Cuatro universidades privadas ostentan el liderazgo de la ense?anza superior norteamericana
Con s¨®lo 346 a?os de historia y la mayor n¨®mina de premios Nobel de Estados Unidos presenta unas caracter¨ªsticas bastante diferentes a las de los tradicionales sistemas europeos de educaci¨®n superior. Aunque con or¨ªgenes en la vieja Europa (la primera universidad, Harvard, fue fundada en 1636 por los primeros colonizadores), la educaci¨®n universitaria norteamericana ha mantenido desde sus comienzos una autonom¨ªa respecto al Gobierno federal y un sistema dual de instituciones p¨²blicas y privadas que le confieren un car¨¢cter totalmente peculiar.
En 1980 se hallaban matriculados en los 2.500 campus del pa¨ªs un total de 13.214.000 estudiantes, de los que m¨¢s de un 50% proced¨ªa de la high school o ense?anza media. La educaci¨®n en este nivel supone un coste del 3% del producto nacional bruto, que es pagado por los propios estudiantes y sus familias, los Gobiernos locales y estatales, el Gobierno federal y un gran n¨²mero de instituciones y sociedades privadas. Esta diversidad de fuentes de financiaci¨®n responde al complejo sistema en el que est¨¢ basada la educaci¨®n universitaria, reflejo a su vez del sistema pol¨ªtico federal de Estados Unidos.El Gobierno federal influye en la educaci¨®n universitaria y contribuye financieramente a la misma, pero no tiene un control directo sobre sus actividades, su gobierno y sus planes de estudio. En este pa¨ªs no existe un ministro de Educaci¨®n, tan s¨®lo un delegado del Gobierno, perteneciente al Departamento de Salud, Educaci¨®n y Seguridad Social, que es nombrado por el presidente de la naci¨®n con el consentimiento previo del Senado. Este delegado no puede autorizar el establecimiento de nuevas universidades, ni regular el funcionamiento de las ya existentes, ni siquiera aprobar los planes de estudio de las distintas instituciones, ni establecer los salarlos de los profesores o determinar las condiciones requeridas para la admisi¨®n de los estudiantes.
Todas estas funciones son realizadas por las juntas de las distintas universidades, que ejercen el poder delegado por los Estados en los que est¨¢n situadas y que actualmente tienen un rango igual al de las ramas ejecutiva, judicial y legislativa del Gobierno.
Estas juntas son las que determinan los contenidos de los planes de ense?anza universitaria, de acuerdo con los criterios de los profesores que ense?an en sus aulas. Aunque un Estado cualquiera de los cincuenta que componen la Uni¨®n tenga capacidad para crear una nueva instituci¨®n y medios para financiarla, no son las autoridades del Estado, sino la junta de universidad, la que decide d¨®nde debe ser situada y qu¨¦ programas debe ofrecer inicialmente, qu¨¦ se debe ense?ar y por cu¨¢ntos a?os y qui¨¦n y c¨®mo tiene el derecho de ense?ar.
Ni siquiera los tribunales pueden modificar o privar a las juntas de estos derechos.
Universidades p¨²blicas y privadas
Otra de las caracter¨ªsticas importantes de la educaci¨®n universitaria en Estados Unidos es el sistema dual de instituciones p¨²blicas y privadas, con el s¨®lo parang¨®n del sistema japon¨¦s entre los pa¨ªses industrializados del mundo. Las universidades p¨²blicas son creadas y sostenidas financieramente por el Gobierno estatal o federal, y hasta cierto punto se espera de ellas que lleven a cabo cometidos asignados por el Gobierno. Las universidades privadas, creadas y mantenidas con capitales privados, se autofinancian ellas mismas, algunas con ayudas del Estado, y se fijan aut¨®nomamente sus programas de Gobierno, actuando relativamente libres de influencias externas. Estas ¨²ltimas instituciones han adquirido a lo largo de sus a?os de existencia un gran prestigio y su influencia en la sociedad norteamericana sigue siendo notoria. Son precisamente universidades privadas, como las de Harvard, Columbia, Chicago o Standford, las que marcan el liderazgo en la educaci¨®n universitaria, y en sus aulas se ha formado y se sigue formando la clase dirigente de este pa¨ªs.El n¨²mero de alumnos de las universidades privadas es sensiblemente inferior al de las p¨²blicas. En el a?o 1980, el porcentaje era de un 22% matriculado en instituciones privadas, frente a un 78% en las universidades p¨²blicas. La principal raz¨®n es el alto coste de la ense?anza privada. La matr¨ªcula del presente a?o en los campus privados oscilaba entre 8.000 d¨®lares (casi 800.000 pesetas) y 12.000 d¨®lares (cerca de 1.200.000 pesetas), incluyendo en estas cifras la habitaci¨®n y la manutenci¨®n. En las instituciones p¨²blicas, el coste es menor: entre 4.000 y 6.000 d¨®lares. La financiaci¨®n, tanto en unas instituciones como en otras, corre a cargo de los propios alumnos y de sus padres, as¨ª como de los Gobiernos locales, estatal y federal e instituciones privadas, que ofrecen m¨²ltiples becas y pr¨¦stamos de estudio.
