palo y en el fallo, acto seguido, de Rub¨¦n Cano, que no alcanz¨® el bal¨®n cuando bastaba tan s¨®lo con empujarlo para lograr el tanto.
El Atl¨¦tico se enton¨® un poco m¨¢s cuando Ruiz ocup¨® su aut¨¦ntico puesto en el centro del terreno. El Atl¨¦tico no cuenta con estrellas, pero dentro de la plantilla es factible realizar algunos cambios, que pueden ser sustanciales. Balbino est¨¢ para quedarse en la caseta. Y con ¨¦l, Juanjo -porque Clemente es mejor y tiene mayor futuro-, aunque el hombre pone voluntad y trata siempre de cumplir.
El Atl¨¦tico tiene, adem¨¢s de fallos en el armado del juego, porque Quique est¨¢ bajo de forma y Dirceu cada d¨ªa arriesga menos, debilidad end¨¦mica en la delantera. Rubio no es el de la pasada campa?a, y Marcos sigue sin rematar las jugadas.
El Atl¨¦tico opuso al Barcelona m¨¢s fuerza que contra el Madrid, pero nada m¨¢s. El Barcelona, sin realizar el f¨²tbol de principios de campa?a, jug¨® con gran sacrificio, y pese a que algunos de sus hombres no estuvieron muy afortunados en el pase, puso en serios apuros a Mej¨ªas en varias ocasiones. El guardameta rojiblanco volvi¨® a hacer m¨¦ritos para que Garc¨ªa Traid le otorgue, definitivamente, su confianza.
El Barla fue conservador en su planteamiento, porque en ocasiones dej¨® un solo hombre delante, pero cuando atac¨® sum¨® a los tres hombres punta a V¨ªctor, Zuvir¨ªa y, en ocasiones, a Alexanco. El Barcelona se distendi¨® con m¨¢s facilidad que el Atl¨¦tico y tuvo en Simonsen al hombre m¨¢s peligroso. Quini, que sigue traumatizado, se sacrific¨® en misiones defensivas, pero fue hacia adelante con lentitud. Mor¨¢n corri¨®, pero con escasa claridad de ideas. En el segundo minuto del encuentro tuvo una ocasi¨®n de gol que intent¨® transformar justo por donde estaba Mej¨ªas. A Mor¨¢n le fallan los reflejos para entregar la pelota al compa?ero mejor situado. El Barcelona se adjudic¨® el triunfo por la contundencia de la defensa -que en ocasiones despej¨®, como en los viejos tiempos, hacia las nubes- y por la constante brega de sus centrocampistas. Zuvir¨ªa marc¨® bien a Dirceu y se escap¨® de ¨¦l la mayor¨ªa de las veces. V¨ªctor, en el segundo tiempo, estuvo solo siempre que intent¨® entrar por la izquierda.
El Atl¨¦tico acorral¨® al Barcelona en los ¨²ltimos minutos, pero fue a trompicones y sin crear jugadas bien ordenadas. El Barcelona se limit¨® a amarrar.
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