Un m¨¦dico de Par¨ªs, acusado de violaci¨®n por dos mujeres espa?olas que fueron a abortar
El m¨¦dico, en cuyas recetas figura el nombre de Stanley Bond, aunque tambi¨¦n utiliza el de About, como pudo comprobar EL PAIS, suministr¨® a una de las mujeres hasta siete inyecciones en vena, seg¨²n explic¨® ella misma a este peri¨®dico, al parecer con calmantes, pese a haberlas advertido que les pondr¨ªa ¨²nicamente anestesia local. A ambas les justific¨® la violaci¨®n diciendo que hab¨ªa sido "para relajarlas". Los testimonios de las dos mujeres llegaron a las coordinadoras feministas por separado. La cl¨ªnica donde, seg¨²n las denuncias se producen las presuntas violaciones lleva por nombre "Centro Internacional de las Relaciones Humanas".Ante la carta de las feministas al embajador franc¨¦s en Espa?a, el agregado de Prensa, Pierre Perret, indic¨® que el 25 de febrero recibieron la misiva de referencia; la transmitieron a Par¨ªs el d¨ªa 27 y contestaron a las mujeres el d¨ªa 28. Perret dijo que el embajador remiti¨® la carta al Ministerio de Asuntos Exteriores franc¨¦s, "porque no ten¨ªa posibilidad jur¨ªdica de otra cosa", y manifest¨® que las mujeres afectadas deber¨ªan denunciarlo al Procurador de la Rep¨²blica. Al se?alarle que las citadas mujeres tem¨ªan denunciarlo, porque salir del anonimato les supondr¨ªa ponerse al margen de la legalidad espa?ola, Perret indic¨® su creencia en que, dado que en Francia el aborto lo paga la Seguridad Social, el juez, por la ¨ªndole y circunstancias del asunto, podr¨ªa mantener los nombres en secreto. "Pero, eso s¨ª", a?adi¨®, "cualquier denuncia necesitar¨ªa el testimonio de las mujeres".
Investigaciones policiales y denuncias en Francia
El doctor Stanley Bond lleva varios a?os en Par¨ªs, pero tan s¨®lo balbucea el franc¨¦s cuando quien le interroga es periodista; apenas chapurrea el espa?ol ante las preguntas comprometidas, pero habla con bastante claridad en esta lengua cuando quien habla con ¨¦l es una hipot¨¦tica clienta. Con Lourdes Mart¨ªnez no tuvo problemas de comunicaci¨®n, pero ante EL PAIS se expres¨® poco menos que con monos¨ªlabos.
El escaso conocimiento del idioma del pa¨ªs donde lleva viviendo y ejerciendo su profesi¨®n m¨¢s de cuatro a?os a efectos de hablar con periodistas no es el ¨²nico dato peculiar de este ginec¨®logo casi anciano. Tiene, por ejemplo, prohibido por el Consejo M¨¦dico General Ingl¨¦s ejercer la medicina en su pa¨ªs, Inglaterra, seg¨²n comunicaron telef¨®nicamente miembros de la Orden M¨¦dica inglesa al IPPF organismo de planificaci¨®n familiar de Londres, de car¨¢cter internacional. Este pas¨®, a su vez, los datos al Movimiento Franc¨¦s para el Planning Familiar (MFPF), en cuya sede de Par¨ªs dijeron a este peri¨®dico que, adem¨¢s, Stanley Bond ha sido llamado a declarar ante la polic¨ªa al menos en una ocasi¨®n, hace dos o tres meses.
En el Consejo General M¨¦dico de Londres dijeron a EL PAIS que en la actualidad Stanley Bond est¨¢ registrado en sus listas, pero que no pod¨ªan facilitar informaci¨®n sobre el pasado, a no ser que se pidiera por escrito. M¨¢s expl¨ªcitos fueron en el Royal College of Surgeons de Inglaterra, donde, a requerimiento de este peri¨®dico, manifestaron que en 1976 le fue retirado al citado m¨¦dico el permiso para ejercer la profesi¨®n. S¨ª est¨¢ registrado en el Colegio de M¨¦dicos franc¨¦s.