Los distintos tipos de ayuda financiera no son suficientes, sin embargo, para asegurar el acceso de las clases m¨¢s pobres y de las minor¨ªas a la ense?anza superior, que a¨²n lo tendr¨¢n m¨¢s dif¨ªcil el pr¨®ximo a?o, debido a los recortes presupuestarios impuestos por el presidente Reagan, que afectan de modo directo a la ense?anza. Estos recortes han obligado a algunas universidades a establecer un cierto tipo de selectividad y a aumentar el precio de las matr¨ªculas hasta 13.000 d¨®lares, como ya han comenzado a anunciar.
Programas de estudio
La complejidad de la ense?anza universitaria en Estados Unidos tambi¨¦n se pone de manifiesto en el n¨²mero de diferentes instituciones consideradas. En algunos pa¨ªses, las universidades constan s¨®lo de las facultades tradicionales: Letras, Ciencias, Medicina, Abogac¨ªa y Teolog¨ªa, pero aqu¨ª existen universidades y senior colleges de artes liberales, colegios de profesores, instituciones t¨¦cnicas, universidades generales, universidades de investigaci¨®n, escuelas profesionales y colegios de ense?anza media que preparan para la ense?anza superior y que proporcionan educaci¨®n t¨¦cnica. En las universidades se ense?an no s¨®lo las carreras tradicionales, sino que cada a?o surgen especialidades nuevas, como pueden ser ciencias sociales, empresariales, inform¨¢tica, cine, televisi¨®n, v¨ªdeo o cualquier otra materia. Son precisamente estas universidades las que tienen mayor n¨²mero de alumnos, ya que proporcionan la posibilidad de estudiar sin necesidad de unos requisitos previos y sin exigencia de conseguir determinadas notas para seguir en las aulas.La mayor¨ªa de las universidades en Estados Unidos ofrecen programas de estudio para graduados y no graduados de forma simult¨¢nea. Esta dualidad tiene su origen a finales del siglo XIX, cuando surgi¨® la necesidad de graduados y profesionales superiores, y la responsabilidad de la formaci¨®n de los mismos fue asumida por los colegios de no graduados, mientras que las nuevas universidades se concretaban en programas de estudio m¨¢s avanzados. Posteriormente, la ense?anza de los no graduados se incorpor¨® a las universidades, y actualmente se mantiene este sistema mixto, en el que se ofrecen en las mismas materias programas para no graduados que acent¨²an la educaci¨®n general y programas para graduados que se centran m¨¢s en la especializaci¨®n.
Autonom¨ªa y coordinaci¨®n
En cuanto al funcionamiento interno, los profesores y los departamentos gozan de una autonom¨ªa total para fijar sus planes de estudio, las materias que componen cada especialidad y las pol¨ªticas de investigaci¨®n. Profesores, jefes de departamento, decanos y rectores integran la junta de la universidad, que es el ¨®rgano de gobierno acad¨¦mico y que, como grupo, es el que media e interviene entre las exigencias burocr¨¢ticas del Gobierno federal y las peticiones de los miembros propietarios de las instituciones universitarias, ya sean entes p¨²blicos o privados. La natural tendencia de estos ¨²ltimos a poner sus propios intereses y disciplinas en primer lugar, es impedida por las juntas de universidad, al tiempo que frenan los deseos de la burocracia gubernamental de fijar la pol¨ªtica educacional en las universidades. El Gobierno, que financia las instituciones universitarias p¨²blicas, exige resultados pragm¨¢ticos para extender sus fondos; los entes privados quieren resultados pr¨¢cticos y completa libertad para conseguir sus intereses, y en medio de ellos, las juntas de universidad intentan mantener el equilibrio y adecuarse a las reales y cambiantes necesidades sociales.Existen m¨¢s de 2.000 instituciones de ense?anza universitaria en Estados Unidos y, pese a no existir controles oficiales, las universidades y sus programas presentan marcadas similitudes. La movilidad estudiantil es alta y un estudiante puede cambiar su matr¨ªcula de un campus a otro con una razonable seguridad de continuar en su educaci¨®n. As¨ª, a pesar de la ausencia de un ministro del Gobierno y de una pol¨ªtica educativa global para toda la naci¨®n, las universidades tienen una gran coordinaci¨®n entre ellas y sus programas a trav¨¦s de tres asociaciones de car¨¢cter independiente, es decir, no gubernamentales: la Asociaci¨®n Nacional de Universidades del Estado, la Asociaci¨®n Americana de Universidades y el Consejo Americano de Educaci¨®n.
Estas entidades coordinan las actividades de las distintas juntas de universidad y los programas educativos de las diferentes universidades, sin dependencia alguna del Gobierno federal o de los Estados.
Finalmente, en cuanto a la financiaci¨®n de la ense?anza universitaria, el Estado tan s¨®lo aporta del 20% al 25% de los ingresos totales de las 2.500 instituciones universitarias existentes (en el a?o fiscal de 1979, el Gobierno suministr¨® 11.000 millones de d¨®lares en becas y pr¨¦stamos de estudio). Este porcentaje var¨ªa si los cr¨¦ditos de las distintas instituciones, los pagos de la Seguridad Social de los estudiantes y los fondos para la construcci¨®n de locales no acad¨¦micos (residencias) se incluyen o no. La distribuci¨®n de estos fondos federales depende del tipo de instituci¨®n. Algunas universidades privadas no reciben ning¨²n dinero del Estado, y un 10% de las grandes instituciones p¨²blicas recibe la mayor parte de sus ingresos de fondos federales, sobre todo las dedicadas a la investigaci¨®n cient¨ªfica y a la medicina.
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