Rockefeller dice que el marxismo africano no supone una amenaza para EE UU

El presidente del Chase Manhattan Bank, David Rockefeller, fue recibido ayer en Marraquech por el rey Hassan II, como etapa final de un periplo por diez naciones africanas del financiero norteamericano, quien afirm¨® en Zimbabue que, en su opini¨®n, el marxismo africano no es una amenaza para Estados Unidos o sus intereses econ¨®micos en el continente.Rockefeller dijo, despu¨¦s de visitar Zimbabue, que "cuantos m¨¢s pa¨ªses pretendidamente marxistas visito en Africa, m¨¢s tengo la sensaci¨®n de que hay m¨¢s etiquetas que realidad".

Antes de venir a Marruecos, Rockefeller hab¨ªa estado en Luanda (Angola) y Harare (Zimbabue). Su viaje coincidi¨® con la entrevista celebrada en Par¨ªs el jueves entre el secretario adjunto norteamericano de Estado para Asuntos Africanos, Chester Crocker, y el ministro angole?o de Asuntos Exteriores, Paolo Jorge.

La entrevista entre Crocker y Jorge, que sigue a la que ambos mantuvieron tambi¨¦n en la capital francesa hace un mes, parece preludiar una importante evoluci¨®n en las relaciones entre Estados Unidos y Angola que, de hecho, incidir¨¢ en la soluci¨®n del conflicto de Namibia y el de la guerrilla UNITA, que combate al Gobierno angole?o.

El banquero Rockefeller se hab¨ªa referido indirectamente a esta nueva situaci¨®n cuando hace unos d¨ªas dijo, despu¨¦s de su visita a Luanda, que "Ios dirigentes angole?os no ver¨ªan mal la partida de las tropas cubanas si se cumplen ciertas condiciones".

La presencia de unos 20.000 soldados cubanos en Angola es el impedimento principal que se hab¨ªa interpuesto hasta ahora a la normalizaci¨®n de las relaciones entre Washington y Luanda. La posici¨®n del Gobierno angole?o a este respecto era hasta hace poco que "el apoyo de Cuba a Angola no es negociable", aunque a?ad¨ªan que en el fondo la verdadera raz¨®n de la presencia de las tropas cubanas en Angola es el temor a una invasi¨®n surafricana y el peligro de desestabilizaci¨®n que representa la guerrilla angole?a UNITA, que dirige Jon¨¢s Savimbi con el apoyo de Sur¨¢frica.

Una eventual normalizaci¨®n entre Washington y Luanda tendr¨ªa, indudablemente, importantes consecuencias para la soluci¨®n del problema de Namibia y, asociado con ello, del de la guerrilla de la UNITA, que tiene en jaque a las fuerzas del MPLA en, por lo menos, tres provincias del sur de Angola.

La reaparici¨®n de Savimbi cada vez que se habla de soluci¨®n al conflicto en la regi¨®n se explica porque, al fin y al cabo, el problema de la guerrilla angole?a UNITA est¨¢ intimamente ligado a cualquier soluci¨®n del caso Namibia. Durante las anteriores negociaciones entre Crocker y Paolo Jorge, Jon¨¢s Savimbi tambi¨¦n estuvo en Marruecos, y se cree que se entrevist¨® con altos funcionarios norteamericanos.

Estados Unidos y Angola parecen estar interesados por igual en restablecer sus antiguas relaciones diplom¨¢ticas y, sobre todo, econ¨®micas. De hecho, algunas compa?¨ªas petroleras norteamericanas y brasile?as de capital estadounidense se anticiparon a los pol¨ªticos y, a pesar de la llegada al poder en Luanda de un Gobierno marxista en 1976, nunca interrumpieron sus actividades.