Don Juan Carlos se entrevista hoy en Mallorca con Hassan de Marruecos
El rey Hassan II de Marruecos emprende, a partir de hoy, una visita privada a Espa?a para entrevistarse, en Palma de Mallorca, con el rey Juan Carlos. La urgencia, y el secreto, con que fue negociada esta entrevista, ha causado sorpresa, informa nuestro corresponsal en Rabat, Domingo del Pino. El monarca marroqu¨ª tiene pendiente una visita oficial a Espa?a, en reciprocidad por la efectuada a Fez, en junio de 1979, por el rey Juan Carlos. Por otra parte, deb¨ªa viajar antes a Washington para entrevistarse con el presidente norteamericano, Ronald Reagan.
Qu¨¦ hecho nuevo ha ocurrido ahora en las relaciones entre Espa?a y Marruecos que necesite una conversaci¨®n privada de los dos soberanos?.Parece que el viaje est¨¢ relacionado con los recientes acuerdos militares de Marruecos con Estados Unidos y la incidencia que ¨¦stos pueden tener sobre Espa?a, en particular con respecto a Ceuta y Melilla.
Los acuerdos militares citados tienen dos objetivos diferentes, seg¨²n los expliquen marroqu¨ªes o norteamericanos. Para Marruecos se trata de obtener el apoyo militar necesario para contrarrestar la introducci¨®n en la guerra del Sahara, por parte del Polisario, de armamento de tecnolog¨ªa muy avanzada. El secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig, dijo, durante su pasada estancia en Marrakech, que Estados Unidos hab¨ªa solicitado facilidades para las fuerzas norteamericanas en Marruecos, de cara a Oriente Pr¨®ximo.
El rey Hassan II, en cuanto a ¨¦l, parec¨ªa otorgarle un mayor alcance -atlantista- a esa cooperaci¨®n militar con Estados Unidos. "No se puede ignorar", dijo durante su ¨²ltima visita, tambi¨¦n privada, a Par¨ªs, "que el Atl¨¢ntico llega hasta Africa del Sur". Su ministro de Asuntos Exteriores, M'Hamed Bucetta, hab¨ªa declarado mucho antes, y con motivo del previsto ingreso de Espa?a en la OTAN, que "Marruecos y Espa?a tienen una responsabilidad compartida en el mantenimiento de la seguridad en el estrecho de Gibraltar". Para el ministro marroqu¨ª, esta doble responsabilidad no la podr¨¢n ejercer cabalmente ninguno de los dos pa¨ªses en tanto que "Inglaterra ocupe Gibraltar, y Espa?a Ceuta y Melilla".
Un a?o sin embajador en Madrid
Es sintom¨¢tico que a todo lo largo de la visita de Haig a Marruecos la Prensa marroqu¨ª hubiese destacado las dificultades que confrontaba la renovaci¨®n del tratado bilateral de Espa?a con Estados Unidos, motivadas, seg¨²n ella, por la negativa de Washington a reconocer la soberan¨ªa de Espa?a sobre Ceuta y Melilla".
Desde la llegada de Calvo Sotelo al poder hace un a?o, se habla de un mejoramiento de las relaciones entre los dos pa¨ªses. A pesar de ello, la direcci¨®n de la Embajada marroqu¨ª en Madrid lleva vacante un a?o, desde que el anterior embajador fuera destinado a Tr¨ªpoli. No obstante, fuentes marroqu¨ªs bien informadas indicaron ayer que el pr¨®ximo embajador de Marruecos en Espa?a ser¨¢ Abdelhafid Kadiri, ex ministro de Juventud y Deporte, diputado y miembro del partido Istiqlal, que dirige Bucetta.
Es evidente que algunos hechos nuevos se han instalado en las relaciones entre Espa?a y Marruecos. En primer lugar, la relaci¨®n personal y directa cada vez mayor y m¨¢s decisiva entre los reyes Juan Carlos y Hassan II. Es un hecho que las negociaciones sobre la pesca de 1981, que fueron interrumpidas en dos ocasiones al borde de la ruptura, pudieron salvarse gracias a la concertaci¨®n personal entre los dos reyes.
El otro hecho nuevo es el secreto m¨¢s total que rodea todo lo que concierne a los dos pa¨ªses. El a?o pasado fueron y vinieron delegaciones militares, hablaron los dos soberanos en varias ocasiones y se sustrajeron poco a poco las relaciones entre Espa?a y Marruecos a la curiosidad de la opini¨®n p¨²blica.
Hassan II, permanecer¨¢ un d¨ªa en la capital palmesana, invitado en el Palacio de Marivent, residencia de los Reyes de Espa?a en Palma de Mallorca, seg¨²n informa nuestro corresponsal en Palma de Mallorca, Enrique G¨®mez. Ambos monarcas abandonar¨¢n Palma hoy mismo, posiblemente a ¨²ltimas horas de la tarde, para regresar a sus lugares de origen.
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