210 empleados de 'The Times' se niegan a aceptar el despido
El futuro de The Times y de Sunday Times sigue en entredicho. Los representantes sindicales recomendaron ayer a 210 empleados de la secci¨®n de administraci¨®n y secretar¨ªa que ignorasen las cartas de despido que el propietario de estas publicaciones, Rupert Murdoch, hab¨ªa comenzado a enviarles tras la ruptura de las negociaciones en la noche del lunes.
Con este gesto, Murdoch, que exige el inmediato despido de seiscientos empleados de Times Newspapers, ha obrado con aparente habilidad, dando muestras de que quer¨ªa salvar a los peri¨®dicos, pero atacando al frente sindical en su eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil y poniendo as¨ª en el campo opuesto la pelota del cierre. Habiendo de hecho, pero no de palabra, retirado el ultim¨¢tum de un cierre inmediato, Murdoch ha ganado tiempo. Las partes implicadas estuvieron ayer reunidas por separado, debatiendo su estrategia.Los doscientos primeros despidos forzosos recaen en el sector administrativo de la empresa, el cual, en opini¨®n de la direcci¨®n, cuenta con una excesiva mano de obra. Los representantes sindicales, en principio, no han aceptado estas medidas impuestas sobre sus cabezas, sugiriendo a sus afiliados que devolvieran las cartas sin abrirlas. Los sindicatos saben, sin embargo, que una huelga llevar¨ªa al cierre de las publicaciones, y al despido de los 2.600 empleados.
Murdoch ha atacado as¨ª al sector m¨¢s d¨¦bil de este complejo mundo sindical, pidiendo a los dem¨¢s trabajadores que acudieran ayer a trabajar con normalidad, recomendaci¨®n que fue acatada. El magnate australiano de la Prensa ha relegado as¨ª para m¨¢s adelante las negociaciones sobre la reducci¨®n en una treintena del n¨²mero de periodistas y para el recorte dr¨¢stico del n¨²mero de empleados en los talleres y las linotipias, que forman el grupo sindical m¨¢s poderoso.
Cualquier negociaci¨®n global sobre el futuro de la empresa implica a siete sindicatos y a 54 distintas unidades sindicales organizadas en lo que se llama capillas. Son, sin embargo, tres los grupos sindicales m¨¢s importantes, y entre ellos la National Graphical Association (NGA) parece crucial.
El poder de la NGA se remonta a siglos atr¨¢s y ha perdurado a lo largo de los a?os, siendo el sindicato m¨¢s reacio a la modernizaci¨®n de la tecnolog¨ªa de la Prensa en Londres.
Con la sindicaci¨®n obligatoria y la dificultad de despedir a los miembros de esta asociaci¨®n, la NGA ser¨¢ la piedra de toque de Murdoch. Los intereses creados son poderosos y es interesante se?alar que un buen linotipista en Londres, trabajando ¨²nicamente cuatro d¨ªas por semana, viene a cobrar m¨¢s de cuatro millones de pesetas anuales, sueldo que le sit¨²a entre el 2% mejor pagado de la poblaci¨®n brit¨¢nica. El ceder ante Murdoch debilitar¨ªa su posici¨®n ante otras empresas de Fleet street.
Nadie duda de que Murdoch intentar¨¢ hacer todo lo posible para lograr sus fines y reducir las p¨¦rdidas de Times Newspapers, que se calcula ascender¨¢n este a?o a 2.800 millones de pesetas. Esta es la tercera amenaza de cierre que Murdoch ha lanzado desde que adquiriera estos peri¨®dicos hace justo un a?o.
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