No caus¨® sorpresa
Las mujeres del Planning, franc¨¦s no se sorprendieron al conocer las denuncias de dos espa?olas que afirman haber sido violadas por Stanley Bond antes de que les practicara un aborto."Hace casi cuatro a?os que seguimos sus pasos con precisi¨®n", dijeron varias de ellas, pertenecientes a la, coordinadora del MFPF, en conversaci¨®n con EL PAIS, "especialmente desde que fue una menor quien denunci¨® haber sido violada por este m¨¦dico. Pero el hecho de que realice los abortos en su casa, mientras que la legislaci¨®n establece que deben hacerse en cl¨ªnicas, el que los haga pasado el plazo reglamentario y el hecho de que en rnuchos casos las pacientes sean extranjeras crea tales condiciones de ilegalidad que hacen que no le denuncien ni las francesas. Concretamente, cuando viol¨® a la menor ¨¦sta no quer¨ªa que se enteraran en su casa, con lo cual es muy dif¨ªcil que una mujer llegue a firmar una denuncia".
Desde 1978 en que el Movimiento Franc¨¦s de Planificaci¨®n Familiar comenz¨® a tener denuncias sobre presuntas viola.ciones por parte de Stanley Bond s¨®lo dos casos han seguido adelante desde el punto de vista legal. "Una de las denuncias la tenemos; ya segura y la otra est¨¢ en v¨ªas de cuajar. Nuestro abogado tiene ya estos casos en la instancia policial, aunque todav¨ªa no han llegado a los tribunales. No obstante, parece que la polic¨ªa est¨¢ dispuesta a seguir adelante con el tema", dicen las portavoces del MFPF. Las denuncias concretas sobre violaciones a mujeres francesas han sido cuatro o cinco. Varias m¨¢s han afirmado haber sido objeto de "manipulaciones o caricias un poco particulares", seg¨²n la misma fuente. Nunca ha utilizado violencia f¨ªsica y, con posterioridad, ha explicado a las pacientes que sus caricias y sus acciones "son un tratamiento para que todo vaya bien".
El Movimiento Franc¨¦s de Planificaci¨®n Familiar va a atacar tambi¨¦n a Stanley Bond por el hecho de que utilice el nombre de "Planificaci¨®n Internacional de la Familia" en su piso-consulta, al que tambi¨¦n llama "Centro Internacional de Relaciones Humanas". Las mujeres del MFPF piensan que pueden confundir su movimiento, que coordina la planificaci¨®n familiar en Francia, con el inexistente del m¨¦dico ingl¨¦s, cuestionado por tantos motivos, m¨¢xime cuando la Direcci¨®n Departamental de Acci¨®n Sanitaria y Social (DDASS), organismo del Ministerio de Sanidad, ha realizado una investigaci¨®n sobre el aborto en Francia, porque el reconocimiento de los centros donde se interrumpe el embarazo cae dentro de sus competencias, y ha visitado a las mujeres de Planificaci¨®n para comunicarles que no conocen a Stanley Bond y que es ?legal que ¨¦ste se presente como Asociaci¨®n de Planificaci¨®n.
El planteamiento de la acusaci¨®n
El Movimiento Franc¨¦s de Planificaci¨®n Familiar no pretende llevar la investigaci¨®n sobre el ginec¨®logo ingl¨¦s por la pr¨¢ctica, que se le atribuye, de realizar abortos a extranjeras que no llevan residiendo en Francia los tres meses que marca la ley ni por el hecho de que opere a menores.
Pretende acusarle de violentar a las mujeres y aprovechar el hecho de que sean extranjeras y tengan que abortar en la ilegalidad o de que se aproveche de las condiciones de las menores de edad, todo ello, adem¨¢s, utilizando un t¨ªtulo falso de una supuesta asociaci¨®n. El DDASS les ha dicho que esto supone la parte m¨¢s dif¨ªcil de la investigaci¨®n, por falta de pruebas.
Iguales problemas se presentan en las pesquisas policiales, que se est¨¢n llevando a cabo por las circunstancias en que Bond realiza los abortos, no por el hecho de que varias de sus pacientes hayan denunciado que las viol¨®. "El aborto, en las condiciones que ¨¦l lo hace, es un delito; la violaci¨®n es un crimen", dicen las portavoces del Movimiento de Planificaci¨®n. "Por el momento, las investigaciones apuntan s¨®lo al primer aspecto. El hecho de que la ley de aborto francesa sea restrictiva lleva a estos abusos", a?aden.
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