Una versi¨®n virtuosista de David Gueringas
Schelomo, para violonchelo y orquesta, de Ernest BIoch. Obras de Joaqu¨ªn Nin-Culmell y Brahms.Director: Enrique Garc¨ªa Asensio. Solista: D. Gueringas. Orquesta Sinf¨®nica de RTVE.
Teatro Real. 20 y 21 de febrero.
Volvi¨® el violonchelista lituano David Gueringas, esta vez con la Orquesta de RTVE, bajo la direcci¨®n de Garc¨ªa Asensio. Como hace un mes en los conciertos de la Nacional, el arte de Gueringas entusiasm¨® a todos por la precisi¨®n de su t¨¦cnica, la calidad de su sonido y la apasionada expresividad.
Schelomo (Salom¨®n, en hebreo) es una de las p¨¢ginas m¨¢s divulgadas de un compositor bastante olvidado: Ernest Bloch (1880-1959), nacido en Ginebrat, pero representante de lo que se llam¨® en su d¨ªa nacionalismo jud¨ªo, a¨²n cuando no se trate del c¨¦lebre acarreo f¨¢cil de melod¨ªas populares, sino de una penetraci¨®n en la sustancialidad de las tradiciones musicales jud¨ªas para conseguir unas muy precisas se?as de identidad.
Por temperamento y formaci¨®n, Bloch nos habla, habitualmente, en lenguaje tardorrom¨¢ntico, inclusive en obras formalmente neoclasicistas. En el caso de Schelomo, viene a objetiliar ciertos principios estructurales procedentes de los textos salom¨®nicos, y si, en principio, el compositor pens¨® en la voz como solista, despu¨¦s hizo cantar al violoncheIo. Combinado con la orquesta o en di¨¢logo con ella, a trav¨¦s de grandes secciones encomendadas al solista y al conjunto, alternativamente, Bloch consigui¨® una partitura plena de belleza que, despu¨¦s de casi setenta a?os de su creaci¨®n, se escucha con inter¨¦s.
M¨¢s a¨²n si nos llega en versi¨®n tan caliente y virtuosista, tan rica de matices y poder de comunicaci¨®n como la del disc¨ªpulo de Rostropovich, quien, muy tempranamente, vio en Gueringas "uno de los mejores chelistas del mundo". La colaboraci¨®n de la Sinf¨®nica de RTVE y Garc¨ªa Asensio result¨® flexible y efectiva.
Otro nombre infrecuente en nuestros programas: Joaqu¨ªn Nin Culmell, hijo de Nin y Castellanos, y hermano de Ana?s Nin. Independientemente de su origen, Nin Culmell se ha sentido siempre racialmente espa?ol, a lo que contribuy¨® no poco su aprendizaje con Manuel de Falla. Reside desde hace muchos a?os en Estados Unidos y, por edad, pertenece a la generaci¨®n de 1901 (que suele ser llamada de 1927 o de la Rep¨²blica), ya que naci¨® en 1908.
En sus Tres piezas antiguas espa?olas Nin se muestra heredero de la inclinaci¨®n de su padre por nuestra vieja m¨²sica al trasladar a la orquesta, con estilo personal y buena escritura, las Diferencias sobre el Canto del Caballero, de Cabez¨®n; un Tiento, de Cabanilles, y la Sonata en re, de Mateo Alb¨¦niz.
Enrique Garc¨ªa Asensio luci¨® su buena t¨¦cnica de batuta y sus posibilidades expresivas en la Segunda sinfon¨ªa, de Brahms.
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